La empresa municipal Geursa acaba de sacar a concurso por la vía de urgencia la demolición de diez bloques de las viejas casas baratas de Tamaraceite y la construcción en el mismo lugar de otros dos bloques con 60 viviendas. La operación, que la Concejalía de Urbanismo, quiere que arranque antes de que acabe este año contempla una inversión de 4,97 millones y un plazo de ejecución de 15 meses, desde que se firme el contrato con la empresa que gane el concurso. A esta cifra hay que añadir una partida de 200.000 euros, que se destinará al pago de los alquileres de una parte de las 58 familias que viven ahora en los viejos bloques. En total serán 47 las familias que serán realojadas durante los próximos dos años -o más tiempo si fuera necesario- en casas de alquiler, porque otras once que viven ahora en esos bloques se irán a la promoción que se acaban de terminar en la avenida Pintor Pepe Dámaso.
Algunas familias ya se han marchado a casas de alquiler, donde permanecerán hasta que les hagan la nuevas, según afirmó ayer el concejal de Urbanismo, Javier Doreste. En total serán 86 viviendas las que se demolerán, las primeras del total de 354 que conforman el extinto patronato Francisco Franco, unas casas que se levantaron hace ya 49 años. Los bloques que se tirarán son el 1, 3,5, 7 y 9 de la calle San Juan de Ávila y los número 2, 4, 6,8 y 10 de la calle San Daniel.
"El mismo día que salga la última familia, empezaremos a derribar los bloques. Esperamos que a mediados de octubre esté todo el mundo fuera. Derribamos y comenzamos la obra sobre la marcha", informó Doreste. Un total de 60 familias de esos viejos bloques volverán al mismo sitio dentro de dos años, cuando se hagan las nuevas, y las otras 23 se irán a otro edificio situado cerca de la rotonda de Lomo Los Frailes, cuya construcción se sacó a concurso el mes pasado. Este edificio costará 2,09 millones y el Ayuntamiento pretende iniciar las obras antes de fin de año. El edil añadió que su departamento pretende iniciar a lo largo del próximo año otras 37 viviendas.
El Ayuntamiento pagará también el alquiler a los okupas de ocho sótanos, a los que además se les adjudicará una de las casas de nueva construcción, pero en régimen especial de alquiler. El responsable de Urbanismo aclaró que el proceso de realojo en casas de alquiler no va tan rápido como quisiera, porque los técnicos tienen que abrir un expediente por cada caso y todo esa tramitación lleva su tiempo. Por otro lado, el Ayuntamiento está pendiente de el Gobierno canario conceda la cédula de habitabilidad a las 72 viviendas de la avenida Pintor Pepe Dámaso, una condición indispensable para la conexión eléctrica, explicó Doreste, quien se quejó del retraso de la tramitación. Las casas están acabadas desde hace más de un mes y el Ayuntamiento ha tenido que contratar vigilancia privada para evitar que entren a robar en ellas.
Este servicio de seguridad permanecerá hasta que las casas estén listas para ser habitadas. El concejal espera que el permiso llegue lo antes posible.
