Pasa todos los años, por mucho que uno jure y perjure que no volverá a pasar por ello. De hecho, es prácticamente inevitable y podría decirse que hasta va intrínseco en la época. "Hay tiempo", habrán dicho los más optimistas en alguna que otra ocasión. "No he tenido tiempo", se justificarán los de excusas fáciles o, tal vez, los más ocupados. Pero la realidad es que son pocos los que pueden decir a boca llena que lo tienen todo listo con gran antelación. Y es que, ¿quién no ha apurado alguna vez hasta el último momento del último día de las Navidades para hacerse con el último regalo de Reyes? Las colas para pagar, las estanterías con menos oferta que de costumbre, las calles llenas de gente y, por supuesto, los atascos, son la prueba evidente de que Las Palmas de Gran Canaria tampoco escapa a las compras de última hora que vivirán su máximo apogeo precisamente hoy. ¿Lo positivo? Que las rebajas se han adelantado a sus Majestades de Oriente.

Desde el inicio de las fiestas tan señaladas en el calendario el mayor movimiento en las zonas comerciales de la ciudad podía palparse nada más poner un pie en ellas. No obstante, ha sido después de Nochevieja desde cuando se percibe el ambiente más cargado y ajetreado debido a la mayor presencia de personas y coches en las vías. Las grandes superficies comerciales, por ejemplo, son auténticos hervideros durante toda la Navidad, si bien las últimas jornadas se han convertido en centros neurálgicos donde encontrar aparcamiento en el parquin se convierte en una misión imposible y caminar esquivando cada tres pasos a los demás es casi una cuestión de superviviencia. Y ya ni qué decir de las enormes colas que se han estado formando hasta para envolver un regalo.

La imagen de las filas para pagar o probarse algo se repite en la mayoría de los establecimientos, sobre todo en las franquicias, donde a horas normalmente tranquilas posiblemente más de uno y de dos hayan tenido que esperar un rato para poder pasar por caja. Eso es lo que ocurrió ayer al mediodía en Triana, donde el presidente de la asociación de comerciantes, Carlos Bethencourt aseguró que en las últimas jornadas "se ha alcanzado un lleno casi absoluto". Tanto es así que la entidad prevé alcanzar un aumento del 20% en las ventas con respecto al año pasado. Un hecho al que, según el empresario, también contribuye la presencia de la XXII Feria de Artesanía de Gran Canaria en el parque San Telmo, donde más de un centenar de artesanos de la Isla ofrecen sus originales y variadas creaciones hasta esta medianoche. Y es que además el barrio acogerá por la noche varios conciertos y la tradicional macrofiesta donde los adultos podrán acortar la espera de sus Majestades a lo largo de las 49 barras que se sacarán a las calles.

Un evento ante el que el Ayuntamiento capitalino prevé un incremento de asistencia, entre otras cosas, por el buen tiempo que acompaña este año, según la directora general de Presidencia y Seguridad Ciudadana, Eulalia Guerra. Asimismo, durante todo el día de hoy se espera un aumento de la circulación en las zonas comerciales, tanto de peatones como de vehículos. "Más o menos en la misma línea y en los mismos espacios que el año anterior", apostilló ayer Guerra. Así que si la idea es ir en coche a calles como Mesa y López, mejor mentalizarse e irse con tiempo, porque ya las pasadas jornadas acceder a la zona ha sido un proceso digno de paciencia para conductores y acompañantes.