La decisión de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de reducir la producción de crudo en 1,2 millones de barriles al día ha sido acogida con "esperanza" por el sector de las reparaciones navales del Puerto de La Luz, según indicó el presidente de la Asociación de Reparaciones Navales (ARN), Vicente Marrero. Esta medida provocó un efecto inmediato en la cotización del barril Brent, que ayer superó los 53 dólares, una cifra desconocida desde hacía 14 meses. En todo caso, de seguir esta tendencia, las empresas portuarias no prevén que esto se refleje en su actividad hasta el segundo semestre de 2017.
"Para los que estamos metidos en el sector, la decisión de la OPEP es un aspecto que hemos considerado para reafirmar que tenemos la esperanza de que en el segundo semestre de 2017 el mercado de las reparaciones navales se active", declaró Navarro. En este mismo sentido se manifestó Jonathan Pérez, director ejecutivo de Hidramar, que no espera un repunte inmediato: "La realidad es que, independientemente de que el precio del petróleo empiece a subir ahora, difícilmente se va a ver en el mercado una mejora sustancial antes de la segunda mitad de 2017".
Para que se produzca esa esperada subida de los precios, que conllevaría a poner en marcha parte de las plataforma que están actualmente atracadas en el Puerto de La Luz cuando sus armadores firmen nuevos contratos con petroleras, el barril Brent tendría que incrementar su cotización hasta, al menos, los 60 dólares. "Primero tendríamos que llegar a esta cifra y a partir de ahí las empresas petrolíferas empezarían a sacar licitaciones" para la extracción del crudo, explica Pérez.
Germán Carlos Suárez, vicepresidente ejecutivo de Astican, opina que "si los precios se mantienen en la banda de los 50-60 dólares con estabilidad en el 2017 y entre los 60-70 en 2018, entonces se podrá decir que la crisis ha pasado para las petroleras". Pero la decisión de la OPEP es "sólo la mitad de la solución". "La clave", añade, "está en lo que hagan en 2017 los países no pertenecientes a la OPEP, donde se incluyen por ejemplo Rusia y Estados Unidos".
Ya la organización de países exportadores de petróleo y el estado presidido por Vladimir Putin pactaron ayer poner un techo a la producción de petróleo durante el primer semestre del año. Así, Rusia participará el próximo sábado en Viena en una reunión donde se establecerán establecer las cláusulas del acuerdo, en el que estarán representados los estados integrados en la OPEP -Angola, Arabia Saudita, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irak, Kuwait, Nigeria, Qatar, Irán, Libia y Venezuela- y México, entre otros.
"Pero ahora falta el efecto Estados Unidos", indica Suárez, en relación a la decisión que tomará el país norteamericano. Vicente Marrero, por su parte, declara que "habrá que esperar la evolución del nuevo presidente estadounidense [Donald Trump] y las políticas energéticas que decida; espero que no modifiquen estas esperanzas". Jonathan Pérez señala que con el alza del precio "habrá que soportar otra barrera", en referencia al fracking o fracturación hidráulica -extracción de petróleo del subsuelo-, que se reactivaría si sube de los 70 euros.
Otro de los factores a tener en cuenta, como reseña Germán Carlos Suárez, es el excedente actual de buques perforadores y plataformas petrolíferas ante la carencia de trabajos. "Los armadores tendrán que acelerar el ritmo de achatarramiento de unidades si quieren ver una correlación entre la subida del petróleo y los fletes que ellos reciben y que se ha reducido a más de la mitad en términos generales". Y a ello ayuda también el precio del acero, que ha subido este año por encima del 50%, que además provoca un alza en la cotización de la chatarra.
En todo caso, aunque Germán Carlos Suárez afirma que la noticia del techo de producción del petróleo impuesta por la OPEP es positiva, "hay que tener cautela y estar atentos si hay volatilidad o no en los precios del petróleo en los próximos 6-12 meses". Entonces se valorará si se reactiva un sector que desde hace dos años ha venido sufriendo un sucesivo descenso en la actividad debido a la caída del precio del crudo, que se depreció de 112 a 34 dólares entre junio de 2014 y enero de 2016
