El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 ha abierto una pieza separada para investigar por sus posibles vinculaciones con el extremismo islámico al hombre que amenazó con matar a su pareja en nombre de Alá. El mauritano Nema Ould Bilal, que fue juzgado el martes por lesiones y amenazas, ha sido condenado a tres años de internamiento psiquiátrico y otros diez años de libertad vigilada. Los médicos forenses consideran que es inimputable porque sufre un delirio de tipo místico. De ahí que la Fiscalía solicitara esas medidas de seguridad es vez de penas de cárcel.
La sentencia, que fue dictada ayer por el Juzgado de lo Penal número 5, accede a las peticiones que formula el ministerio público, incluida una orden de alejamiento y la localización permanente mediante dispositivos electrónicos. Pero el caso de Nema Ould no termina ahí. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2, que se encargó de investigar los hechos, ha abierto una pieza separada por posible enaltecimiento del terrorismo, con vistas a remitir las actuaciones a la Audiencia Nacional (AN) si finalmente constata indicios delictivos en ese sentido.
Niega vínculos con la yihad
Nema Ould ha rechazado en sus declaraciones que tenga ideas yihadistas ni vínculos con radicales, pero el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha indagado en su Facebook, en su móvil y en su vida diaria en busca de pruebas. Hasta el momento han constatado que se ha radicalizado durante este último año, lo que coincide con los datos revelados por su pareja y, sobre todo, con las conclusiones de los forenses que han explorado su personalidad. Los expertos en medicina legal lo describen en sus informes como una persona peligrosa por su religiosidad "extrema", explican fuentes judiciales.
Nema Ould Bilal atacó a su compañera sentimental el pasado 29 de abril. Ambos compartían un piso en la capital grancanaria. Ella, que estaba embarazada de tres meses, dormía en su dormitorio ese mañana de abril. Ould Bilal le puso una navaja en el cuello y le susurró, al oído, "este es el final, te voy a matar por Alá, mi dios me dice que te mate", según los hechos probados de la sentencia. Luego se sentó en la cama, besó su móvil, puso un audio con los versos del Corán y gritó "por Alá por Alá". Finalmente le dio un puñetazo a su pareja en la cara, que se había refugiado en el baño.
Tras meses antes, cuando su compañera se quedó embarazada, fue cuando Nema Ould inició su proceso de transformación. Empezó a ir con mucha frecuencia a la mezquita de Guanarteme, donde frecuentaba a un señor mayor al que llamaba el maestro.
También dejó de consumir cannabis y otros malos hábitos de la vida, al tiempo que se inició en varios ritos para purificar su alma y comenzó a vestir con ropa blanca. A casa llevaba ideas apocalípticas sobre el fin del mundo, incluso trato de convertir al islam a su pareja, de origen canario y nada religiosa. Esta transformación, según la mujer, se produjo al quedarse en estado.
La coincidencia es significativa porque los investigadores creen que se inspiró en el pasaje bíblico del Sacrificio de Abraham para amenazar a su compañera. En esa escena Abraham decide matar a su hijo Isaac, pero no lo hace porque se lo impide la voz de su dios. Eso, según el propio Nema Ould, es lo que ocurrió el 29 de abril.
Ould asegura que Alá le habla a su corazón: primero le dijo que matara a su pareja y luego que no lo hiciera. No se trata de las alucinaciones o distorsiones ópticas del enfermo mental habitual, sino de alguien que siente una conexión interior con su dios. De ahí el delirio místico, algo que no ocurre con frecuencia según los forenses.
