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Servicios sociales La atención a las adicciones y la convivencia

Más de mil vecinos de Santa Catalina rechazan la nueva unidad de metadona

Residentes y empresarios exigen además el traslado del centro Gánigo - Piden a Hidalgo que acabe con las peleas, escándalos y suciedad que causan los usuarios

Usuarios del Gánigo esperan en la calle para cenar en el centro. JUAN CARLOS CASTRO

Casi 1.200 vecinos y comerciantes de Santa Catalina han expresado su rechazo a la instalación de la nueva Unidad de Atención a la Drogodependencia (UAD) en la calle 29 de abril, que comenzará a funcionar en las próximas semanas. Los residentes y empresarios exigen también el traslado del centro de acogida Gánigo situado a pocos metros, en la calle Miguel Rojas, y aseguran que están cansados de aguantar las peleas, escandaleras y la falta de limpieza que provocan en esa calle los usuarios, mientras esperan para desayunar, comer o cenar. Desde el año 2013, el Gánigo atiende a personas sin hogar con problemas de drogodependencia, pero el número de usuarios y los problemas han aumentado en el último año, según los residentes.

Los vecinos, que llevan más de un año reclamando al Ayuntamiento que solucione los problemas que genera en su vida y en sus negocios la cercanía del centro Gánigo, lanzaron la alerta el mes pasado cuando se enteraron de la próxima instalación de un centro donde se dispensará metadona. La primera medida de protesta ha sido un escrito con casi 1.200 firmas, que fue presentado el pasado martes en el Ayuntamiento por representantes de la asociación Istmo de Santa Catalina, el colectivo que ha impulsado la protesta con el apoyo de la Asociación de Comerciantes Puerto Canteras y la Asociación de Empresarios de Apartamentos y Bungalows turísticos y la Asociación de Hoteles y Establecimientos Extrahoteleros de Las Palmas de Gran Canaria (Ahelpa). El presidente de la Ahelpa, Orlando Bonilla, se desmarcó ayer del rechazo a la unidad de desintoxicación, tras hablar con el concejal del distrito, Sergio Millares, y los responsables de la unidad, que ahora está instalada en la calle Franchy Roca.

"Creo que los vecinos y comerciantes tenemos que centrar nuestros esfuerzos en el traslado del centro Gánigo, porque el Ayuntamiento no tiene ningún plan de reubicación del centro y es ahí donde hay que hacer fuerza. Hay follones y peleas continuas que están afectando a la convivencia en la zona, por la que además transitan los turistas", señala Bonilla. No opinan los mismos los vecinos. "La ubicación de un centro de metadona en la zona demuestra que el Ayuntamiento no tiene intención de quitar el Gánigo, pese a que varios concejales han admitido reunión tras reunión que ese no el sitio para un centro. No sólo no piensan quitarlo, sino que han decidido concentrar toda la atención a drogodependientes en dos calles. El Ayuntamiento nos ha engañado al decir que la crisis impide quitar el Gánigo y que va a crear otros a lo largo de la ciudad", se queja Antonio Almazan, un vecino de la zona, que califica de "infierno" el último año. "Yo vivo aquí desde hace 30 años y había problemas, pero no como ahora. Yo sé que esas personas están viviendo una situación muy delicada, pero no sé por qué tenemos que aguantar el trapicheo y ver como hacen sus necesidades en la calle". Pilar Monzón, otra vecina, lamenta la imposibilidad de alquilar su apartamento. "A los clientes les encanta el sitio, pero cuando ven el panorama, se marchan. Se nos van los clientes por las escandaleras de los que llegan colocados", dice. Otro vecino explica que está intentando vender supuso, porque no aguanta más . No ve "lógico" que pongan un centro de metadona al lado de un colegio, en el que además hay otro comedor social. "Sólo nos queda tomar medidas legales y seguir protestando".

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