"Vegueta está viva. Está viva en cada uno de los que actualmente la habitamos; somos sus células, su sangre y sus órganos. Somos una gran familia y es como si viviéramos en un pueblito pequeño a cinco minutos de la gran ciudad, porque la vida se hace en la plaza, en las aceras y en el mercado, en la conversación amable y la mano tendida al vecino", destacó ayer Tato Sansó, pregonero de las fiestas del Rosario, que arrancaron ayer con las palabras de este conocido vecino de Vegueta en la plaza de Santo Domingo.

"Alrededor de esta plaza y estas calles nos conocemos todos. Unos nos tratamos, otros nos saludamos; sabemos el nombre de unos, conocemos las caras de otros, pero sabemos quiénes son sus padres, hermanos o hijos. Es como un gran puzle en donde todas las las piezas siempre encajan", añadió.

Sansó tuvo también palabras para los más ilustres del barrio, como Carmelo Santana, "un pregonero natural y permanente". "Por él nos enteramos de muertes, funerales, enfermedades, eventos, efemérides o cualquier noticia buena o mala sobre nuestros vecinos", contó. Igualmente hizo mención a otras figuras: "Estamos rodeados de talento artístico que toca todos los palos: Pepita y Susa Mari Suárez Verona, Pedro Lezcano, Santiago Gil, Mario Antígono, Paco Navarro, Andrés Umpiérrez, Alfredo el joyero y tantos otros son buena prueba de ello".

Antes, el pregonero había hablado del barrio que conoció en su infancia y de los olores, sonidos y estampas que lo caracterizaban, así como de los cambios que ha sufrido. "Ahora tenemos otra Vegueta, que ya no tiende los puentes de Palo y de Piedra sobre el barranco del Guiniguada camino de Triana. Estos barrios están ahora separados por una gélida autovía. El desarrollo le clavó un puñal al corazón de la ciudad", expuso el pregonero.

Petición

Casi al final de su discurso, aprovechó para hacer una petición: "Tenemos el privilegio de vivir en el casco histórico de la ciudad, y nos resistimos a que la imagen engulla la vida. Por eso es buena que las instituciones implicadas vayan estableciendo normas que permitan la adaptación del barrio a los nuevos modelos familares y sociales".

Una vez finalizada la lectura del pregón, los presentes pudieron disfrutar del ya tradicional concierto del grupo folklórico Los Gofiones, también en la plaza de Santo Domingo del histórico barrio de la capital.