El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas denegó en la sesión celebrada ayer que la empresa Gramelcan, dedicada a la gestión de graneles sólidos, modifique su objeto concesional para dedicarse a la reparación de plataformas en su planta del muelle Reina Sofía. El presidente del ente portuario, Luis Ibarra, manifestó en rueda de prensa que la decisión se tomaba porque la concesión a la empresa finaliza en septiembre del próximo año, por tanto, "quedan once meses y no es relevante para nosotros cambiar el uso de una parcela cuando queda tan poco".
El futuro de esta superficie queda a expensas de lo que ocurra con la solicitud realizada por la empresa Yesos Canarios, que quiere destinar 6.679 metros cuadrados del muelle de Arinaga para el procesado de áridos. Precisamente, durante la sesión se consideró esta petición como la más favorable para la Autoridad Portuaria después del trámite de competencia, al que también se presentó la constructora Satocan junto a la empresa de trabajos submarinos Otech para gestionar mercancía a granel como el cemento que sirven de apoyo para las prospecciones.
En todo caso, Ibarra incidió en que la instalación de Yesos Canarios depende del informe medioambiental favorable. "El consejo y el presidente del Cabildo [Antonio Morales] han hecho mucho hincapié en que esa concesión tiene que ser tremendamente escrupulosa, como siempre, con el tema de que no exista polvo en suspensión" que pueda afectar a los residentes de Arinaga al tratarse de una zona ventosa.
Esta aprobación es clave para el futuro tanto del muelle situado dentro del término municipal de Agüimes como de la parcela de Gramelcan situada en el Reina Sofía. En caso de que todos los estudios sean favorables y Yesos Canarios finalmente construya allí una planta, para la que tiene previsto realizar una inversión de 2,4 millones en obra más 5 millones en maquinaria, el Puerto pretende centralizar el movimiento de granel en el sureste de Gran Canaria, dejando así libre la parcela de Gramelcan para otros usos, en principio reparaciones navales.
Si Medio Ambiente echa atrás el proyecto, entonces el Puerto se ve obligado a mantener alguna instalación de La Luz para la carga y descarga de graneles sólidos. "Se sacaría un nuevo concurso o se concedería una autorización temporal en Gramelcan", porque, añadió, "no puede ser que nos quedemos sin espacio para graneles".
Esta compañía pidió a principios de año diversificar su actividad para así hacer frente a un descenso del 50% en el tráfico de materiales de construcción debido a la crisis económica. El objetivo era que otras empresas especializadas pudieran trabajar en los 8.076 metros cuadrados que ocupa actualmente, llevando a cabo una inversión de 71.177 euros para unas obras de adaptación que tendrían una duración de un mes. Gramelcan tenía previsto empezar con esta actividad a finales del presente ejercicio económico.
El consejo de administración trató además una de las adjudicaciones más importantes para el citado muelle de Arinaga: el centro de servicios para embarcaciones relacionadas con el sector offshore que construirá la entidad Gran Canaria Subsea & Offshore Base, compuesta por Satocan y Otech. Con su aprobación, la Autoridad Portuaria consigue dar uso a 92.431 metros cuadrados destinados a trabajos submarinos.
La inversión que realizará esta empresa de reciente creación asciende a 17 millones de euros, según apuntó Ibarra, que agregó que la concesión tendrá una duración de 28 años. Asimismo, el organismo portuario ha dado cuatro meses de plazo a Gran Canaria Subsea & Offshore Base para que comiencen la construcción de las base, que tendrá que estar acabada antes de nueve años.
En el aire aún queda la de Petrosigma. El presidente espera que en el próximo órgano de control se proceda a formalizar la concesión a la petrolera, que destinará más de 40 millones de euros, según precisó Ibarra. El retraso se debe, según el presidente, a que aún no se ha oficializado la permuta de terrenos con el Gobierno de Canarias, que cederá una parcela de 15.200 metros cuadrados en la zona franca de Arinaga a cambio de un edificio situado en La Isleta propiedad de la Autoridad Portuaria. La empresa petrolera tiene proyectado instalar varios tanques para la recepción, manipulación, almacenamiento y transbordo de mercancías derivadas del petróleo.
En total, la suma de los proyectos de Gran Canaria Subsea & Offshore Base, Petrosigma y Yesos Canarios alcanza una inversión de 66 millones de euros, según las cifras que dio ayer Luis Ibarra. Si finalmente se confirman estas tres concesiones -dos de ellas aún están pendientes de aprobación-, el muelle de Arinaga pasará a tener una ocupación de entre el 80 y el 85% del suelo, dejando libres entre 30.000 y 40.000 metros cuadrados, como detalló el directivo.
Otro de los asuntos que se aprobó en el consejo de administración fue la adjudicación a la empresa Dragados de las obras de adecuación de la segunda nave del Puerto de La Luz cedida al Programa Mundial de Alimentos (PMA), situada en la Avenida de Las Petrolíferas, por un precio de 360.000 euros. Esta actuación es prioritaria para la agencia de cooperación humanitaria, que no puede hacer uso de los 6.000 cuadrados de estas instalaciones por las numerosas deficiencias que tiene.
Asimismo, se desestimaron los tres recursos de reposición presentados por la empresa Puerto Calero Marinas, Gran Canaria Quality Project y por Pablo Octavio Torres López, miembro de la Asociación para la Defensa del Árbol y del Paisaje de Gran Canaria, contra el concurso para la construcción de un centro náutico de reparación para megayates en el muelle Pesquero.
