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Turismo Análisis de viabilidad para el futuro del hotel emblemático

La reforma del hotel Santa Catalina requiere diez millones

Un estudio encargado por el Consistorio revela que la obra durará cerca de dos años

Diez millones y medio de euros. Ese es el mínimo que tendrá que invertir el próximo concesionario del hotel Santa Catalina "para dejarlo en condiciones". Así lo informó ayer el concejal de Turismo, Pedro Quevedo, en base a las conclusiones obtenidas en el análisis de viabilidad encargado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que servirán para elaborar el nuevo contrato de arrendamiento que permitirá durante 30 o 35 años explotar el edificio emblemático que mantendrá la categoría de cinco estrellas y cuya actual concesión finaliza en noviembre. A partir de entonces el nuevo arrendatario podrá empezar las obras cuya duración se estima que podría prolongarse hasta los dos años en los que Quevedo no descartó la posibilidad de cierre. Y es que entre otras cosas, el estudio contempla la necesidad de reducir su número de habitaciones de 202 a 180 para duplicar la cantidad de suites que actualmente son una docena. Una acción que podría suponer en torno al 30% del coste inicial, según el edil.

El estudio, elaborado por la consultora Codexca fue presentado ayer a los miembros del Consejo de Administración de la Sociedad Municipal Hotel Santa Catalina quienes, según el concejal, dieron su visto bueno a la propuesta que recoge también que el canon anual que el Consistorio debería cobrar al arrendatario oscilará entre los 600.000 y un millón de euros. Una cifra muy superior a la que actualmente paga el adjudicatario, establecida en 26.500 euros anuales, que el análisis de viabilidad revela tras realizar una comparativa con otros hoteles españoles de características similares como son el María Cristina (San Sebastián), el Alfonso XIII (Sevilla) y el Grand Mencey (Tenerife). "Todos ellos son propiedad pública y se trata de edificios protegidos", explicó.

Y es que en función de dicho cotejo, Pedro Quevedo reveló datos como que por los dos hoteles peninsulares, los ayuntamientos de Donostia- San Sebastián y Sevilla, sus propietarios, cobran un arrendamiento anual superior a los 600.000 euros con una oferta de camas inferior a la del hotel grancanario. Por su parte, el Cabildo de Tenerife, propietario del hotel Mencey, cobra 1,8 millones anuales por el alquiler del establecimiento ubicado en la capital de la isla y con más camas que el Santa Catalina.

Los ingresos del nuevo arrendamiento que se abonará al Ayuntamiento a partir del próximo noviembre, y que nunca será inferior a 600.000 euros, serán gestionados por la Sociedad Municipal Hotel Santa Catalina SA. Un organismo dependiente del Consistorio que desde esa fecha contará con personal cualificado y una dirección que se encargue de gestionar y controlar que el futuro arrendatario cumpla con todas las exigencias de calidad recogidas en el contrato, especialmente aquellas referidas al mantenimiento y conservación de un edificio declarado Bien de Interés Cultural. Para ello, Quevedo contó que podría incluirse una tasa anual como tienen el María Cristina y el Alfonso XIII, que en estos casos asciende al 3% y 4%, respectivamente.

En lo que a los ingresos por explotación se refiere, el estudio encargado por el Ayuntamiento capitalino prevé 116 euros por habitación con una estimación de ocupación del 73% de las plazas. En función de esto, Quevedo apostilló que se espera una tasa de retorno de la actividad del 18% para una concesión de explotación por 35 años. "El hotelero recuperaría su inversión en cinco años, contando con los dos que permanecería cerrado para la realización de las obras de reforma", apuntó. Y garantizó que para la intervención se ha elaborado un inventario de bienes patrimoniales para proteger el legado que Miguel Martín- Fernández de la Torre dejó en el edificio que desde 1994 explota la familia Padrón.

Tras comparar el funcionamiento de los otros hoteles, el estudio aporta otras recomendaciones que serán incluidas en el futuro contrato, cuyo pliego de condiciones elaborará la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística de Las Palmas de Gran Canaria SA (Geursa). Se trata de la obligatoriedad de subrogar la plantilla actual que cuenta con 130 trabajadores, de los cuales 80 son fijos y 50 trabajan de forma temporal. Asimismo, Pedro Quevedo tampoco descartó la contratación de más personal para alcanzar la media nacional de empleados por habitación que se da en los establecimientos de su categoría. "Tenemos claro que tenemos que hacer una propuesta atractiva para los empresarios del sector, de ahí que la duración que estamos manejando para el futuro contrato se plantee entre los 30 y 35 años, teniendo en cuenta también la inversión inicial para la reforma en la que el edil calculó que siete de los diez millones se destinarían arreglos de fontanería, tabiques, o maderas, entre otras cosas.

Ángeles Batista

"La subrogación de la plantilla tiene que ser un hecho seguro"

Unidos por Gran Canaria: La portavoz de Unidos por Gran Canaria, Ángeles Batista, es también consejera del hotel Santa Catalina. "Desde 2012 se está trabajando en la renovación", comentó. Y es que desde el cierre del Gran Casino Las Palmas en el inmueble aseguró que eran conscientes de que "la situación era inviable". Con respecto a las conclusiones recogidas en el análisis Batista comentó que con la nueva propuesta podrían alcanzarse en un futuro los "800.000 u 850.000 euros de renta". Asimismo hizo hincapié en la importancia de que el nuevo contrato garantice la subrogación de toda la plantilla. "En el informe pone que casi seguro será así, pero nosotros queremos que sea un seguro 100% porque los trabajadores están preocupados".

Pablo Barbero

"En 1995 el concesionario pagó al completo la renta"

Partido Popular: El que fuera concejal de Turismo en el anterior mandato, Pablo Barbero, se mostró más contrario al análisis presentado por el Ayuntamiento en el que considera que "hay numerosos errores". Según recordó el edil Popular, en el año 1994 no se presentó nadie al concurso. "Pedían casi cuatro millones de euros (seis de las antiguas pesetas) y al final el inversor se gastó 13". Y señaló que la familia Padrón se gastó nueve millones de euros más en reformas que se hicieron parcialmente, sin cerrar el establecimiento. "De hacerlo ahora sería un error para volverlo a relanzar", apostilló Barbero, quien además recordó que "entre 1995 y 1996 el concesionario pagó en su totalidad la renta, por lo que decir que 24.000 euros es una renta baja es una verdad a medias".

Javier Amador

"Un canon tan alto resta poder para fijar el precio más elevado"

Ciudadanos: A pesar de que, de entrada, Ciudadanos no ve nada negativo al estudio encargado por el Ayuntamiento, su concejal Javier Amador sí criticó ayer que a su partido no le hayan llegado las conclusiones de dicho análisis. "Nos parece de tener muy poca visión el ocultárselo a la oposición y más cuando se trata de un tema en el que es importante que haya consenso". Después de "leerlo en la prensa", Amador señaló que le parece "genial que la Sociedad del Hotel Santa Catalina se ocupe del Pueblo Canario", si bien Ciudadanos espera "que no sea una excusa para no intervenir ya en el enclave cultural". En lo que al canon se refiere, el concejal consideró que elevarlo hasta un millón puede "restar poder al Consistorio para fijar el precio lo más alto posible".

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