La dársena granelera en el muelle de La Esfinge saldrá a licitación esta próxima semana después de que Puertos del Estado haya dado el visto bueno a esta infraestructura con la que la Autoridad Portuaria de Las Palmas quiere atraer a los exportadores de grano y carne de Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina aprovechando las ventajas de La Luz como puerto del Atlántico Medio. Así lo anunció ayer el presidente de la entidad, Luis Ibarra, en una rueda de prensa ofrecida en la misma sede de la Autoridad Portuaria, donde explicó a los medios de comunicación el trabajo que se está llevando a cabo en esta línea desde hace unos meses.
Ibarra, que estuvo acompañado
de los representantes de la empresas Boluda, La Luz Market y el colectivo de estibadores, aclaró que el proyecto de convertir a La Luz en un puerto de redistribución de grano desde sudamerica a Europa y a África no es nuevo, pero que hasta ahora no se había podía llevar a cabo por falta de espacio.
"El sector empresarial nos lo pedía, pero el Puerto adolecía de espacio ya que todas las dársenas estaban ocupadas. Cuando se construyó el muelle de La Esfinge vimos una oportunidad pero con los problemas que dio hasta que no se resolvieron en 2013 no lo pudimos retomar ", concretó. Actualmente, solo un 14% del tráfico total de mercancías que se realiza en el Puerto va hacia el continente americano.
La licitación de la nueva dársena interior en el muelle de La Esfinge de 400 metros, que tiene una inversión de 16,8 millones de euros, podría estar adjudicada en febrero de 2017, según los planes de la Autoridad Portuaria. Y en verano de 2018 podría estar operativa para los exportadores sudamericanos de millo y soja, preferentemente.
La iniciativa pretende que los productores de grano que ahora venden su producción a multinacionales para enviarla hacia Europa por los puertos de Roterdam y de Algeciras recalen en La Luz aprovechando su cercanía con África y las ventajas de pertenecer a la Unión Europea y de contar con una Zona Franca. En este sentido, Ibarra indicó que junto a la dársena habrá una superficie libre de 150.000 metros cuadrados que podría ser perfectamente utilizada para la construcción de silos o para la implantación de alguna industria transformadora que permita, por ejemplo, convertir la soja que se exporte en aceite, harina o pienso. Productos altamente demandados por Europa y África.
Ibarra animó a la iniciativa pública a interesarse por esta parcela para poder llevar a cabo este proyecto ya que, de no ser así, podría morir si alguna empresa interesada apuesta por el terreno para otro tipo de actividad. "La ley nos permite hacer una concesión de la parcela mientras se termina la obra ya que ésta dura menos de dos años", dijo. Dos tercios del muelle de La Esfinge ya ha sido ocupado por la inversión privada. Entre ellas, la compañía de transporte Naviera Armas y la empresa de reparación naval Zamakona que, conjuntamente con la noruega CCB, trabaja en un centro de reparaciones navales off -shore.
Tanto el representante de los trabajadores de la estiba, Miguel Rodríguez, como el de Boluda, Javier Climent, y de La Luz Market, Bernardino Santana, reconocieron la importancia de este proyecto para el Puerto, ya que diversificará aún más su actividad.
