Cualquiera lo diría hace cuatro o cinco años. El Centro Comercial El Muelle languidecía por aquel entonces. Los locales cerraban, dejando tras de sí una imagen desoladora, con unos pocos clientes que acudían al cine o aprovechaban las tres horas de aparcamiento gratuitas para ir a otras zonas del istmo. Sin embargo, la radiografía actual es completamente diferente. La apertura en verano del próximo año del acuario Poema del Mar y el auge del turismo de cruceros, con cifras récord en 2015, están animando a los empresarios. Durante el último año y medio marcas como Hiperdino, Fund Grube, Worten o Sport Zone, estas dos últimas hace tan sólo diez días, han abierto sus comercios dentro del edificio que ya tiene el 61% de todos los locales ocupados. Y el objetivo es colocar el cartel de completo antes de 2018, como indica la gerente del centro comercial Ruth Casillas. Para ello, la empresa Archigestión, que gestiona el complejo situado dentro del espacio portuario, ya ha contactado con grandes compañías textiles como Inditex, quien ya en su día estuvo presente en el inmueble con un Zara, H&M, su gran competidora, o New Yorker.
Para explicar la deriva a la que llegó El Muelle hay que retrotraerse a finales de la primera década del presente siglo, concretamente a 2009, cuando Caixa Catalunya se hizo con su propiedad en plena crisis económica. Esta entidad quedó después integrada en Catalunya Banc, que acabó siendo nacionalizada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Esto hizo que en 2013 la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), también conocido como banco malo, asumiera su propiedad hasta que en septiembre de 2014 decidió excluirlo del listado de sus activos y devolverlo al BBVA, su actual dueño, que se había hecho con Caixa Catalunya.
En este embrollo de propietarios, El Muelle empezó a perder comerciantes hasta quedarse en un 20% de ocupación. Y, en medio de todo este proceso, el número de cruceristas no paraba de crecer cada año. La situación se complicó con el abandono de una de las firmas textiles más reconocidas a nivel mundial. "Lo que más dolió fue la salida de Zara", reconoce Casillas. "El que se fuera Zara", prosigue, "fue un problema sobre todo por el desánimo que produjo en los inquilinos, porque Zara es Zara, y si se va de un centro comercial es como si se estuviera muriendo".
El cierre del local del grupo Inditex supuso un impasse. Significaba dejar 2.000 metros cuadrados de la planta baja libres. Pero a su vez significó, poco después, la entrada de uno de los supermercados más reconocidos del Archipiélago: Hiperdino. "A partir de ahí empezó la reconstrucción, vamos a llamarlo así", apunta la gerente de El Muelle. La fecha del nuevo nacimiento del centro comercial fue el 9 de septiembre de 2014. Esos 2.000 metros eran ocupados por la firma isleña que intentaba no sólo dar cobertura a las necesidades de los turistas que llegaban en crucero y las tripulaciones de estos barcos, sino volver a atraer al cliente local.
Un año después llegó el turno de Fund Grube, otra de las marcas canarias con más proyección en los últimos años. La compañía invirtió 700.000 euros en la tienda que ocupa actualmente 500 metros cuadrados en el local más próximo al acceso por el que llegan los visitantes que arriban a la ciudad por el muelle de Santa Catalina. Y desde entonces, la llegada de clientes no ha parado de crecer. "Hasta el pasado mes de julio un 8%", indica Ruth Casillas. "Y todo sin la apertura de Worten y Sport, por lo que esperamos que a partir de septiembre, porque agosto es temporada baja para nosotros, suba mucho más la afluencia". Esas dos marcas que reseña la gerente, ambas pertenecientes al grupo portugués Sonae, son las últimas en abrir sus puertas. Lo hicieron el pasado miércoles, 24 de agosto. Los clientes incluso esperaron hasta ocho horas para la inauguración de Worten, tienda especializada en electrodomésticos y electrónica, que preparó una promoción para el primer centenar de visitantes a los que se les entregó 50 euros a cambio de 5. "Estas firmas nos dan dos cosas: un revulsivo y sobre todo que tanto operadores como clientes se den cuenta de que estamos haciendo cosas y no estamos a punto de cerrar, sino que realmente firmas importantes están apostando por nosotros", afirma.
Pero no serán las únicas inauguraciones este año. "Ya está firmado Shana, Levis, Vía Franca y Calzedonia, que comenzarán antes de primero de noviembre", apunta la gerente, que asegura que siguen negociando para tratar de atraer a nuevos comercios bajo una estrategia clara. "Lo que estamos intentando es que sean firmas potentes, irnos a locales más grandes, que haya más metros comerciales; de aquí a julio de 2017 pretendemos tener prácticamente el 85% ocupado", declara Casillas, que además confirma que tienen peticiones para ocupar todos los locales, como ya anunció el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, después del último consejo de administración celebrado en agosto. Entre esas marcas potentes de las que habla Casillas está el grupo Inditex, con Zara a la cabeza, H&M, New Yorker o Kiabi. "Esas firmas ya le hemos tocado y se les ha insistido que se lo tienen que volver a plantear". "Queremos tener todo ocupado durante el año 2017, con un equilibrio de pequeños comercios y grandes marcas".
El cambio no se va a dar únicamente en los negocios que se prevé que vayan llegando junto a los cruceristas, que se espera por miles durante el invierno. Asimismo, se llevará a cabo una reforma paralela del edificio para dotarle de una imagen más moderna. La primera de las estructuras que se pondrá al día será la marquesina, situada en la planta superior. Además, Archigestión procederá a cambiar el piso, falso techo e iluminación de todo el centro. Ruth Casillas indica que es "imposible" hacer toda esta reforma a corto plazo, "simplemente por no entorpecer la actividad comercial del centro y de los inquilinos, porque a todas estas tenemos que seguir vendiendo". Pero la nueva imagen, como recalca, no lo va a dar el edificio, "el cambio lo van a dar los locales" ya que "estamos intentando apoyarnos mucho en las franquicias, no descartando lo demás, pero ellos te crean unos locales que te hacen dar un giro de 180 grados".
Con todas esas novedades, y con el apoyo del BBVA, propietario del edificio, "que es consciente del carácter comercial del centro y se está encargando de potenciarlo"; las expectativas de cara al futuro no puede ser más halagüeñas para los comerciantes de un centro comercial cuyo único objetivo es recuperar el tiempo perdido gracias al avance del proyecto Puerto-Ciudad, en el que están inmersos el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la Autoridad Portuaria, y volver a convertirse en el mejor centro comercial de Europa, como ya lo consiguiera en 2004.
