La comunidad de propietarios de los apartamentos Astoria se ha cansado de aguantar las escandaleras y el trapicheo en el edificio y ha decidido denunciar la venta de droga ante la Policía Nacional en un intento de acabar con los problemas y masificación que vive el inmueble, al que la Concejalía de Urbanismo acaba de abrir varios expedientes por obras ilegales en las fachadas. Según indicó el concejal de La Isleta-Puerto-Guanarteme, Sergio Millares, el Ayuntamiento se ha ofrecido a colaborar con la comunidad de vecinos para acabar con la conflictividad y actividades ilegales que hay en el edificio desde hace años porque, señaló, este problema sólo se puede resolver a través de una actuación conjunta con los propietarios. Añadió que la masificación del edificio ha llegado al extremo de que los 95 apartamentos que se construyeron inicialmente se han duplicado y ya son 200, después de ser divididos y transformados en cuartuchos de 25 metros cuadrados.
El gobierno tripartito rechazó ayer la petición del Partido Popular de que se aumente la seguridad en esta zona de Guanarteme y se impulse la regeneración urbanística de la zona, algo que llevan demandado los vecinos y empresarios del lugar desde hace varias decenas de años. La edil popular María Torres denunció la degradación de la situación en las calles Portugal, Colombia, Pelayo, Secretario Padilla y otras de esta zona de Guanarteme, con "calles cada vez más sucias, restos de vómitos, orines... y un creciente abandono de la actividad comercial", por la inseguridad que se vive. "Lo que no podemos consentir es que los vecinos se marchen de la zona porque están hartos de soportar peleas y conflictos continuos entre clientes, prostitutas y drogadictos".
Millares consideró que buena parte del problema está generado por los apartamentos Astoria. "Se trata de un problema estructural que se remonta a cuarenta años atrás, agravado por la tremenda situación económica que padecen las personas que menos tienen y cuya solución no compete solo al Ayuntamiento". Aseguró que se ha incrementado la presencia de la guardia urbana, aunque afirmó que la seguridad también es competencia de la Policía Nacional. Añadió que "ha habido actuaciones de limpieza y Urbanismo ha abierto expedientes sancionadores por obras ilegales en los apartamentos Astoria". Javier Rodríguez, un vecino de la zona, advirtió durante su intervención en el pleno que se está generando otro foco de marginación en el pasillo que separa las Cuarenta Casas, ya abandonadas. "Se meten en los recovecos a pincharse y a fumar crack y nadie hace nada. Que el Ayuntamiento obligue a los propietarios de los edificios a tirar las casas", pidió Rodríguez, quien consideró que a raíz de las peleas registradas en los últimos días ha aumentado la presencia policial en la zona. "La policía lleva tres días en la puerta de los apartamentos Astoria, pero por la noche, cuando más follones hay, no hay nadie. Fuimos a hablar con la Policía Nacional y nos pidieron que les dejásemos trabajar", se quejó Rodríguez que atribuyó el aumento de conflictividad en la calle a la expulsión de "un montón de gente que estaba viviendo en los pasillos de los apartamentos Astoria. Toda esa gente está ahora en la calle, entre ellas gran cantidad de chiquitas jóvenes que se dedican a la prostitución. Las puedes ver sentadas a la puerta de las casas, esperando a que vengan a repartir las pastillas".
A juicio de este vecino, el problema no son sólo los apartamentos Astoria. "Hay una especie de Triángulo de las Bermudas entre los apartamentos Astoria, un centro de atención a enfermos mentales y varios puntos de venta de droga y prostitución en la calle Colombia y, en medio, tres hoteles", cuyos dueños reclaman desde hace muchos años que se acabe con la marginación de la zona, porque sus clientes se asustan y no vuelven.
El último incidente grave de los apartamentos Astoria tuvo lugar en 2012, cuando se produjo un incendio en el que resultaron heridas varias personas. Ese año se anunciaron expedientes, pero el problema continúa igual o peor.
