La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista a Cristóbal D. Buller

"La gente hace sus necesidades entre los barcos al no haber baños"

"Soy de la península, pero un verano en Palma conocí a una canaria, me prendé de ella y me vine aquí", asegura el exguardia jurado

Cristóbal toma el sol en la zona de La Puntilla, donde es más feliz rodeado de sus vecinos. SABRINA CEBALLOS

¿De dónde viene usted, don Cristóbal?

Yo soy de la Península, pero se me murió la mujer y me fui a Palma de Mallorca de vacaciones con un amigo, donde conocí a una canaria muy guapa y buena persona, y me quedé prendado de ella. Y cuando me jubilé, con 64 años, después de haber sido guardia jurado toda mi vida, me vine a Canarias para casarme con ella. Eso fue hace 23 años ya, que se dice pronto. No me he quedado canario, me pasó igual que cuando fui aquellos diez años a Francia, que no se me pegó nada.

¿Viene usted por la playa muy a menudo?

Yo vengo cuando quiero, porque tengo un apartamento aquí cerquita, todos los días suelo venir. Vivo en una calle cercana en La Isleta, aunque tengo un pisi- to en el polígono de Cruz de Piedra, donde paso la mayor parte del año.

¿Y qué le gusta de la playa de Las Canteras?

Bueno, pues venir y tomar el sol, y pasear por la orilla. También voy a jugar al dominó al parque, la verdad. Ayer mismo, estuve jugando al dominó por allí toda la tarde porque hay mucha gente jugando a eso, y a la baraja y a todo, y así es la vida, hay que disfrutarla en todo momento.

¿Es usted de los que se traen la comida de casa?

No, no, yo como en casa y luego me bajo. Subo a eso de las 14.30 a comer a casa y luego bajo, después de la siesta. Por aquí no me paso todo el día, que me achicharro con el calor encima.

¿Alguna anécdota que recuerde con cariño de la playa?

Yo he estado aquí, y siempre he tenido buenas amistades con todo el mundo. Nunca he discutido con nadie, ni me he llevado mal con ninguna persona, ni aquí ni en ningún sitio. Algunas chicas me lanzan piropos, pero yo nada, no les hago caso, y si te digo lo contrario te miento. Yo de joven he llegado a ir nadando hasta La Barra, cuando vine con 65 años, nadaba cada día y llegaba sin problemas hasta allí. Ahora, con 86, no tanto, aunque sigo remojándome un poco, porque me gusta bañarme. Me baño un poquito, subo a casa y luego vuelvo a bajar por la tarde a tomarme un café o un refresquito, alcohol no porque ya no me sienta bien, si acaso una cerveza.

¿Qué tres personas se encuentra siempre que viene a la playa?

A Maricarmen, la de la pamela azul, que vive donde vivo yo, en mi mismo edificio. Si le preguntas por mí, seguro que te dice cosas mías, porque me conoce y me aprecia bastante. Siempre se pone en la misma zona, aunque hoy no está donde acostumbra, la verdad. Siempre se encuentra uno a las mismas personas, con las que hablas de tus cosas mientras disfrutas del sol y de la playa.

¿Hay algo que puede mejorar la playa?

Podría estar mejor porque todo se puede mejorar siempre, pero la playa está muy bien para mí. Hay unos baños por aquí, eso sí, que están cerrados y no se pueden usar, no sé por qué los habrán cerrado. Deberían volverlos a abrir porque la gente hace sus necesidades entre los barcos, y después huele mal y se llena esto de enfermedades por culpa de los bichos que atrae la orina.

¿Y qué zona de la playa le gusta más?

Me encanta la zona de La Puntilla, es donde mejor estoy, pero cuando llegué viví en la Playa Chica, que también me gusta. Fue allí donde me casé, quiero decir, que vivía allí cuando me casé con mi actual esposa, entonces es un sitio del que tengo un especial cariño por las vivencias que tuve en esa pequeña porción de arena.

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