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Bicentenario del fallecimiento del obispo canario

Don Manuel Verdugo y Alviturría

El único isleño que ha ocupado el Obispado de la Diócesis de Canarias viajó por las siete islas, creó nuevas parroquias y celebró la abolición de la Inquisición

Retrato del obispo Verdugo. FEDAC

El 27 de septiembre de 1906, al cumplirse el primer centenario de la muerte del obispo don Manuel Verdugo, único canario que ha ocupado la sede de la diócesis de Canarias, don José Batllori y Lorenzo escribió un largo artículo en el periódico de la tarde Diario de Las Palmas, lamentándose que la efeméride había pasado desapercibida por los canarios. Comenzaba así su artículo: "Las campanas puestas en lo alto de la torre norte de la catedral de Canarias, que el genio de Luján Pérez concibiera y que gracias a la munificencia de este insigne prelado se alzó sobre la Plaza Mayor en el primer cuarto del siglo XIX, mudas y silenciosas hoy, en el primer centenario de su muerte, no han querido despertar en la ciudad dormida la memoria de un hombre superior, cuyo corazón generoso y magnánimo fue en todos los momentos de su vida el apoyo del pueblo canario... Al siglo de su muerte pasa inadvertido y olvidado por la ciudad que tanto amó y a cuyo engrandecimiento consagró su vida entera".

Aquel olvido no volverá a repetirse este año, en que se cumple el bicentenario de su fallecimiento. El Cabildo Catedral y la Real Sociedad Económica de Amigos del País han elaborado un programa de actos conmemorativos que veremos al final de este artículo, después de la semblanza que exponemos a continuación.

Manuel Verdugo Alviturría nació en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria el día 22 de agosto de 1749, y fue bautizado el día 25. Era hijo de don Joaquín José Verdugo y Alviturría, teniente coronel y regidor perpetuo de la isla, y de doña Micaela María de Alviturría y Verdugo. Por parte paterna era descendiente de familia castellana, de Arévalo en Ávila, y por parte materna de familia vasca, de Sojo en Álava.

Los primeros estudios los hizo en el convento de San Pedro Mártir, de la orden de Santo Domingo. Los estudios superiores los realizó en las universidades de Alcalá de Henares y Valladolid. En la de Valencia se doctoró en derecho canónico en 1775. Fue ordenado sacerdote el 26 de julio de 1772 en Madrid por el obispo auxiliar del arzobispo de Toledo. En 1779 el obispo fray Joaquín de Herrera lo nombró visitador general de la diócesis. El mismo año, el rey le concedió la prebenda de racionero de la catedral. Obtuvo luego la canonjía de doctoral por oposición en 1780, tomando posesión de la misma el 21 de marzo de 1781. Ascendió a la dignidad de tesorero en 1784 y a la de Arcediano titular en 1790. En la vacante del obispo Antonio de la Plaza, fue nombrado provisor y vicario general del obispado. En 1793 se le confirió una de las plazas de auditor del Tribunal de la Rota en Madrid.

El último destino del doctor don Manuel Verdugo fue el nombramiento de obispo de Canarias. Las Bulas fueron firmadas en Roma por el papa Pío VI el 27 de junio de 1796. En las Islas la noticia, que se conocía desde el mes de marzo, se recibió con enorme alegría, y no era para menos porque fue el primer canario nombrado obispo de la diócesis Canariense. Repicaron las campanas y durante varias noches hubo luminarias. Verdugo había comunicado al cabildo su nombramiento en carta de 26 de marzo, en la que manifiesta a los capitulares que "ayudándome con su ejemplo y con su doctrina podamos resucitar aquellos venturosos y felicísimos tiempos de la primitiva Iglesia en que la caridad cristiana era el solo móvil de las acciones de los fieles".

El 21 de agosto de 1796 fue consagrado en la iglesia de San Salvador de Madrid por el señor Lorenzana, arzobispo de Toledo, asistido por su auxiliar Puyal y Poveda y por el obispo de Osma, don Antonio Tavira, su predecesor. Tomó posesión de la diócesis por poderes el 18 de septiembre de 1796. En su ausencia gobernó el obispado el arcediano de Fuerteventura don José de Viera y Clavijo. Verdugo llegó a su sede en el mes de julio de 1797.

En los 20 años de pontificado, don Manuel Verdugo visitó las siete islas, creó nuevas parroquias y la imagen de Nuestra Señora del Pino bajó cinco veces a la catedral para hacer rogativas, por diversas circunstancias: sequía, epidemia y guerra. En la de 1808 escribió una pastoral a todos los diocesanos para que rogasen por la libertad del rey Fernando VII, cautivo en Francia, y por el triunfo de España en la guerra de la Independencia. También pide insistentemente que haya concordia entre los canarios de las islas de Tenerife y Gran Canaria, enfrentados por el establecimiento de la junta provincial en aquellos dolorosos años de guerra. En 1808 tuvo lugar también el motín de Teror por la demora en el inicio de las obras de reconstrucción del templo. Verdugo apaciguó los ánimos de los vecinos ordenando el inmediato comienzo de los trabajos. A iniciativa suya se construyó la torre norte de la catedral y se amplió el seminario. También colaboró con generosos donativos a las reconstrucciones de las iglesias de la Concepción y de los Remedios de La Laguna, y de otros templos.

El obispo don Manuel Verdugo fue socio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria. Celebró con entusiasmo la abolición del Santo Oficio de la Inquisición. Como seguidor de la Ilustración, apoyó y costeó con el dinero de la Mitra importantes obras sociales: nuevas escuelas para niños y niñas, conducción del agua de la Fuente de Morales a los pilares de la ciudad, mejora de la plaza de Santa Ana y de los caminos vecinales, adquisición y difusión en todas las islas de la vacuna contra la viruela y un puente de piedra sobre el barranco Guiniguada. Falleció el 27 de septiembre de 1816, hace 200 años. Está sepultado en la capilla del Sagrario de la catedral. En su lápida se lee: "Aquí duerme el excmo. y rvdmo. d. Manuel Verdugo Albiturría, único obispo hijo de Canarias que ha ocupa-do esta sede. Durante su pontificado fueron creadas muchas de las antiguas parroquias de esta diócesis. Fue pastor prudente y sabio, e insigne bienhechor de la ciudad. Falleció el 27 de septiembre de 1816".

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