Llevan una semana en la capital grancanaria compartiendo experiencias y ayer se embarcaron al Caribe para continuar con su tarea evangelizadora a través de Internet, las nuevas tecnologías de la comunicación y el buen rollo laboral desde cualquier parte del mundo. Son los nómadas digitales, un nuevo perfil de trabajador joven, aventurero y alérgico a la rutina de la oficina por el que apuesta la ciudad para promocionarse como destino turístico en este sector cada vez más en alza.

Se les conoce como "trabajadores remotos" o nómadas digitales y han participado 170 en esta primera Nomad City Las Palmas de Gran Canaria, que está organizada por Nacho Rodríguez y Johannes Völkner, dos pioneros en la creación de estos espacios destinados a entablar relaciones profesionales. Ambos han logrado el apoyo del Ayuntamiento y del Cabildo de Gran Canaria, sobre todo después de que la capital adquiriera importancia entre estos viajeros gracias a un artículo publicado en The New York Times.

La mayoría de los participantes, tras exponer sus proyectos en Infecar, darse un chapuzón en la Cícer para coger olas y disfrutar de las tapas de Vegueta, se subieron ayer al crucero Zenith, de Pullmantur, que zarpó desde el muelle Santa Catalina para hacer una travesía especializada en este segmento de turistas (Nomad Cruise) por San Martín, Antigua, Santa Lucía, Barbados y República Dominicana. De ahí que los organizadores eligieran esta semana para celebrar el evento, con la intención de aprovechar "la masa crítica" que viaja en el crucero y promocionar Las Palmas de Gran Canaria, explica Rodríguez. Su objetivo, y el de las instituciones implicadas en la iniciativa, es que cada vez sean más los emprendedores que vengan a exponer sus proyectos e ideas a la capital grancanaria.

La semilla, al menos, está plantada. En esta primera edición (el año pasado sólo se hizo un ensayo con una quedada de nómadas) han participado personajes como Jacob Hiller, un estadounidense de 35 años que ha recorrido 65 países durante la última década para presentar por medio mundo The jump manual o, traducido al español de Canarias, un libro para aprender a "brincar" mejor, como explica el propio autor.

Suena a broma pero Hiller, amante del baloncesto, ha vendido seis millones de ejemplares en la Red y vive exclusivamente de los ingresos que le reporta ese pequeño éxito planetario. Conoció a su chica en Alemania y emprendieron juntos el proyecto por "accidente", tras una mala experiencia con el trabajo estable de toda la vida. Ambos tienen un hijo de cuatro años que ha estado en 40 países. Eso, viajar con la familia y dar conferencias para promover ese estilo de vida, parecer ser su sino. Asegura que se aburre desde que lleva tres meses en el mismo sitio y, entre bromas, aclara que "cualquier destino" es mejor al temido frío alemán. ¿Que de qué va su libro? Pues de técnicas para aprovechar el salto en toda su plenitud. Así de simple parece ser la cosa en el mundo digital en el que se mueve este norteamericano, donde la imaginación y un buena conexión a Internet lo son casi todo.

De los isleños opina Hiller que no saltan mal, incluso augura futuro a la ciudad en este sector emprendedor desde que coge un poco más de "impulso" para despegar. La gastronomía, el buen tiempo y la amabilidad de la gente juegan a favor de la capital, comenta este superventas, una de las estrellas invitadas a esta edición.

Otro de los participantes es Diego Arauz, un chileno de 29 años que ha lanzado HowOptimize, una aplicación destinada a posicionar tu producto en Internet para aumentar el tráfico y las visitas. Es programador de software y viaja por el mundo con un ukelele en las manos. "En la Patagonia argentina me pararon 10 canarios porque pensaban que era un timple", destaca el chileno. Romper con la rutina y salir de la zona de confort son sus motivaciones para militar en este estilo de vida.

Lo mismo sucede con Marcella, una holandesa de 24 años que se dedica a organizar vacaciones en la montaña y para disfrutar de los deportes náuticos, con especial atención al kite surf, disciplina que la propia Marcella practica de forma asidua; o con Denisa Puica, una italiana de 34 años que se ha convertido en la fotógrafa de esta primera expedición nómada al Caribe desde Las Palmas de Gran Canaria.

Son sólo algunos ejemplos de las actividades a las que se dedican estos viajeros, donde abundan programadores, diseñadores web, economistas y expertos en redes, entre otros perfiles. También hubo en este intercambio de ideas talento canario, como el Manuel Cabezudo y su ruta a pie por las ocho Islas, con La Graciosa incluida, o el extranjeros afincados en la capital que triunfan con videojuegos para Play Station o la animación de películas en tres dimensiones y, sin embargo, pasan luego desapercibidos en Canarias. Son vagabundos en busca de otra forma de ganarse la vida alrededor del mundo.