El Club Náutico vuelve a apostar este año por la empresa Canaventur para su curso de verano, que alcanza su décima edición. El curso se plantea como una manera de poner en contacto a chicos, entre cuatro y dieciséis años, con el mar con actividades como la vela, los hidropedales o el paddle surf . A lo largo del verano son más de 500 niños lo que participan en el curso. Es el más multitudinario de la Isla.

Este programa abarca todas las vacaciones , las diez semanas comprendidas entre la última de junio y la primera de septiembre, lo que convierte el campus en una manera de mantener ocupados a los niños mientras los padres siguen trabajando. Daniel Guerra, director del campus, señala que la principal ventaja del curso es poder contratarlo por semanas, porque "permite a los padres planificar su verano mejor, sabiendo que tendrán a los chicos entretenidos".

Este curso de verano se combinan las actividades náuticas en el entorno de las Alcaravaneras - como cama elástica acuática, paddle surf, vela, esnórquel y windsurf- con las actividades dentro del Club -deportes de cancha, talleres de manualidades y ajedrez - para garantizar la experiencia más completa posible. En este campus los niños se separan en grupos de 20 atendiendo a su edad, procurando que no haya más de dos años de diferencia entre los mayores y los más pequeños. Esta división permite que los monitores de Canaventur amolden las actividades a las distintas franjas de edad. "Los más pequeños, que no suelen saber nadar, no salen a navegar, pero hacen más juegos en la orilla de la playa vigilados por varios monitores", comenta el director. Las actividades favoritas son el paddle surf y la cama elástica acuática.

Anabel es la primera vez que se apunta en el campus y ha pasado mes y medio. Lo que más le ha gustado es el paddle surf y el esnórquel porque "puedes ver los peces transparentes, porque el agua está cristalizada como en Anfi del Mar". Judit, de catorce años, es una de las mayores del campus y ya estuvo el año pasado en el campus de Canaventur del Muelle Deportivo. Asegura que el año pasado le encantó, pero que "el del Náutico está mejor, porque tiene más actividades, como la cama elástica".

Para Aarón, de diez años, lo mejor no han sido las actividades, sino todos los amigos que ha hecho este verano y que quiere volver a ver el año que viene. "El verano que viene vuelvo fijo", asegura el niño con una sonrisa de oreja a oreja.