María José, empleada en una tienda de una de las calles situadas en la trasera de la calle Triana se subía ayer por las paredes, del cabreo que tenía. A las dos de la tarde aseguraba no haber vendido ni un euro. María José - su nombre es falso porque prefirió guardar su anonimato- se mostró indignada por las consecuencias que tiene en los dependientes la apertura dominical. Como María José, otros trabajadores calificaron de "falso" que las grandes superficies que abren los domingos estén contratando a más gente. "Eso es mentira. Lo sé, porque tengo compañeras que trabajan allí y ni siquiera les pagan por trabajar los domingos. Si contrataran a más gente y pagaran más, yo encantada, pero no es así. No me parece justo y tampoco se vende tanto. En Blanco, por ejemplo, pagan bien los domingos. En esas condiciones, a mí no me importaría", explica María, quien asegura que desde que abren Las Arenas y El Corte Inglés, entre octubre y mayo, "la afluencia y las ventas afloja mucho" en Triana.
"Yo tengo hijos y una vida. El personal que viene de lunes a sábado es el mismo que viene el domingo, que es lo que la gente no sabe. No te lo pagan. Te dan un día libre cuando quiera el dueño. ¿Para qué quiero yo un día libre el lunes, para limpiar mi casa?. Lo peor que se ha podido hacer es abrir un domingo y eso que Triana abre sólo un domingo al mes. Las dependientas tienen familia. Dicen que contratan a más personal, pero eso es un engañabobos. Que me digan quien no puede comprar entre lunes y sábados, con los comercios abiertos doce horas", exclama indignada María José.
