Con nostalgia y pesar. Es el sentimiento que invade a los propietarios y a los empleados de La Única, la peluquería del parque Santa Catalina, que clausura sus puertas por jubilación después de 93 años de historia atendiendo a una clientela local muy fiel, pero también marineros y turistas por su cercanía con el muelle Santa Catalina y el Puerto. El establecimiento, que abrió sus puertas en 1923 de la mano del canario Manuel Brito Santana cuando a Las Palmas de Gran Canaria llegó la luz eléctrica, echará el cierre el próximo 31 de enero.
La jubilación de Candelaria Álvarez, empleada durante 31 años y actual encargada, ha sido la excusa perfecta para que Magdalena Wilson Santana y su marido Jesús García Rubio pongan punto y final a la historia que inició el abuelo de Magdalena a principios de los años 20. La verdadera razón, sin embargo, no es otra que la finalización de la prorroga de arrendamiento dada por el hotel Bed & Chic, propiedad del local tras adquirir el inmueble hace unos años y finalizar la ley de rentas antiguas.
"Barajamos el cambiarnos de sitio pero entendimos que La Única está muy ligada a Santa Catalina y que no iba a funcionar en otro lugar; creemos que con la jubilación de Laly se cierra de manera muy digna un local tan emblemático. Queremos además que la familia, que fundó el establecimiento, sea también quien lo cierre", señala Jesús, mientras explica que en una ocasión intentaron comprar el establecimiento a la antigua propietaria del edificio, pero sin éxito.
La Única comenzó su andadura como barbería ya que eran los hombres los que entonces acudían a estos establecimientos públicos a principios del siglo XX. No había otra a la redonda entre La Isleta y Mesa y López y de ahí su nombre. Luego dieron paso a las mujeres. En el piso que daba a la calle, con salida a Santa Catalina y a General Vives, se atendía a los caballeros mientras que en el superior se daba cita a las señoras.
Pese a que el negocio ha estado siempre en manos de la familia, primero en la hija y después en la nieta de Manuel Brito Santana, ellas nunca ejercieron el oficio porque no les gustaba. Tras el abuelo, subarrendaron el local al ex boxeador Domingo Saavedra Jordán, conocido como Circo, que lo llevó durante décadas hasta que hace 25 años la gestión la retomaron Magda y Jesús.
El establecimiento fue uno de los primeros que ofreció el servicio de manicura y pedicura en la ciudad y en las mejores épocas llegó hasta tener hasta 14 empleados y los clientes, muy fieles, tener que tomar número y esperar en la cafetería La Central del parque a que les tocara el turno, especialmente cuando arribaban los pesqueros. También era conocido el servicio de toallas calientes para la limpieza de cutis. Magda recuerda que los pequeños lavabos junto al espejo para facilitar el trabajo al barbero existían aún hace unos años.
Por La Única han pasado generaciones de canarios, muchos de ellos conocidos como los alcaldes Juan Rodríguez Doreste y José Manuel Soria, el ex diputado José Carlos Mauricio, el humorista Manolo Vieira, la cantante Mary Sánchez; entre otros. También artistas nacionales como los humoristas Jorge Cadaval, del dúo Los Morancos, o Fernando Esteso durante su paso por los Carnavales de la ciudad. En su interior se llegó a rodar varias películas como A tiro limpio y algún anuncio.
