Hay dos proverbios muy utilizados que pueden resumir la vida de Jean-Pierre, un aventurero francés que tomará la salida en la Atlantic Rally for Cruisers (ARC). Por un lado, el conocido dicho según el cual "el perro es el mejor amigo del hombre". Y por otro lado, el igualmente famoso slogan de los moteros: "Lo mejor del viaje de ida es el viaje de vuelta".
A bordo del Cat'leya, Jean-Pierre y su compañero de viaje Laurent, se sienten más libres. Para estos amantes del mar y de la naturaleza más salvaje en general, no hay nada mejor que perderse durante 12 meses al año en los confines del océano. Este catamarán es el séptimo barco del que es propietario Jean-Pierre, y es completamente nuevo ya que lo adquirió el pasado mes de junio. Esta ARC es la primera gran regata que demostrará cuáles son sus mimbres. De ahí que haya llegado tan temprano a la ciudad, algo que le servirá para "ir testando el barco y que no nos sorprenda en alta mar".
Pero para su capitán no es la primera competición náutica. Él ya participó con otro de sus Cat'leya, siempre llama igual a sus embarcaciones, en el Tour del Atlántico en el año 2.000. Si bien es cierto que este experimentado marinero ha hecho más millas que muchos de sus competidores con más regatas a sus espaldas. Jean-Pierre afirma conocer todos los secretos del océano Atlántico, del Mar Mediterráneo y del Mar Caribe, aunque sueña con poder estudiar las aguas del Pacífico en algún momento, probablemente al concluir la ARC de este año.
Mientras prepara los inmensos velámenes de su catamarán y dispone todo lo necesario para salir a mar abierto, Jean-Pierre comenta entusiasmado el amor por la mar que ha conseguido inculcar a sus hijos. "Llegaron el 28 de julio porque mis hijos vinieron conmigo de vacaciones", responde al ser preguntado por el motivo por el cual ha arribado en suelo canario tan pronto, ya que la regata no se iniciará hasta la primera semana de noviembre. Sin embargo, admite que si no fuera por sus amigos marineros, a los que suele invitar a sus travesías, se sentiría muy aburrido tantas horas a solas con su barco y con su Landseer.
Porque, si bien es cierto que su conversación no es muy prolongada en el tiempo, su perro Hades es su más fiel compañero de aventuras. Su gran tamaño y su frondoso pelaje llaman la atención de cualquier curioso que se acerca al Cat'leya. Pero esas no son sus únicas cualidades. Hades es un perro salvavidas: "Está entrenado para rescatar a alguien que se pueda caer de la embarcación", apunta su orgulloso dueño antes de añadir que "cuando navegas sueles estar solo, pero siempre te enteras de dónde están los demás regatistas gracias a la radio y a los radares".
Porque, sin dejar de lado el disfrute del mar y sus bondades, Jean-Pierre es un competidor. "La ARC es para disfrutar y divertirse, para conocer a gente de diversas nacionalidades, pero que no te engañen: ellos también quieren ganar y demostrar que sus barcos son mejores", señala entre carcajadas. Se muestra muy sorprendido, a su vez, con la alta participación que se espera en esta edición número 31 de la carrera, en la que van a batirse el cobre unos 300 barcos participantes, entre las dos modalidades posibles: la ARC Plus, en la que Jean-Pierre tomará parte, y la ARC.
"Navegar es sinónimo de libertad, lo que no significa que siempre estés libre", destaca el marinero francés, que aún así no cambiaría nada del mundo por su barco y la posibilidad que tiene de navegar por los siete mares, como ilustra en su sitio web sailingcatleya.blue. Para él, "hay muchos lugares que son especiales", pero para poder enamorarse de un sitio admite que ha de ser "salvaje", tener una gran diversidad paisajística. Por eso, le encantan las Islas Canarias porque, según cuenta, "lo que esperas encontrar cuando navegas es naturaleza". Y qué mejor naturaleza por el Atlántico que estas siete islas.
