El Ayuntamiento capitalino acaba de poner en funcionamiento las escaleras y la rampa que unen el Paseo de Chil con el Paseo de San Antonio tras varios meses de inactividad al sufrir un ataque vandálico que la inutilizó al completo y obligó a sustituir muchas piezas del mecanismo. Para ponerla de nuevo en funcionamiento el Área de Fomento y Vías y Obras ha tenido que invertir una partida de 28.446 euros en la reparación.

Estas escaleras, instaladas para facilitar la accesibilidad entre barrios, sufrieron un ataque vandálico hace unos meses cuando unos desconocidos arrojaron tornillos y clavos en los peldaños móviles que acabaron afectando al mecanismo gravemente, por lo que quedaron inmovilizadas. El daño provocado por estos tornillos en el engranaje de las escaleras inutilizó a medio centenar de peldaños y varias piezas más de la maquinaria, por lo que el presupuesto del arreglo se disparó hasta cerca de 30.000 euros que no cubre el contrato de mantenimiento habitual de estas instalaciones móviles. Tras lograr la financiación necesaria, Vías y Obras sacó a licitación el proyecto de rehabilitación, que incluía el suministro e instalación de nuevas piezas.