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Una media de 125 palmeras se caen o son taladas cada año en el municipio

Medina niega su responsabilidad en la muerte de dos ejemplares en El Pambaso por estar en suelo "privado"

Una media de 125 palmeras desaparecen cada año en el municipio, en la mayoría de los casos debido a plagas o enfermedades, según los datos aportados por la concejala de Parques y Jardines, Inmaculada Medina, que ayer negó cualquier responsabilidad, por parte del Ayuntamiento, en la muerte de los dos ejemplares históricos de El Pambaso, que cayeron muertos el pasado fin de semana. Medina aseguró que las dos Phoenix canariensis, especie incluida el catálogo regional de especies protegidas, estaban en un espacio "privado". "Estas palmeras", sostuvo, "no están en un espacio municipal", circunstancia que a su juicio descarga al Ayuntamiento de cualquier responsabilidad en la muerte de estos dos árboles centenarios que el pintor Jorge Oramas inmortalizó.

La edil añadió que las palmeras gemelas se cayeron debido al derrumbe de parte de un muro de contención que estaba al lado. "El mal estado del muro que las mantenía provocó que se vinieran abajo. Parece que las palmeras y el muro se han caído a la vez, porque al derrumbarse la estructura, que está en muy mal estado y es muy vieja, ha dañado las raíces", lo que a su vez ha provocado que los ejemplares se viniesen abajo. Técnicos consultados creen, sin embargo, que los ejemplares precisaban de un riego asistido, debido a su vejez.

La muerte de las palmeras de la falda del Risco de San Nicolás se suma a una larga lista de congéneres que caen cada año, aunque Parques y Jardines no aclara cuántas de ellas son Phoenix. En lo que va de año han muerto un total de 43 ejemplares, el 79% de los cuales han sido talados. Entre 2001 y 2015 fueron retiradas un total de 626, en su inmensa mayoría taladas, lo que arroja una media de 125 palmeras menos por año.

En esta estadística no se contabilizan las decenas de Phoenix muertas en la montaña de El Lasso. Según los técnicos de Parques y Jardines, el picudo rojo, que causó una gran alarma hace unos años, "está controlado". Aseguran que la mayor causa de mortandad de las palmeras se debe al ataque del Thielaviopsis Paradoxa, un hongo que hace caer el cogollo del árbol. Los técnicos destacan que entre 2011y 2016 se han plantado un total de 1.546 palmeras, casi el doble de las que se han quedado por el camino.

El cementerio de El Lasso

  • El otrora espectacular palmeral de El Lasso, que nació en 1984 gracias al empeño del desaparecido naturalista Jaime O´Shanahan y el esfuerzo de centenares de operarios, se ha transformado durante los últimos seis años en un cementerio. Decenas y decenas de palmeras muertas enseñan sus troncos convertidos en muñones, en medio de una zona que se ha convertido en un vertedero de escombros.El palmeral llegó a tener 4.000 ejemplares que arraigaron en el denominado parque forestal de El Lasso, tras la reforestación de las laderas de el barranco de El Lasso-El Rosario, pero durante los últimos seis años han desaparecido varios centenares. Pese a tratarse de árboles supuestamente protegidos, nadie ha movido un dedo desde las administraciones para acabar con las muertes de las palmeras, desde que el Cabildo decidió interrumpir el riego de la zona en 2010.La concejala de Parques y Jardines, Inmaculada Medina, aseguró ayer que el palmeral de El Lasso es "competencia" del Cabildo de Gran Canaria cuando se le habló del pésimo estado en que se encuentra el lugar, plagado de basuras, y de la mortandad de las palmas.La visión de las laderas desde la circunvalación es estremecedora. Decenas de troncos truncados de palmas siguen apareciendo en las montañas, pese a que en 2013 fue talado cerca de un centenar.Ni el anterior gobierno municipal, que habló de la posibilidad de trasplantar unas 600 palmeras que nunca se llevó a cabo, ni el actual han sido capaces de salvar los restos de este palmeral. La visión es más dantesca aún en la misma zona. A los troncos talados en 2013, para ocultar la muerte de las ejemplares, se han ido sumando más palmeras muertas que han sido invadidas por escombros, basuras y hasta restos de podas.La falta de vigilancia de la finca, cuya histórica casona ha sido desvalijada por los gamberros, la ha convertido en un basurero.La situación del lugar, que el Cabildo de Gran Canaria traspasó al Ayuntamiento el 30 de enero de 2012, es cada día peor debido al abandono en que se encuentra el lugar y ni siquiera los artilugios de riego por aspersión que se instalaron durante el mandato de Juan José Cardona para intentar capear las críticas en los medios de comunicación, fueron capaces de salvar a unos ejemplares, que murieron debido a la interrupción del agua en 2010. Algunos técnicos hablaron también del error de enchumbar de agua de repente unas palmeras que llevaban años sin riego y advirtieron que podría ser peor el remedio que la enfermedad.El Lasso debe ser la zona del municipio de mayor mortandad de palmeras, pero no es el único. En Barranco Seco también son muchos los ejemplares que han desaparecido y los vecinos denuncian de manera continua el abandono en que se encuentran las palmeras en múltiples puntos del municipio.

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