La Autoridad Portuaria de Las Palmas estudia la viabilidad de suministrar gas licuado a los barcos que llegan al Puerto sin necesidad de instalar una regasificadora como la que se plantea en el municipio tinerfeño de Granadilla. Así lo ha indicado estos días el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, en varias comparencias públicas acerca de convertir a La Luz en un punto de distribución del grano de Sudamérica hacia Europa y África. La idea es que los buques puedan abastecerse de este combustible, menos contaminante que los derivados del petróleo, directamente en el muelle a través de un depósito de distribución similar a uno de los tanques que hoy tiene la empresa Oryx en La Luz.
En este sentido, la Autoridad Portuaria ha señalado que en breve adjudicará a una empresa experta en la materia un análisis al detalle sobre el modelo idóneo a seguir, así como el lugar adecuado para instalar esta infraestructura dentro del Puerto, entre otros aspectos como el coste.
El pasado viernes, Ibarra dejó claro que el Puerto de Las Palmas "no se va a quedar atrás" en este cambio estratégico mundial de buscar energías más limpias y menos contaminantes que las actuales para el planeta y la salud humana, por la posición estratégica que ocupa La Luz en el Atlántico Medio. Entre otras razones, porque la Unión Europea dictó en 2012 una directiva que obligaba a los buques a reducir las emisiones de azufre y otros contaminante siguiendo la normativa aplicada por la Organización Marítima Internacional y otra en 2014 para que los puertos de cada país dispongan de un número adecuado de puntos de repostaje para los buques que ya están utilizando este tipo de combustible. Particularmente los cruceros y los ferrys que hacen trayectos de corto recorrido.
Pero puntualizó que una cosa era instalar una gasificadora y otra unos depósitos para suministrar gas licuado a los barcos. "Son dos cosas completamente distintas", enfatizó el presidente de la Autoridad Portuaria en clara referencia a las críticas y debate que ha suscitado la regasificadora de Granadilla por su impacto medioambiental y peligrosidad frente a la posibilidad de utilizar otras energías renovables como la eólica, la solar o la marina o más limpias como el gas.
El gas licuado no es otro cosa que gas natural que, sometido a un proceso de baja temperatura (-160º C), pasa a ser liquido y, por tanto, más factible de transportarse en cisternas criogénicas por carretera y ferrocarril o en los buques conocidos como metanero a todos los puntos del planeta, independientemente de donde estén los yacimientos de extracción o los gaseoductos, ya que se llega a reducir su volumen hasta 600 veces.
Reconversión
El gas licuado puede volver a su estado gaseoso a través de un sistema de vaporización. Este proceso lo realizan las regasificadoras que, mediante un sistema de tuberías por tierra, incluso podrían abastecer de gas natural al sector industrial y doméstico.
O también puede continuar licuado en un punto de almacenamiento hasta su distribución final.
Esta idea es la que baraja el Puerto para el suministro de gas licuado a los buques. El quid de la cuestión está ahora en saber dónde se instala el depósito conociendo las estrecheces del Puerto.
Para la Autoridad Portuaria el muelle de La Esfinge es el lugar idóneo para ubicar el depósito, ya que se está originando una gran explanada en la trasera del espigón que podría servir para este fin. Por otro lado, por su calado permite entrar a los buques metaneros y a las embarcaciones de nueva generación que ya utilizan este tipo de combustible, gracias a un sistema que les permite almacenar gas licuado para, posteriormente, transformarlo en gaseoso como combustible.
Las embarcaciones, sin embargo, se abastecerían de combustible por tuberías en el muelle Reina Sofía, en la parte Naciente, para evitar cualquier peligro.
La razón para la ubicación de la planta en esta zona del Puerto es que este gas se mantiene licuado, gracias a una temperatura extrema bajo cero por lo que no se podrían tirar metros de tuberías porque sería demasiado costosa.
Pese a que el proyecto de viabilidad no está aún sobre la mesa de la Autoridad Portuaria, según ésta ya hay inversores interesados en la construcción de la instalación e incluso, en pocos meses, podría haber un proyecto.
