Siendo yo niño, allá por 1933, por las calles de Agüimes corrían estos versos:

Viva la Villa de Agüimes

que es una cantera fina

pues da médico, abogado

y ministro de marina.

Años después supe que el médico de la copla fue don Vicente Ruano Urquía, nacido en Agüimes, el 9 de octubre de 1852 y fallecido en Las Palmas de Gran Canaria, el 8 de agosto de 1924.

El abogado fue don Juan Melián Alvarado, nacido en Agüimes, el 1 de octubre de 1864, y fallecido en la Villa, el 1 de agosto de 1927.

El ministro de marina fue don Juan Alvarado y Saz, nacido en Agüimes, el 23 de marzo de 1855, y falleció en Madrid, el 1 de junio de 1935.

Los tres muchachos agüimenses fueron privilegiados, halagados por la suerte y la fortuna. Sus padres ricos pudieron costearles los estudios secundarios en Las Palmas y los universitarios en Madrid; y ello, en aquellos tiempos, sólo les estaba permitido a las familias adineradas.

Los tres citados agüimenses fueron los primeros hijos de la Villa en obtener títulos universitarios. Los dos Juanes fueron primos hermanos.

Juan Alvarado y Saz logró fama y prestigio en Madrid donde fue Ministro de Marina desde 1906 a 1909, Ministro de Hacienda desde 1909 a 1916, Ministro de Gracia y Justicia desde 1916 a 1917 y Ministro de Estado desde 1917 a 1923, año en que se truncó su carrera política por el golpe de estado del general Miguel Primo de Rivera.

Su primo hermano Juan Melián Alvarado fue estimado y admirado en su Gran Canaria. Así lo confirman los versos del poeta teldense Saulo Torón:

Para volar nace el ave,

para perfumar la flor,

y Juan Melián Alvarado

para ganar la elección.

Y los versos populares:

Viva El Ingenio y Agüimes,

viva Telde y la Ciudad,

viva don Vicente Ruano

y también don Juan Melián.

Y estos otros:

Cuando la gente lo supo

que don Juan Melián ganó,

le tiraron voladores

hasta cerca de las dos.

El 17 de marzo de 1913 se constituyó el Primer Cabildo de Gran Canaria, integrado por los siguientes diputados: Ambrosio Hurtado de Mendoza, Adán del Castillo Westerling, Antonio Saavedra, Tomás de Zárate, Francisco Gourié, Santiago González Martín, Juan Melián Alvarado, Juan B. González, Agustín Manrique de Lara, Agustín Bravo de Laguna, Francisco Bethencourt Armas, Ferreol Aguilar Páez, Antonio Castillo, Miguel Curbelo, Pedro Del Castillo y Manrique de Lara, Nicolás Massieu, Cayetano Inglott, Daniel Araña, Antonio Massieu y Falcón, Segismundo Bertrana, Juan E. Ramírez Doreste, José Gil Pineda, Salvador Manrique de Lara, Domingo Rodríguez Quegles y Antonio Cuyás.

Por votación salió la siguiente directiva: como presidente Don Tomás de Zárate Morales (15 votos); como vicepresidente, Don Salvador Manrique de Lara (16 votos); vicepresidente de la Comisión Permanent, Don Juan Melián Alvarado (15 votos); y comosíndicos, Don Ferreol Aguilar (18 votos) y Don Miguel Curbelo (18 votos). El lema del Cabildo fue el de "Todo por Gran Canaria y para Gran Canaria".

Una de las primeras pretensiones del Cabildo fue la creación de un Instituto de Segunda Enseñanza en Las Palmas. Así lo demuestra la carta dirigida desde Madrid, el 6 de abril de 1914, al presidente del primer Cabildo Insular de Gran Canaria, don Tomás de Zárate, por el celebérrimo escritor canario don Benito Pérez Galdós:

Señor Don Tomás de Zárate.

"Mi distinguido amigo.

Recibo su interesante carta, pletórica de datos importantes, y me apresuro a significar a V. mi perfecto acuerdo con cuanto me dice, y mis esperanzas de lograr un satisfactorio resultado en el asunto.

Estoy trabajando con fe para lograr la creación del Instituto de Las Palmas, y cuento con el apoyo de muy ilustres personalidades de la Cámara, pertenecientes a diversos partidos. También trato de recabar la aquiescencia de los señores que forman la Comisión de Presupuestos, y llevo mucho conseguido.

A todo he de recurrir para conseguir el justo intento a que aspira en perfecto derecho Las Palmas.

Con un afectuoso saludo se reitera de V. amgº y s.q.s.m.e. B. Pérez Galdós."

Don Benito, en 1902, escribió: "Canarias, antes de la pérdida de las Colonias, era la última en la jerarquía administrativa y territorial". Y decía verdad. En 1860, el 87% de los canarios eran analfabetos. Era patente la indiferencia y nulidad de los ayuntamientos, la ociosidad y la ignorancia, la escasez de instrucción, el abandono, inercia, olvido y el interés en tener ignorantada a la población, en muchos pueblos el cura, el sacristán o un exseminarista enseñaban a leer y escribir a los hijos de los adinerados.

Precisamente, por presión de los adinerados, se estableció en La Laguna de Tenerife, el 22 de agosto de 1846, (431 años después de la Conquista), el primer Instituto de Segunda Enseñanza en las Islas Canarias. En La Laguna se abrió un colegio de internos para albergar a los muchachos que viniesen desde las otras Islas a recibir la instrucción y enseñanza secundaria y obtener el título de bachiller. Y ello sólo podían costearlo las gentes ricas.

En Las Palmas se fundó el Colegio San Agustín donde podían cursar bachillerato los hijos de familias ricas. En julio de 1915, obtuvieron en La Laguna el título de bachiller los alumnos del Colegio San Agustín: Juan Bonny Gómez, Bartolomé Apolinario Navarro, Agustín Melián Cabrera, Agustín Martinón Fernández y Cayetano Guerra del Río.

La Metrópoli se empeñó en tener una colonia de mentes incultas y sumisas. Era justa y necesaria la exigencia del Cabildo Insular de Gran Canaria. El Instituto de Segunda Enseñanza en Las Palmas debió fundarse siglos antes.

A don Juan Melián Alvarado, como vicepresidente de la Comisión Permanente, se le encargó la misión de tratar la aprobación en Madrid del anhelado Instituto de Segunda Enseñanza. El 16 de enero de 1915 fue nombrado delegado regio de Enseñanza en Gran Canaria por el ministro de Instrucción Pública don Julio Burell. Con el apoyo de todo el Cabildo Insular de Gran Canaria y con la influencia en Madrid de su primo hermano Juan Alvarado y Saz, ministro de Gracia y Justicia, de los diputados por Gran Canaria, Leopoldo Matos Massieu y Baldomero Argente del Castillo, y de don Benito Pérez Galdós, el 1 de abril de 1916, tomó posesión del cargo de organizador del Instituto de Segunda Enseñanza aprobado en las Cortes dos meses antes, el 4 de febrero de 1916.

LA PROVINCIA, el lunes, 2 de octubre de 1916, relataba los actos de inauguración del Instituto así: "Con toda solemnidad se inauguró ayer el Instituto de Gran Canaria. Desde las primeras horas de la mañana se notaba en Las Palmas el impulso de un pueblo que conmemora con júbilo una fecha imborrable en los anales de su historia. El acto tuvo lugar en el Pérez Galdós, saliendo las autoridades de la Casa Consistorial, precedida de maceros del Ayuntamiento, con dicha Corporación a la cabeza, dirigiéndose al Pérez Galdós donde tuvo lugar la apertura, presentando el teatro brillantísimo aspecto. Ameniza el acto la orquesta Filarmónica, dirigida por don Bernardino Valle. Pronunciaron elocuentes discursos don José Azofra, don Agustín Millares Carló y el delegado regio de Enseñanza don Juan Melián Alvarado, declarando el curso abierto en nombre del Rey el delegado del Gobierno don Manuel Luengo. Por la noche tuvo lugar una velada popular en la plaza de Santa Ana, luciendo espléndida iluminación el frontis del palacio municipal y tocando las bandas Municipal y del Regimiento".

Don José Azofra fue un elocuente y eminente canónigo. Don Agustín Millares Carló era hijo del notario don Agustín Millares Cubas, y había aprobado con matrícula de honor la Carrera de Filología en la Universidad Central de Madrid. Los primeros catedráticos nombrados fueron: don Rafael Montilla Benítez, don Eduardo Sall y Casabuena, don Juan Laforet García, don Rafael Jaimez Medina, don Agustín Millares Carló, don Antonio Mesa y López, don Federico León Santanach, don Diego Ripoche Torrens y don Antonio González Cabrera.

Como profesores y ayudantes fueron nombrados: don José Azofra del Campo, don Agustín Bosch y Pujol, don Santiago Barry Hernández, don Nicolás Massieu y Matos, don Antonio Lamarque, don Vicente Salbe Sánchez, don Antonio González Hernández.

Los catedráticos tuvieron un sueldo anual de 3.500 pesetas, los auxiliares, 1.750 pesetas, el secretario 1.500 pesetas, bedeles 1.000 pesetas.

El 4 de agosto de 1915, el Cabildo había consignado en su Presupuesto el crédito necesario para la creación y construcción del Instituto de Segunda Enseñanza. La construcción tuvo por fecha el 23 de junio de 1922, en la calle Juan de Quesada de Las Palmas (donde estuvo el Hospital Militar, y hoy el Rectorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria).

En 1932, durante la Segunda República, el Instituto se ubicó en el Colegio de los Jesuitas, en Vegueta. En 1939, pasó a la calle Canalejas y en 1959, al Paseo Tomás Morales donde sigue actualmente. Era entonces, en 1959, Inspector Único de Segunda Enseñanza el sacerdote agüimense don Joaquín Artiles Santana, quien había sido catedrático de Lengua y Literatura en dicho Instituto, en la calle Canalejas.

Si brillante fue la labor de don Juan en la creación del Instituto, fue sobresaliente su labor en la enseñanza primaria, entonces descuidada. Con su labor persistente, laboriosa y patriótica, logró del señor don Baldomero Argente del Castillo, subsecretario de Instrucción Pública, la creación de una Inspección de Primera Enseñanza, independiente de la que funcionaba en Tenerife, con jurisdicción en las islas de Lanzarote y Fuerteventura.

LA PROVINCIA del viernes, 15 de noviembre de 1918, reseñaba: "En el Hotel Continental, el Claustro de profesores de la Escuela Nacional de Maestros obsequió un banquete al delegado regio de Enseñanza, don Juan Melián Alvarado, por el éxito en su gestión en pro de la concesión para Gran Canaria de la favorable resolución del expediente de coeducación en la Escuela Nacional de Magisterio de Las Palmas".

Gran éxito. Desde entonces muchas mujeres pudieron estudiar magisterio en la ciudad y hacer oposiciones.

El director de la Escuela de Maestros fue el agüimense don Juan Hidalgo Romero, hermano de don Alejandro, fundador del Colegio Salesiano de Las Palmas.

Don Juan Melián puso todo su celo, empeño y entusiasmo en dotar de maestros y maestras a las escuelas primarias de las Islas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.

Por primera vez en las Islas se verificaron las oposiciones a docentes. Don Juan asistía y presidía tanto las oposiciones como la elección de escuelas.

Para el recuerdo de los primeros maestros y maestras que aprobaron las oposiciones ofrecemos los siguientes datos publicados en LA PROVINCIA:

El jueves 19 de diciembre de 1918:

"Oposiciones a maestros. Calificaciones: don Antonio Aguilar Cabrera, 211; don Mariano Alemán Estupiñan, 255; don Juan Arencibia Cabrera Sanabria, 267; don Antonio Betancor López, 240; don José Berriel Paceres, 241; don Antonio Bolaños Rodríguez, 254; don Pedro Bravo de Laguna, 249; don Luis Cabrera Quevedo, 200; don Domingo Díaz Henríquez, 242; don Nicolás Espino Santana, 252; don Juan García Alemán, 239; don Anastasio Antonio Guadalupe Verde, 236; don Buenaventura Martín Domínguez, 192; don Diego Marrero García, 270; don José Martel Rodríguez, 191; don Benito Méndez Tarajano, 211; don Isidro Navarro Jiménez, 263; don José Pascual Navarro, 268; don Fermín Romero Montenegro, 263; don Juan Ezequiel Sánchez, 270; don Antonio María Silvela Fajardo, 257, don José Suárez Martín, 252; don Ignacio Toledo Falcón, 240".

El viernes 27 de diciembre de 1918:

"Oposiciones a escuelas: en virtud de la anterior puntuación han procedido a la elección de plaza, reservándose sus derechos para cuando las Escuelas de Las Palmas sean creadas con carácter definitivo los señores siguientes: Número 1, don Ezequiel Sánchez Rodríguez, Telde; núm. 2, don Diego Marrero Macías, Sección graduada Las Palmas; núm. 3, don Juan Arencibia Cabrera, San José (Santa Brígida); núm. 4, don José Pascual Navarro, Playa de Mogán; núm.5, don Mariano Alemán Estupiñán, Sección graduada Gáldar; núm. 7, don Antonio Silvela Fajardo, El Egido (Ingenio); núm. 8, don Antonio Betancor López, Sección graduada Gáldar; núm. 9, don Fermín Romero Montenegro, Atalaya; núm. 10, don Juan José Berriel, Tiagua, (en Teguise-Lanzarote); núm. 11, don Domingo Díaz Henríquez, Trapiche (Arucas); núm. 12, don Antonio Bolaños Rodríguez, Sardina; núm. 13, don Pedro Bravo de Laguna, Mogán; núm. 14, don Nicolás Espino Santana, Utiaca (San Mateo); núm. 15, don José Suárez Martín, Sección graduada Agüimes".

El 14 de julio de 1920:

"En la oposición verificada para cubrir las 24 plazas de escuelas vacantes han sido aprobados los siguientes maestros: Don Alonso Cabrera González, con el número 1; don Emeterio Suárez Suárez, el 2; don Benito Méndez Tarajano, el 3; don Baltasar Espinosa Perdomo, el 4; don Antonio Romero y Montenegro, el 5; don José Suárez Martín, el 6; don Juan García Alemán, el 7; don Manuel Santana Moreno, el 8; don Vicente Ossa Dávila, el 9; don Cirilo Segura Batista, el 10; don Antonio Guadalupe Verde, el 11; don Miguel Vera Calero, el 12; don Luis Caballero Quevedo, el 13; don Alfredo Martín de Paz, el 14; don Ignacio Toledo Falcón, el 15; don Sebastián Acosta Vela, el 16; don Martín Perdomo Quesada, el 17; don Juan Vega Santana, el 18; don Domingo Déniz Marrero, el 19; don Francisco Acosta Vela, el 20; don Andrés Navarro Moreno, el 21; don Pedro Suárez Medina, el 22, don Juan Carámbula Cabrera, el 23; don Tomás Doreste Sánchez, el 24; don Antonio Posch y Mach, el 25; y don Federico Perdomo Caubín, el número 26".

El martes, 20 de julio de 1920:

"El día 30 de junio dieron principio en esta ciudad los ejercicios de oposiciones a Escuelas de niñas para proveer veinte plazas del escalafón".

He aquí la lista de las maestras que fueron aprobadas:

Doña Mercedes Socas Betancor, número 1; doña Fermina Espino Herrera, el 2; doña Josefa Suárez López, el 3; doña Juana Lorenzo Domínguez, el 4; doña Dolores Évora Viera, el 5; doña Rosa Évora Viera, el 6; doña Pino Gil Monzón, el 7; doña María de Jesús Alvarado Alemán, el 8, doña Juana Artiles Romero, el 9; doña Ramona Marrero Espino, el 10; doña Toribia Guerra Pérez, el 11; doña Ana Corrales Guzmán, el 12; doña Rosenda Rodríguez, el 13; doña María de los Dolores Rodríguez Rosales, el 14; doña Lucía González Vega, el 15; doña Consuelo Cardoso, el 16; doña Nieves Sancho Martín, el 17; doña María Montesdeoca, el 18, y doña Candelaria Arbelo García, el número 19.

El martes, 19 de septiembre de 1920:

"Elección de escuelas. Ayer tarde tuvo lugar ante el Comisario Regio de enseñanza don Juan Melián Alvarado la elección de escuelas vacantes por los opositores al Magisterio aprobadas en la última elección celebrada".

Las maestras eligieron las siguientes escuelas:

Doña Mercedes Socas Betancort, la de Haría; doña Francica Espino Morera, la primera sección graduada de Gáldar; doña Josefa Suárez López, auxiliaría de Arrecife; doña Juana Lorenzo Domínguez, la segunda sección graduada de Gáldar; doña Dolores Évora Viera, segunda sección graduada de Gáldar y doña Rosa Évora Viera, la de Los Caideros (San Lorenzo).

El número de maestras que quedaron sin plaza y se incluye en la relación es el de 13.

A continuación tuvo lugar la elección los maestros, que eligieron las siguientes escuelas:

Don Alonso Cabrera González, la de Vega Enmedio; don Emeterio Suárez, Agaete; don Benito Méndez Tarajano, Arrecife; don Baltasar Espinosa Perdomo, Gáldar; don Antonio Romero Montenegro, Ingenio; don José Suárez Martín, primera sección graduada de Agüimes; don Juan García Alemán, Santidad; don Manuel Santana Moreno, Zumacal; don Vicente Ossa Dávila, Angostura, don Claudio Segura Bautista, Pino Santo; don Antonio Guadalupe Verde, Carrizal, don Miguel Vera Calero, segunda sección graduada de Agüimes; don Alfredo Martín de Paz, Caideros (San Lorenzo); don Ignacio Toledo Falcón, Tiscamanita y don Sebastián Acosta Vela, Tuineje.

Don Juan Melián Alvarado fue un hombre de gran inteligencia, político sagaz, polemista terrible, abogado de gran talento, amigo consecuente y leal, patriota de corazón.

Agüimes y Gran Canaria y Fuerteventura y Lanzarote le deben gratitud porque pocos como él trabajaron por el engrandecimiento y la cultura de sus habitantes.

En 1924, Agüimes tenía Escuelas Graduadas de varones y hembras por benéfica gracia de don Juan.

El 29 de diciembre de 1918, el Ayuntamiento de Agüimes aprobó por unanimidad "nombrar Hijo Predilecto al Delegado Regio de Enseñanza, don Juan Melián Alvarado, por los innumerables servicios prestados a este su pueblo natal"?

El párroco de Agüimes, don Enrique Báez, escribió en el Libro de Defunciones: "Juan Melián Alvarado murió en Agüimes, el 1 de agosto de 1927, a las dieciséis horas, en la calle Moral, de enfermedad de parálisis. Recibió el Sacramento de la Penitencia, viático y extremaunción. No otorgó testamento. Se le hizo oficio de primera clase".

El 22 de noviembre de 1927, el Ayuntamiento de Agüimes aprobó por unanimidad "erigir un busto de bronce y pedestal de mármol en la Plaza de Juan Alvarado y Saz, al Hijo Predilecto, don Juan Melián Alvarado. (El 29 de diciembre de 1918, el Ayuntamiento de Agüimes acordó dar a la Plaza Principal el nombre de Alvarado y Saz).

En mi niñez vimos colocar dicho busto en la Plaza de Juan Alvarado y Saz donde sigue presidiendo el recreo de los niños, el reposo de los viejos y los actos lúdicos de la Villa.

Este mes se cumplirá los cien años de la creación del primer Instituto de Segunda Enseñanza "Pérez Galdós".

Esperemos que por gratitud se recuerde al eminente agüimense don Juan Melián Alvarado "porque pocos como él trabajaron por el engrandecimiento de Gran Canaria".

Los tres eminentes agüimenses fueron sobresalientes políticos. El médico don Vicente Ruano Urquía fue presidente del Partido Liberal Canario desde 1902 a 1913. El 11 de enero de 1917, fue elegido presidente del Museo Canario. Le acompañaron como vicepresidentes don José Feo Ramos y don Rafael Hernández Suárez. Don José Feo fue canónigo y profesor del Colegio San Agustín.

Que sepamos ningún canario ha ejercido en Madrid tantos cargos como el ilustre agüimense don Juan Alvarado y Saz.

Los tres agüimenses amaron a su Villa natal.

LA PROVINCIA, 22 de junio de 1913, insertó esta metáfora: "Don Vicente Ruano se trajo de Agüimes las escasas flores áticas de aquellos andurriales para que Juan Melián no pudiera cargar sino con flores de cardos y veroles".

Los dos les buscaron trabajos a los agüimenses en la Ciudad de Las Palmas como escribientes, jardineros, municipales?

Mi amigo Alfonso Millares (q.e.p.d.), en Arinaga, me recitaba un poema humorístico. Recuerdo estos versos:

De los peludos de Agüimes

que se van a la Ciudad

unos van de jardinero

y otros de municipal.

Sueltan el sacho en Agüimes

y se van para Las Palmas;

se presentan a Melián

pa que les corte las lanas?

Eran "las flores de cardos y veroles", hombres analfabetos, pero sabios en honradez y afanes que don Juan se traía de su villa natal a la ciudad de Las Palmas para trabajar como jardineros y guardias municipales de la ciudad.