La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Clásicos de Las Canteras

"Las Canteras acabó cambiando a los militares por los turistas"

"El turismo ha conseguido que toda esta zona esté más cuidada y, sobre todo, mucho más segura", reconoce José Luis de Blas

José Luis de Blas se fuma un puro mientras disfruta de la tarde en Las Canteras. ANDRÉS CRUZ

¿Usted es de la zona?

Qué va, si soy de Bilbao, pero estoy casado con una mujer de aquí, así que solemos venir mucho a visitar a la familia.

¿Cuántos años lleva viniendo a la playa?

Pues todos los veranos de los últimos 30 años, nos pasamos aquí el mes de agosto entero. Nos quedamos en casa de mi suegra, por Schamann, y bajamos prácticamente todos los días a disfrutar de esta playa. El año pasado vinimos todos a pasar aquí las vacaciones. Al final he acabado queriendo a esta isla casi tanto como un canario. Cuando conocí a mi mujer no solo me enamoré de ella, sino también de Las Canteras y de toda la isla. No hay un rincón que no me guste. Cuando venimos solemos coger un coche y vamos recorriéndola y parando en Tejeda, Mogán, Gáldar; vamos, que nos encanta.

¿Cómo conoció a su mujer?

Pues la conocí cuando estaba haciendo la mili, que hice allí en La Isleta. No la hice porque quisiese precisamente, sino porque me mandó Suárez para aquí. Nunca pensé que fuese a encontrar aquí a mi mujer y que me acogiesen tan bien. Lo que más me gusta de los canarios, y de ella, es la amabilidad y delicadeza hacia los de fuera.

¿Y cómo era la playa cuando usted hizo la mili?

Que yo recuerde al fondo, en La Puntilla, no estaba nada de eso construido. Aquello era todo roca pura, era un espectáculo. Pero la verdad es que ahora está más arreglada y bonita, pero aquello también era precioso. También ha cambiado montón el fondo de la playa, esa zona del Alfredo Kraus y Las Arenas. Yo que recuerde estaba más abandonado y ahora está preciosa. Mi mujer siempre nos cuenta que cuando ella era chica esto no se parecía en nada a lo que es hoy, dice que hasta pasaba el autobús por el paseo, que se cogía ella para irse hasta Schamann. Cuando yo llegué para hacer la mili esto estaba lleno de militares, de coreanos, había de todo. Al final Las Canteras ha cambiado a los militares por los turistas, que también vienen de todos lados.

¿El ambiente ha cambiado?

Eso sí que se nota. No hay color, ahora está estupendamente toda esta zona. De noche ahora se puede estar tranquilito, disfrutando de esta temperatura que es envidiable. Antes era una zona más peligrosa. El barrio ha mejorado en seguridad, en limpieza, en servicios y en todo. Ahora puedes disfrutar de esto al máximo. Cuando me mandaron a hacer la mili el ambiente era peor, de noche era más inseguro. Yo creo que ha sido el turismo el que ha conseguido que toda esta zona esté más cuidada y, sobre todo, mucho más segura, ya no se ven las cosas que se veían antes.

¿Qué cambiaría de la playa?

Pues en realidad nada. Yo la miro y no le encuentro defectos grandes, para mí está perfecta. Por eso mismo volvemos cada año, además de por ser la tierra de mi mujer. Ahora hay veces que se satura la playa de gente, pero es normal, es verano. Tampoco está de eso que se rebosa de gente y no puedes poner ni una sombrilla.

¿Cuál es su zona favorita?

La Puntilla sin ninguna duda. Es una zona que siempre está tranquila y se está estupendamente en las hamacas.

¿Cómo conoció a su mujer?

Pues una vez saliendo por Santa Catalina. Le pedí fuego, hablamos y acabé casándome con ella. El padre se llevó un disgusto enorme cuando se enteró de que me había conocido en Santa Catalina, que antes era una zona peor, a veces hasta peligrosa.

Compartir el artículo

stats