Los seis acusados por el accidente laboral ocurrido en el Puerto de La Luz en 2011 que costó la vida a un soldador y en el que otro operario salió herido, y las tres aseguradoras de las empresas implicadas han indemnizado con 70.000 euros al padre del fallecido y con 160.000 euros para su pareja sentimental, con la que tenía un hijo en común. Así se anunció ayer en el Juzgado de lo Penal número 4 de Las Palmas de Gran Canaria, donde finalmente no se celebró la vista oral tras el acuerdo que alcanzaron las tres partes. De este modo, a la cantidad total de 230.000 euros, las tres compañías han aportado 57.447,04 euros cada una, mientras que cada uno de los procesados ha añadido 9.609, 95 euros.
Los seis fueron condenados, además, a una multa de 900 euros y a seis meses de prisión por un delito contra los derechos de los trabajadores; a un año de cárcel y un año de inhabilitación para el ejercicio de sus respectivas profesiones por un delito de homicidio imprudente; y a tres meses de prisión por un delito de lesiones imprudentes. Dado que el total, un año y nueve meses de cárcel, es un periodo de tiempo inferior a dos años y que ninguno de ellos tiene antecedentes penales, no tendrán que ingresar en prisión.
Los condenados son los administradores de la empresa especializada en reparaciones navales Feroher, Felipe del Rosario Montenegro y Eva María del Rosario Santana; el encargado de esa compañía, Juan Antonio Márquez González; el administrador de Contratas Navales Atlánticas, José Manuel Vega Santana; y el director técnico de Naviera Armas y el inspector del buque, Julián Ramón Torremocha Gil y Manuel Jesús García Hernández, respectivamente.
El fallecido en el incidente era Acoidán Santana García, de 27 años de edad y vecino del barrio de Caserones, en Telde. Santana murió cuando trabajaba en la reparación del Volcán del Teide, buque de la naviera Armas, al caerle encima el portón de la nave. También resultó herido en la cabeza otro operario, que cayó al mar, estuvo 35 días con incapacidad para sus ocupaciones habituales y le quedó como secuela estrés postraumático, si bien no reclamó indemnización alguna.
El accidente tuvo lugar durante la madrugada del pasado 19 de abril del año 2011. Armas encomendó a Feroher la colocación de un tacón suplementario en los portones de acceso al barco Volcán del Teide, y esta compañía, a su vez, subcontrató a Contratas Navales Atlánticas.
Los trabajos se llevaron a cabo en tres días no consecutivos debido al mal tiempo y al servicio que cada día presta el barco. A pesar de que el arreglo debía terminarse esa misma madrugada en el dique León y Castillo, los dos puntales colocados debajo del portón cedieron. Como consecuencia de esto, la rampa, de 65 toneladas de peso, cayó sobre Santana y golpeó en la cabeza al otro empleado de Contratas Navales Atlánticas, momento en el que cayó al mar. Un tercer operario que se encontraba también en el lugar de los hechos no resultó afectado.
Tal y como explicaba el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, los pilares o pivotes eran metálicos, tenían una altura de 1,60 metros y un diámetro de 16,5 centímetros, habían sido fabricados artesanalmente en las instalaciones de Feroher y carecían de cualquier dato sobre su resistencia. El ministerio público apuntaba a la inestabilidad de los pilares o a una mala colocación de estos como posibles causas del percance. El tacón se había dispuesto los días anteriores y esa madrugada había que finalizar la operación. Se encontraba sujeto con un pequeño cordón de soldadura y la rampa se había dejado en flotación, sin que su sistema hidráulico de izado ejerciera fuerza alguna.
