El pesquero ruso Admiral Shabalin, que se incendió el 26 de octubre de 2015 en el Muelle Grande del Puerto de La Luz, carecía de detectores de humos en la factoría y "especialmente" en el cuarto de control de esta estancia; las paredes que delimitan estas salas tampoco tenían protección estructural contraincendios y las bombas para atacar los fuegos no pudieron ser utilizadas en su totalidad al ser de accionamiento eléctrico y quedarse el buque sin suministro. Estas son las conclusiones del informe elaborado por la Comisión de Investigaciones de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM), organismo independiente adscrito al Ministerio de Fomento, sobre el fuego que mantuvo en alerta al Puerto durante casi una semana.
En el documento se resalta que fue un marinero que volvía de tierra el que se percató del olor a humo que salía de un compartimentos. Éste dio aviso al oficial de guardia y al mismo instante saltaron las alarmas de incendios. La tripulación trató de atajar las llamas, cerrando las puertas estancas. En ese mismo momento se perdió por primera vez el suministro eléctrico, por lo que tanto el jefe como el segundo de máquinas trataron de cerrar las compuertas hidráulicas y otros espacios para ventilar. "Sólo lo consiguen parcialmente". Todo ocurrió a las 21.50. Diez minutos después se puso en marcha el motor auxiliar, que "funciona un tiempo indeterminado entre unos pocos segundos y dos minutos" hasta que se produjo un segundo "blackout" -cese del suministro-. Así explican los técnicos del CIAIM el principio de un incidente que se produjo, "con toda probabilidad" en la sala de control de la factoría. "Aunque todo apunta a un incendio de origen eléctrico, sus causas no se han podido determinar".
Pero añaden que el local donde se originó albergaba cuadros eléctricos que proporcionaban energía a la maquinaria de la factoría, ventilación, calefacción e iluminación, que quedaron "muy dañados, lo que permite apuntar la hipótesis de que el fuego se inició en uno de esos cuadros". La tripulación, además, declaró que el cableado "era viejo, lo que permite suponer un mal estado de la instalación eléctrica". Y añade que el plan de fuego señala que "la sala de control de la factoría no contaba con detectores de humo ni de llama". "De haber dispuesto", prosigue el informe en otro apartado, "presumiblemente la tripulación habría podido enfrentarse a la situación antes de que el incendio se extendiera".
Los autores del informe destacan asimismo que la sala donde se inició el incidente carece de tabiques contraincendios. "Ello permitió que el calor se transmitiera rápidamente". "Si los mamparos del local de control de la factoría hubieran sido de clase A, el incendio habría quedado confinado a ese local durante más tiempo", no extendiéndose así al parque de pesca o factoría. En relación a la pérdida de suministro eléctrico resalta que esta incidencia "impidió hacer uso de las bombas contraincendios".
El comité de coordinación
Sobre la actuación del comité de coordinación de la emergencia, formado por Autoridad Portuaria, Capitanía Marítima, Bomberos y representantes del buque, la Ciaim dice que los bomberos "carecen de una formación específica" que ellos mismos "consideran necesaria para poder acometer este tipo de trabajos". En este sentido, en mayo del año pasado Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y Autoridad Portuaria firmaron un nuevo convenio y los agentes ya realizaron un curso hace dos meses. Sin embargo, la Unión Sindical de la Policía y Bomberos exigió esta semana la revisión de los protocolos después del incendio que se produjo en un barco chatarra dentro del Puerto. Este sindicato aseguró que el incidente puso de manifiesto "la falta de medios" para actuar en estos servicios.
