Desde el pasado mes de noviembre, el neologismo metroguagua empieza a sonar en las conversaciones de los palmenses quienes, con mayor o menor incertidumbre, esperan la fecha de su futura implementación en la capital.

No es la primera vez que se presenta un proyecto de transporte masivo en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, la que, con ciertas dificultades, intenta apostar por una mejora en la calidad del transporte público en la capital. De esta manera, todos hemos aprendido que es un tranvía, un tren ligero? Sin embargo, ¿Qué es exactamente la metroguagua?, ¿Qué representaría para la movilidad en la capital y por qué su aceptación no está tan clara para los ciudadanos?

Metroguagua es la denominación coloquial que se ha querido dar al más comúnmente conocido como sistema BRT (bus rapid transit por sus siglas en inglés) en similitud con los Metrobús mexicano o el instanbulita. Sin embargo, a diferencia de estos últimos que circulan por autovía a una velocidad comercial de hasta 35 km/h, no es la velocidad lo que prima en el caso palmense (20 km/h), sino la calidad del acceso, la interconexión con otras líneas y una amplia cobertura de servicio a los barrios de ciudad baja. Se trata, en este caso, de un sistema de transporte en superficie con una estructura y funcionalidad muy similar a la del tranvía, pero con un coste de fabricación y limitaciones en cuanto a flexibilidad bastante inferiores.

Descritas sus ventajas, hablemos de sus inconvenientes: la capacidad de pasajeros por vehículo en el BRT es en cierto modo limitada y su problema se ha visto naturalmente reflejado (por sobre-atracción) en ciudades donde se ha implementado recientemente. Y sí, no es de menospreciar que la estética o el factor cool que se espera de un tranvía o un metro brilla por su ausencia en el caso de una simple, amarilla y archiconocida, guagua.

Pero dejemos claro una cosa: lo que se nos brinda con la metroguagua no es solo una jugosa alternativa al tranvía. Se trata de la primera línea troncal de una red de transporte público "verdaderamente" estructurado que, más temprano que tarde, tendrá que realizarse en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Un prototipo de línea principal que puede ser replicada, con igual o menor coste en otras zonas de la ciudad y en especial en aquellas donde la dependencia al coche es importante.

Metroguagua es, a priori, la primera y única línea urbana con una frecuencia de paso en hora punta de 5 minutos y que, además, cubre los puntos de atracción más importantes en ciudad baja. Por poner un ejemplo, la conexión más rápida Santa Catalina - San Telmo que hoy en día realiza la línea 12 se cubre en 4 kilómetros con solo 6 paradas (muchas en autovía) en un tiempo de 12 minutos. De cumplirse la prioridad semafórica, el sistema BRT cubriría la misma conexión, con un trazado más largo (4'5 km) con 9 paradas bien accesibles en únicamente 13 minutos y medio. Con una diferencia de tiempo claramente insignificante, el valor añadido de este BRT radica en su facilidad y cobertura de acceso desde los diferentes barrios y a una frecuencia de paso de 5 minutos en lugar de 9 (línea 12). Esto es lo que hace de la metroguagua una línea troncal y el primer modelo de una red de transporte urbano de calidad que debe dar sus pasos lo antes posible, ganando terreno al vehículo privado.

Nosotros, ciudadanos, visitantes, usuarios del transporte público y fieles conductores a los que se nos brinda la oportunidad de dejar en casa nuestro coche, hemos de apostar por la calidad en la red de transporte público y, de una vez, ofrecer una alternativa al vehículo privado allí donde hoy en día no la hay.

De hecho, con la elección del sistema metroguagua y su ventaja económica, la estrategia a seguir no radica en hacer lo mismo por menos, sino hacer más por lo mismo.

¿Y si empezásemos a pensar en la etapa de transporte público post-radial?, ¿Imaginarían una rápida metroguagua por autovía conectando el Auditorio con Hoya de la Plata vía Hospital Dr. Negrín, La Ballena y Campus Universitario?, ¿Cuántos de nosotros nos plantearíamos redescubrir "el transporte público"?

Breogán Sánchez * Experto en Movilidad y cofundador de la Agencia SimArpa Global SL