Miguel Ángel Rondón, gestor de la empresa Gestión Torviscas que ha sido elegida por la directiva del Real Club Náutico de Gran Canaria como primera opción para llevar el bar- restaurante de la entidad, aseguró ayer que todavía quedan algunos flecos sueltos que han de ser resueltos antes se adjudique definitivamente el servicio. "Hay un conflicto laboral que están intentado solventar todas las partes y tendrá que estar arreglado antes de que se firme nada", apuntó el empresario en relación al personal "que el convenio de hostelería obliga al nuevo arrendatario a asumir", según recoge el comunicado hecho público en la web del ente deportivo que preside Fernando del Castillo. A pesar de ello, el restaurador confía en que el acuerdo llegue, finalmente, "a buen puerto".

Según aparece en el escrito difundido entre los socios el pasado lunes de manera on line, la idea es que, una vez se ultimen los detalles que faltan, se pueda firmar el contrato con la compañía seleccionada para que "se puedan iniciar cuanto antes los servicios" que, "por motivos justificados" se vieron en la necesidad de suspender el pasado 1 de agosto, al quedar desiertas dos licitaciones anteriores.

Inicialmente, en estas primeras ofertas se instaba a los posibles adjudicatarios a llevar a cabo la renovación de la cocina, dado el mal estado en el que esta se encuentra. Sin embargo, este requisito fue el que llevó a varios empresarios a no presentarse al concurso. "Han sido muchas las consecuencias y los problemas con que esta presidencia se ha encontrado ya que, los ofertantes en la primera y segunda convocatoria a la concesión, al ver las instalaciones y la carga tan numerosa de personal, les hicieron pensárselo mucho". No obstante, el último pliego de condiciones recoge que será la propia institución la que se haga cargo de la reforma.

Además de la obra, el último documento también contempla el punto que ha generado complicaciones a la hora de la adjudicación al que hace mención el presidente y que tiene que ver con el personal y su contratación. "El convenio de hostelería obliga a que el nuevo arrendatario debe asumir a todo el personal que en el momento de cesar el anterior, tuviere. Sépase que cuando el anterior accedió se hizo cargo de 13 personas y cuando se le requirió que entregara la concesión lo hizo dejando 23 empleados", aparece en el escrito rubricado por Fernando del Castillo.

"Este es un tema importante y hay que esperar a ver que pasa", señaló al respecto de esta cuestión Miguel Ángel Rondón, a quien la entidad ha elegido por "unanimidad", tras realizar "una detallada constatación y pensando con visión de futuro". Y es que el empresario es también el dueño del restaurante italiano que se emplaza en el edificio donde antes se encontraba el Amaiur en San Bernardo, esquina con la calle Pérez Galdós. De este modo, Rondón, que se presentó por primera vez al concurso, consiguió encabezar el listado de candidatos a hacerse cargo con el servicio. En un principio, la empresa que se haga cargo de la concesión deberá prestar un servicio de catering hasta que estén finalizadas las obras de rehabilitación de la cocina.

En el comunicado no hace referencia al número del resto de propuestas que llegaron al Real Club Náutico en la tercera convocatoria del concurso. "Hubo que estudiarse un buen número de propuestas, muchas de ellas muy poco definidas, toda vez que no hacían mención a la subrogación del personal, avales a prestar, experiencia demostrada para contrastar, ideas de cómo gestionar la explotación, contribución a renovar en las instalaciones, etc, etc", indica el escrito.