Merci Peña, miembro de la asociación Cofiris, asegura que muchos vecinos del Risco aún no se han recuperado de la "tremenda decepción" que supuso para ellos el archivo de todos los proyectos que movilizaron al barrio cuando la candidatura a capital cultural. "Nos utilizaron y luego nos olvidaron", se queja Peña, quien expresa su esperanza, junto al presidente de Cofiris Israel Medina, de que el actual gobierno municipal cuente con los residentes del barrio, si sale adelante el proyecto. También reclaman que se acabe de una vez con los basureros que florecen en los solares abandonados donde, a su juicio, se deberían crear plazas o jardines o promover la construcción de casas protegidas. La accesibilidad en un barrio cuesta arriba es vital, añaden, para un barrio en el que buena parte de su población tiene más de 60 años. "Sólo pedimos que los callejones tengan aceras por las que se pueda caminar sin peligro, rampas, que arreglen las fachadas de las casas y que cuiden las pocas zonas verdes que hay. Los solares se llenan de basura, pero los vecinos son mayores y a veces no pueden subir la cuesta si el contenedor está retirado. No es que sean cochinos, es que no pueden", indica Merci, que ve necesario rehabilitar las casas en mal estado."Queremos participar en ese proyecto y esperamos no ser los grandes olvidados, como pasó con la capitalidad", afirma. Medina sostiene que el "abandono es el mismo de siempre. Teníamos mucha esperanza en los gobernantes de izquierda, pero parece que todo el esfuerzo inversor se va a la zona turística". Para Tanausú Suárez, otro vecino del barrio, es fundamental revisar el Plan de Reforma Interior (PERI) del barrio y eliminar "las áreas de dotación que hay previstas en la zona intermedia del Risco". "Es muy importante", advierte Suárez, "que se revise ese planeamiento y que el Ayuntamiento impulse la construcción de viviendas de protección, mediante convenios con los propietarios de los solares, para que sean los dueños los que promuevan. Así se evita una gran reurbanización del barrio que expulse a los residentes y que se les de el negocio a las grandes constructoras. También considera necesario Suárez la rehabilitación de las infra viviendas que han ido creciendo en la zona de San Lázaro. "Eso no es culpa de la gente, que se busca la vida, sino del abandono municipal", aclara este vecino, que resalta que el barrio histórico" tiene grandes potencialidades. Sólo hay que abordar su rehabilitación de modo integral".
