Tras la caída de un 9,4% en el primer semestre del año en el tráfico de contenedores en el Puerto de Las Palmas -unas 39.000 unidades-, los meses de julio y agosto parecen haber supuesto un alivio al sector si bien los datos acumulados a lo largo del año continúan siendo negativos.
Las estadísticas oficiales de Puertos del Estado señalan un repunte en los dos meses veraniegos respecto al mismo periodo del pasado año. Si en julio se movieron un total de 80.240 unidades frente a las 78.970 que lo hicieron en 2015. En agosto la cifra se incremento un poco más con 81.592 unidades frente a las 74.339 que se obtuvieron el pasado año.
A pesar de la mejoría, el Puerto de Las Palmas en su conjunto, en el que también hay que incluir los de Lanzarote, Puerto del Rosario y Arinaga, presenta un saldo negativo de 4,6% en lo que va de año, según los registros de la Autoridad Portuaria.
El presidente de la Autoridad Portuaria reconocía este fin de semana, antes de viajar hacia Paraguay para encontrar nuevos mercados que conviertan al Puerto en un enlace de la distribución del sector alimentario del país sudamericano de camino a Europa y África, la caída del sector.
La estiba no se encuentra en su mejor momento. A la bajada del tráfico de contenedores hay que sumar, según Ibarra, la parálisis que ha provocado el contencioso con la Unión Europea, que solicita la liberalización del mercado de la estiba ahora en manos de la Sagep (Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios del Puerto de La Luz y Las Palmas) y que obligara a una reestructuración del sector.
Un problema que afecta a todos los puertos de España y que ha dado lugar a una sentencia condenatoria por parte del Tribunal de Luxemburgo, que aún no se ha cumplido pese a que podía ser sancionable.
"Llevamos dos años sin avanzar en este aspecto y aunque el Puerto se llena de atraques con los cruceros esperemos que el sector se reactive cuando se den las concesiones nuevas y este operativa la nueva dársena de 400 metros del muelle de La Esfinge", comentó Ibarra.
La solución al tema de la estiba no parece solucionarse en un corto espacio de tiempo. Primero porque aún no hay gobierno definitivo en Madrid, aunque el de Rajoy podría firmar perfectamente un decreto-ley que ponga en marcha la reestructuración del sector al que le obliga la sentencia europea Y, en segundo lugar, porque el coordinador estatal de los Trabajadores de la Estiba, Antolín Goya, ya ha anunciado que cualquier modificación en el sector debe ser consensuada entre todas las partes.
