El buque-tanque quimiquero Orestina, de bandera británica y matrícula de Gibraltar, podría ser sancionado por una infracción grave al desobedecer las órdenes de Capitanía Marítima de regresar a Puerto y poner así en peligro la costa de Gran Canaria, tras solicitar auxilio a pocas millas de la Isla. Así lo indicaron ayer fuentes de Capitanía que, durante el día de ayer, inspeccionaba el barco y solicitaba la documentación reglamentaria al capitán.
La embarcación fue obligada a volver el pasado miércoles a La Luz por parte de la Guardia Civil y con la ayuda de dos remolcadores cuando se hallaba a la deriva a seis millas de la costa este de la Isla, con una avería en el motor y con más de 8.000 toneladas de combustible entre fuel oil (6.972) y gasoil (1.182), además del petróleo para uso propio, después de que el mismo solicitara ayuda al Centro de Salvamento.
La infracción podría suponer al armador una multa de 180.000 euros por una supuesta infracción, por un delito contra la seguridad marítima, según el texto refundido de La Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante.
El quimiquero seguirá amarrado a puerto hasta que se terminen las diligencias, que comenzaron ayer por ser el jueves día festivo en la Isla, al celebrarse la festividad de la Virgen del Pino, pese a que la embarcación llegó a La Luz el jueves de madrugada.
El barco, que había salido el miércoles del recinto portuario, se dirigía hacia Mauritania sin problema alguno, tras ser operado por la consignataria Atlansea, cuando surgió el percance.
El Orestina, que se encuentra amarrado en el muelle León y Castillo, fue visitado ayer por la mañana por responsables de Capitanía Marítima, mientras se solucionaba la avería en el motor.
Travesía
El quimiquero solicitó ayuda al Centro de Salvamento el miércoles a las 19.10 horas. Tras la llamada, se movilizó el buque de Salvamento Marítimo Miguel de Cervantes ante el temor de que la carga pudiera peligrar y dados los antecedentes del Olef Naydenov, que en abril del pasado año tuvo que ser hundido en el sur de Gran Canaria, después de ser evacuado de las instalaciones portuarias al incendiarse antes de partir a su destino y poner en riesgo la seguridad de las instalaciones y de la ciudad.
El carguero ruso llevaba tan solo 1.400 toneladas de fuel frente a las 8.000 que transporta el Orestina.
Mientras el Miguel de Cervantes acudía a auxiliar a la embarcación, construida en 2009 y con más de 6.000 toneladas de peso, desde Salvamento se requirió al buque de que debía tomar remolque y dirigirse al puerto de La Luz por orden de Capitanía Marítima.
El Orestina se negó a ello y a los cuarenta minutos de la señal de ayuda comunicó al Centro de Salvamento que ya no requería asistencia.
Capitanía Marítima remitió de nuevo a las 22.21 horas y a las 22.35 a la embarcación la orden de retornar a La Luz, aunque en esta ocasión lo hizo mediante un correo electrónico y advirtiéndole de que si no regresaba estaba incurriendo en un delito y que podía ser apresado por la amenaza que representaba estar a la deriva, dada la carga que llevaba.
Ante la negativa del barco, se solicitó ayuda a la Guardia Civil que acudió al punto donde se encontraba el buque con un helicóptero, aunque finalmente no tuvo que intervenir, ya que el capitán del Orestina se avino a regresar a Las Palmas de Gran Canaria, donde llegó de madrugada.
El delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, confirmó ayer estos hechos desde Fuerteventura, donde acudió a visitar las obras de regeneración de la playa de El Castillo. "Cuando se fue a proceder al abordaje el capitán, voluntariamente, lanzó el cable para ser amarrado. No hubo necesidad de llegar a este punto pero eso no quita para que se le abra un expediente sancionador por haber desatendido las órdenes". Bento subrayó además que "no hay peligro" de que el buque esté en el Puerto.
