La única vez que Tintín puso un pie en el archipiélago canario fue durante su viaje al Congo cuando hizo escala en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. Pero en 2004 el célebre personaje de Hergé se coló en los lienzos del pintor Héctor Vera y empezó a recorrer la isla de Gran Canaria junto a Milú y al Capitán Haddock. Las redes sociales han rescatado la obra del autor canario y han convertido en virales los viajes de Tintín por la isla.
La primera vez que Vera retrató a Tintín fue para su exposición La Ciudad Paralela que se inauguró en 2004 en el Rectorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. La muestra constaba de 15 cuadros en los que el mundo del subconsciente del pintor se fusionó con la capital grancanaria. En esa dimensión paralela nuestros riscos se convirtieron en islas, Vegueta ganó un canal y las Torres Gemelas fueron replicadas en Guanarteme. El pintor imaginó, en este mundo irreal, a los personajes de Hergé dando un paseo por el Parque San Telmo. Vera asegura que fue algo natural, porque siempre le llamó la atención la manera en que Hergé era capaz de esbozar una ciudad y que esta se quedase en la retina del lector, como si hubiese estado en esos lugares en la realidad. "Las Palmas de Gran Canaria, tan criticada a veces, tiene una estructura bellísima, es un espacio donde no sorprendería que apareciese Tintín al doblar la esquina", explica el autor.
La Ciudad Paralela proyectada por el pintor canario vendió prácticamente todos sus cuadros el día de su inauguración, quedó solo uno y no tardó en encontrar dueño.
Vera comenta que esa vez pintó a los personajes de Hergé casi con timidez, de espaldas al público, para prevenir cualquier problema con los derechos de imagen del personaje. Doce años más tarde Tintín se ha convertido en el centro de sus encargos. "La gente me pide que dibuje a Tintín en sitios específicos de la ciudad, normalmente en las calles donde viven o en zonas que les gusten especialmente, como en la Plaza de Las Ranas ahora veo a Tintín en cada rincón de la ciudad", señala Vera. El pintor asegura que en ningún momento pensó que fuese a tener tanto éxito y mucho menos que llegase a convertirse en viral.
"Una cuñada mía, que vive en Alemania, nos mandó un email con mis dibujos, pero sin saber que era yo el que los había pintado, fue realmente surrealista", comenta Vera entre risas. Asegura que , a pesar de no saber por qué se han vuelto a difundir, la publicidad que generan las redes sociales se están convirtiendo en un gran aliado de autores como él que son dibujantes en sus ratos libres, en su caso pintar es su manera de relajarse de su trabajo como fotógrafo.
Asegura que empieza a sentir la necesidad de dar un paso a una nueva etapa como pintor, que necesita dejar de lado el trazo perfecto del cómic para "dibujar de una manera más sucia, es decir, llena de sombras, relieves y donde la mancha también cobre protagonismo", pero que la gente sigue demandando al personaje de Hergé. De momento, Tintín, Haddock y Milú seguirán descubriendo Las Palmas de Gran Canaria.
