Jessica Marrero Domínguez seguía esperando ayer por la mañana, casi una semana después del accidente, que alguien del Ayuntamiento de la capital grancanaria se dignase a llamarla para informarle de que un camión de Parques y Jardines arrancó con su grúa el pasado viernes una gran rama de un ficus, con tan mala suerte que fue a dar de pleno sobre su coche. "Ni siquiera me han llamado para pedirme disculpas o para ofrecerme ayuda", se quejaba Marrero que tiene muy claro que va a reclamar al Ayuntamiento que le pague el arreglo del coche.

El perito aún no ha cuantificado los daños, pero el mecánico calcula que serán varios miles de euros los que se necesitarán para volver a poner el automóvil en condiciones. Desde el Ayuntamiento, informaron que la concejala de Parques y Jardines, Inmaculada Medina, tenía previsto llamarla ayer para ofrecerle "apoyo y asesoramiento". Añadieron las fuentes municipales que FCC, la empresa que tiene la gestión de las zonas verdes "tiene un seguro" para cubrir estos sucesos. El camión que partió la rama porque llevaba la grúa desplegada es de FCC.

El Ayuntamiento tampoco le ha ofrecido otro coche, mientras le arreglan el suyo. Ella vive en Arucas y ha tenido que coger prestado el vehículo de su novio.

Cuando Jessica enfiló el pasado viernes, tras salir del trabajo, la calle Francisco González Díaz y no divisó el coche, el corazón se le iba a salir del pecho. "Primero pensé que se lo había llevado la grúa, pero luego descarté esa posibilidad porque lo había dejado correctamente aparcado a primera hora de la mañana en frente de la entrada del Pueblo Canario", como hace todos los días, antes de dirigirse a trabajar en el centro sociosanitario de El Pino.

"Salí de trabajar a las tres y media y siempre veo de lejos el coche, conforme me voy acercando, pero el viernes, en el sitio donde lo dejé, había un vehículo amarillo. Me dije a mí misma: "No te pongas nerviosa, que a lo mejor lo has dejado en otro lado". Di varias vueltas y después de descartar que se lo había llevado la grúa, me convencí de que me lo habían robado. Fui a la Policía Nacional a denunciar y allí me dijeron que llamara al 092. La Policía Local me dijo que estaba en el potrero, pero que no podían decirme nada más".

A eso de las cinco y cuarto llegué al potrero. Allí se encontró con la parte de atrás del coche aplastada, la luna trasera rota, el paño lateral derecho rajado. "La puerta del maletero me lo tienen que poner nuevo y todavía no se sabe si hay otros daños porque hay que mirar el coche por dentro", explica Marrero. La lista de daños es larga. "El empleado del potrero me dijo que un camión le había dado a la rama y ésta había escachado al coche, que no sabía más. Luego, mis amigos y familiares me dijeron que la noticia había salido en los periódicos digitales. Mientras yo buscaba mi coche, los digitales contaban el suceso y alguno de ellos aseguraban que la Policía Local había localizado al dueño", añadió.

Además de indignada, Marrero se encuentra desconsolada porque su coche, un Kia CEE'D, no ha cumplido aún un año. "El próximo 28 de octubre hace un año que lo compré. Estuve diez años ahorrando para comprármelo, así que imagínate como estoy. He ido dos veces al Ayuntamiento, primero a la Policía Local y después al Registro y por ahora no me han resuelto nada. Lo único que me ha dado la Policía Local es el informe del suceso y las fotos. Todavía estoy esperando por el atestado. Me dieron un papel para que se lo diera al seguro. Esta tarde [por ayer] voy a hablar con un abogado para ver qué tengo que hacer para reclamar" los daños y perjuicios causados por la caída de la rama. "Parece que me están vacilando. Eso no era una rama, parecía un tronco de lo grande que era", exclamó Marrero que también conoció a través de la prensa que la concejala Inmaculada Medina estuvo en la zona, minutos después de que ocurriera el incidente -sobre las 11.30 horas- porque estaba casando a una pareja en la ermita del Pueblo Canario. De hecho, el suceso retrasó la ceremonia, que fue suspendida durante unos momentos.

Jessica Marrero resaltó que lo que más le duele es que el Ayuntamiento ni siquiera la llamara para ponerla al tanto de lo que había ocurrido con su auto. "Me parece una acción muy fea que ni siquiera me llamaran para explicarme lo que ocurrió, sobre todo, por el susto que me llevé.