La Provincia - Diario de Las Palmas

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Clásicos de Las Canteras

"Las Canteras es una joya que, si no la cuidamos ahora, la hundiremos"

"Si somos una ciudad turística, si queremos que venga el turismo, tenemos que atender todos los detalles", comenta Juan Delgado, jubilado que pasea cada día por el paseo de la playa

Juan Delgado camina todos los días por el paseo. SABRINA CEBALLOS

¿A qué se dedica en su jubilación, señor Delgado?

Me dedico a hacer deporte, a pasear, a vivir y disfrutar de mi nieto. Y esperar la llamada del Superior, según creo yo, y cuando tenga que venir que venga, pero voy a ponérselo difícil. Y mientras caminando y corriendo en Las Canteras. Yo hago maratones y medio maratones, o sea que no me paro. El año pasado hice la maratón de Madrid y corro aquí la maratón de Las Palmas en cada edición. Mi entrenamiento consiste en que todos los domingos salgo de La Puntilla y llego a Tinocas y vuelvo.

¿Qué le aporta Las Canteras?

Las Canteras aporta, sobre todo, una joya de playa que no la valoramos, la ensuciamos, la maltratamos... y cuando te diriges a alguien, que lo he hecho yo más de una vez, para que recoja su basura, me he llevado insultos, pero no me preocupa. Las Canteras es una joyita que si no la cuidamos, la acabaremos hundiendo. Y además, el Ayuntamiento debe tomar medidas para retirar arena porque se está quedando la barra, yo que llevo viviendo aquí mucho tiempo, que está cada vez más cerca de la orilla, y se puede llegar allí caminando. Todo el mundo no puede presumir de tener una playa urbana como la nuestra, pero como los grancanarios somos así, ni la cuidamos ni la valoramos.

¿Porque son más los grancanarios que los turistas?

Hombre, hay algún turista que otro también. Yo he tenido mis líos con extranjeros borrachos que han dejado los tetra briks ahí tirados, pero menos. Pero los grancanarios somos los que tenemos que cuidarla e intentar que los que tenemos a nuestro lado la cuiden también, aunque nos llevemos algún que otro insulto. A mí no me preocupa que me insulten, me he llevado muchos "¿Acaso la playa es suya?" y yo les respondo que es mía, suya y de todos los demás.

¿Qué otro fallo encuentra usted en la playa?

También estoy notando con este gobierno que tenemos ahora que hay un poco de dejadez. Hay muchos grifos que no funcionan, llamas y no te hacen caso, hay derrames de agua y no se toman medidas a pesar de que se ha llamado para avisar. Hay dejadez, pero no solamente en la playa, si te vas a la plazoleta de La Puntilla está toda estropeada. Te vas por detrás, y hay un derribo que hizo un temporal que todavía no se ha solventado. Si somos una ciudad turística, si queremos que venga el turismo y ofrecerle lo mejor nuestro, tenemos que cuidar todos esos detalles.

¿Y cuál es su primer recuerdo en la playa?

Yo soy de Mogán, que está muy lejos de aquí, y cuando vine a Las Palmas, los primeros días me impresionó mucho ver esta playa tan grande y tan hermosa, que por el sur todavía no existían las playas que hay ahora. Todavía era época de casetas por aquí, te estoy hablando de hace 60 años, y yo veía las casetas y decía si algún día las quitarían, porque eran personas que montaban los bártulos el viernes y se quedaban allí hasta una semana. Siempre me ha llamado la atención esta playa por lo bonita que es y lo hermosa que puede dejar de ser si no la cuidamos.

¿Algo raro que haya visto en todos estos años?

Aquí he visto de todo. Si hay algún sitio en el que puedes ver toda clase de especímenes humanos es en la playa: puedes ver a un hombre paseando por la arena hablando solo, una señora que la ves con las pelotas haciendo toda clase de barbaridades. Un día, hace cuatro o cinco años, estaba yo tomando el sol y había unos jóvenes jugando a la pelota, y me dieron un golpe, y van y dicen: "¡Ya coño, que le damos al pureta!", y yo lo que hice fue retarles, por 20 euros que tenía en el bolsillo, a ver quién llegaba antes en una carrera hasta el auditorio y volver a La Puntilla. Los cuatro se levantaron enseguida, y ninguno me aguantó porque salieron muy rápido y ni siquiera llegaron al ambulatorio. Los chavales me felicitaron y todo, fue muy divertido eso que me pasó.

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