La Comisión Nacional del Mercado de Valores de Estados Unidos informó ayer de que el armador Ocean Rig, habitual durante los últimos meses en el Puerto de La Luz, donde ha preparado hasta cinco unidades para el periodo de inactividad, llegó a un acuerdo para desprenderse de su barco perforador Apollo en favor de los acreedores para así modificar el préstamo con el que se adquirió la unidad, evitándose el pago restante de la deuda por este barco.
El Apollo permaneció el pasado mes de marzo en el muelle Reina Sofía, donde la filial de Rolls-Royce en la capital grancanaria y los tallares navales de Hidramar se encargaron de adaptarlo para estar dos años inoperativo. Posteriormente, el buque fue remolcado hasta Grecia, donde permanece a la espera de un nuevo contrato para la extracción del petróleo.
Situación delicada
El director ejecutivo de la compañía, George Economou, ya anunció a principios del mes pasado la situación económica delicada por la que pasaban, advirtiendo a su vez de una posible entrada en quiebra. Estas declaraciones provocaron que las acciones de Ocean Rig se desplomaran un 56% en el índice Nasdaq en un día. Pedro Ekdal, gerente de Viking Star, que consigna a la compañía en la capital grancanaria, indicó ayer: "De momento no hemos tenido problemas con ellos" en cuanto al pago de los servicios se refiere. El armador aún mantiene una de sus unidades -Athena- en la bahía de la capital grancanaria, donde está posicionada a la espera de volver a operar.
Por otro lado, las informaciones sobre diferentes empresas del sector anuncian pérdidas millonarias. Una de las compañías afectadas por la crisis del petróleo es Farstad, que cuenta con una flota de 57 barcos de apoyo offshore que con asiduidad atracan en el puerto capitalino. Según la web Shippingwatch, especializada en esta industria, el déficit del armador creció el año pasado hasta los 116 millones de dólares.
