El hotel que quiere construir la familia Kiessling frente al Acuario no podrá superar los 50 metros, la altura máxima establecida en la zona por el Plan Especial de Ordenación del Puerto de La Luz. Los promotores del alojamiento deberán costear además el trasladado de las naves del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Cruz Roja hasta la Zona Franca, una reubicación cuyo coste se calcula entre siete y nueve millones. El Ayuntamiento quiere que el área que hoy ocupan las naves sea un gran espacio libre para los ciudadanos y dejar hueco al paso hacia el sur de la guagua exprés.
Estas son las condiciones que tendrá que cumplir el promotor del Acuario para que el Ayuntamiento le conceda la licencia de construcción del hotel de lujo, según aseguró ayer el alcalde Augusto Hidalgo, quien recalcó que el alojamiento tendrá que respetar la normativa urbanística.El Ayuntamiento pretende además negociar con Kiessling la posibilidad de bajar en varias plantas la altura al edificio, con la idea de reducir el impacto de la torre en la zona, según informó el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, quien añadió que su departamento tiene previsto encargar un estudio de movilidad para evaluar el impacto que tendrá en la zona.
El dueño de Loro Parque y promotor del Acuario tendrá, por tanto, que replantearse su idea de hacer un edificio similar al hotel AC, cuyas 26 plantas superan los 80 metros de altura. "Para poder construir un hotel se tiene que acoger a lanormativa en materia de suelo", señaló el regidor, quien reconoció que el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, le había informado desde "hace tiempo" de la voluntad de los Kiessling de construir el edificio hotelero. "Yo le pedí", añadió, "que si el Puerto sacaba la concesión, como mínimo estuviera la condición de que trasladaran las naves del PMA y la Cruz Roja y soportaran todo el coste de esa reubicación, para poder abrir a los ciudadanos todo ese espacio libre".
Espacio libre
En opinión de Hidalgo, "la iniciativa puede ser interesante" porque además de dotar a la ciudad de un alojamiento turístico de calidad, permite liberar un gran espacio libre para los ciudadanos y para el transporte público, donde hoy están las naves humanitarias. En cualquier caso, aclaró que "el Ayuntamiento tendrá que ver si los proyectos que se presentan se acogen a la que dice la normativa urbanística. Si es así, daremos la licencia".
También consideró que la concesión que convoque el Puerto para explotar un hotel durante 50 años tendrá que ser pública y a la misma se podrán presentar todas las empresas que están interesadas, aunque aseguró que él sólo conoce la propuesta de Kiessling.
Preguntado cual es la diferencia entre lo que se está haciendo en el istmo y La Gran Marina, Hidalgo consideró que el proyecto de la exalcaldesa Pepa Luzardo, fue "recurrido y anulado por la Unión Europea" porque no convocó un concurso público. "No tiene nada que ver", sostuvo. Y añadió: "El espacio que tenemos está ya todo ordenado y faltan un par de piezas que serán ganadas para la ciudad . Eso significa romper el muro que nos sigue separando y que el nuevo empiece a partir de la zona de aduanas que se está construyendo, al norte del Acuario".
Las dos parcelas de uso hotelero del Puerto están ubicadas entre el centro comercial El Muelle y la nueva plaza pública que se está construyendo junto al Acuario. En la más grande, de 6.500 metros cuadrados, está situado el edifico de la antigua Fundación Puerto de Las Palmas. Es en ese solar donde se permite levantar una altura máxima de 50 metros o 20 plantas.
La que ha elegido la familia Kiessling para levantar su hotel es la parcela más pequeña, de unos1.500 metros cuadrados, que está situada entre el edificio de la Fundación y la plaza pública del Acuario. Esta parcela admite una altura mucho menor, lo que permitirá al Ayuntamiento negociar con el promotor que costee el traslado de las naves, a cambio de intercambiar la altura de las dos parcelas. Así lo explicó ayer el concejal Javier Doreste, quien aseguró que el presidente de la Autoridad Portuaria está de acuerdo en que se le rebaje la altura a la parcela de 6.500 metros cuadrados, para que gane en altura la otra de 1.500 metros y de forma triangular. El edil añadió que la elección de Kiessling permitirá al Ayuntamiento además "negociar las alturas para que el hotel tenga entre 17 y 15 plantas", en lugar de las 20 permitidas. Este trueque de alturas, aclaró, posibilitará también reducir el impacto del futuro edificio, que tendría una forma más estilizada que el que está planificado en el otro solar, un mamotreto de 6.500 metros de base, aunque se retranquease hasta los 4.000 metros.
Además, Urbanismo tiene previsto realizar un estudio para saber como afectaría este hotel a la circulación de la zona y también al Bus Rapid Transit (BRT), la guagua exprés. "El istmo", indicó, "no se puede seguir recargando, por lo que negociaremos con los promotores del hotel para que el edificio tenga una base más pequeña y menor altura. No va a tener nunca la altura del hotel AC . Además queremos que se despejen las naves, lo que permitirá aligerar la zona".
