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El acuario maquilla sus fachadas

El Poema del Mar estará embadurnado con un material que permite borrar las pintadas para evitar los grafitis

El acuario maquilla sus fachadas

La familia Kiessling quiere que el acuario Poema del Mar mantenga impoluta su fachada de hormigón blanco, que además es el primer edificio en Gran Canaria que se fabrica con este material. Por ello, las paredes exteriores serán embadurnadas con un material especial que permitirá borrar cualquier tipo de pintada con un disolvente, según indicó ayer el encargado de la obra, Felipe Da Silva, que adelantó que durante este mes está previsto conocer cuándo se instalarán los dos grandes acrílicos que permitirán apreciar la atracción denominada Deep Sea, por la que navegarán los tiburones, y el cilindro de metacrilato en el que se expondrán el arrecife con las medusas.

Ya con toda la estructura exterior finalizada, los empleados de la constructora VDR continúan con los trabajos en el interior del inmueble, donde esperan acabar con las diferentes dependencias a lo largo de los próximos días. Al mismo tiempo, se construirán a partir de la próxima semana las diferentes partes del techo en una de las explanadas cercanas al edificio, que serán izadas para su colocación. Sin embargo, quedarán dos zonas abiertas a la espera de la llegada de las estructuras acristaladas. Para la instalación de estos cristales, cuya operación se alargará durante varias horas, se utilizarán dos grúas con capacidad para 400 toneladas cada una, que levantarán un vidrio de 33 metros de ancho por seis de alto y 40 centímetros de grosor, y un cilindro de diez metros de diámetros por 6 de alto.

La fecha de llegada aún es una incógnita, como reconocen en la empresa. Esperan que entre el próximo 12 y el 15 de diciembre se les facilite el día exacto en el que arribarán los acrílicos a la Islas. Estas piezas, que se construyen en la ciudad italiana de Livorno, son además las más caras por unidad de toda la obra. Esta operación es crucial, ya que cualquier desperfecto en el material provocaría un retraso de meses en la inauguración del acuario que, en principio, está prevista para el próximo verano.

Mientras tanto, los operarios continúan con la faena para dejar todo listo. Por fuera, dos de ellos limpiaban ayer los muros para que el blanco reflecte los rayos del sol, y por dentro finiquitan las últimas estancias. El teldense Gonzalo Rodríguez López, José Manuel Medina Sánchez, vecino de Las Palmas de Gran Canaria, y el andaluz José Cano Torres, son tres de los encofradores que han estado inmersos en esta obra presupuestada en más de unos 25 millones de euros. Ellos viven los últimos días de trabajo después de un juego de encaje de bolillos. "Es como un puzzle" para así dar forma a las figuras de los tiburones que embellecen las fachadas, resalta Da Silva. Para González Rodríguez, que trabaja por primera vez con el hormigón blanco, la dificultad de este edificio recae en que "tiene un dibujo que te obliga a que tener las medidas exactas".

En total, se diseñaron entre 2.400 y 3.000 cuadrículas para dar forma al rectángulo. Estos trabajadores, que forman parte de una cuadrilla de unas 30 personas, valoran como positiva su participación en el proyecto, que les permitirá así afrontar con experiencia otros trabajos con este mismo material.

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