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Una guardia con coraje

Eva Díaz López fue galardonada por sofocar un incendio en La Paterna

Eva Díaz López. JOSÉ CARLOS GUERRA

Eva Díaz López ama su profesión y tiene vocación de servicio, algo que se nota cuando habla y también cuando repasa su historial de servicio. El pasado mes de junio se encontraba durmiendo en su casa cuando oyó los gritos de una vecina del quinto piso a la que se le había pegado fuego en su cocina. No se lo pensó dos veces. Subió en pijama y hasta que no sofocó el fuego, no paró. Cuando llegaron los bomberos, sólo quedaba el rastro del incendio. Sacó de la cocina a la dueña de la casa incendiada y no paró hasta que la puso en lugar seguro. Tuvo que recibir asistencia sanitaria porque sufrió una intoxicación por la emanación de los gases. "Mi hijo me avisó y cuando llegué arriba, me veo la cocina ardiendo. Mi vecina se iba hacia el fondo, yo intentaba sacarla de la casa y no había manera. Le dije a mi hijo: 'corre y cógeme un extintor donde sea'. Se recorrió el pobre toda la calle hasta que localizó el extintor y llegó justo a tiempo para que el fuego no saliera de la cocina. Lo apagué y desalojé el edificio. La dueña de la casa me ha regalado una mano de Fátima en plata, como agradecimiento. 25 años de servicio", explica Díaz, que se declara "orgullosa de pertenecer a la Policía Local. Me gusta la calle y la noche para trabajar, aunque hace años que realiza tareas administrativas". La de ayer no es la única medalla que recibe. Tiene otra por haberle salvado la vida a una víctima de un apuñalamiento, a la que taponó la herida. También ha recibido una metopa por ayudar a traer a un niño al mundo. "Le salvé el cuello a un chico que apuñalaron en Carnavales. Llegó con el cuello sangrando y le puse servilletas hasta que vino el médico. Gracias a Dios está vivo". Al acto acudió Juani Gil, la dueña de la casa que se quemó. Ahora son amigas. No sabía que su vecina era policía. Se enteró cuando llegaron sus compañeros, tras el incendio.

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