La imagen turística es, por definición, un producto de consumo ajustado habitualmente a estereotipos que no invitan a la mirada analítica. Pero, como en tantos asuntos del mundo, hay excepciones. Una de ellas son las imágenes de cierto tipo de libro de viaje que proliferaron a partir de los años sesenta, tal que Die Kanarischen Inseln, obra con texto de Herbert A. Löhlein y fotografías de Sigrid Köhler y Hanns Reich. El historiador del arte Carmelo Vega de la Rosa hace referencia a esta publicación en su imprescindible Derroteros de la fotografía en Canarias (1839-2000), con una mención específica a una foto en blanco y negro de Hanns Reich sobre la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, de Joan Margarit Serradell. Ésta, uno de los edificios más interesantes de Las Palmas, fue culminada en 1958, dos años antes de que Die Kanarischen Inseln apareciera en un sello de Munich.
Como haría en el Mercado Central, concluido ese mismo año, Margarit se haría eco en la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, enclavada en el barrio de Schamann, de la arquitectura moderna brasileña del momento y con ello, y junto a otros notables edificios de los cincuenta -la Clínica Cajal, de Richard E. Oppel; la Delegación de Hacienda de Carlos Sobrini y José García de Castro; la Gasolinera de Tomás Morales 20, de Fermín Suárez Valido; los Apartamentos Las Palmeras, de Manuel de la Peña?-, marcaría la recuperación del vocabulario moderno en la arquitectura de la ciudad, y el fin de la hegemonía del neocanario y el academicismo, impuestos oficialmente tras la guerra civil.
En el templo de Schamann, Margarit introdujo el diálogo entre arte y arquitectura que comenzaba a imponerse por esos años, con la inclusión en la fachada de esculturas de Juan Márquez, que junto a la limpieza conceptual, el color voluptuoso y la torre campanario, exenta y horadada con celosías, constituyen sus rasgos más relevantes. En la torre, como se ha dicho, en un fragmento de ella junto a la pasarela que la une con el resto del edificio, se fijó Hanns Reich para animar a los viajeros que consultaran Die Kanarischen Inseln a visitar este barrio obrero, Schamann, que ni estaba ni está en las rutas turísticas de Las Palmas.
En línea con una tradición fotográfica de vanguardia que se acerca a los edificios modernos no para describirlos, sino para analizarlos, la aproximación fragmentada de Reich, como dice Vega de la Rosa, su "búsqueda de la forma, el análisis de líneas y volúmenes, y el contraste de líneas y volúmenes, no pretenden dar una explicación del lugar sino explorarlo". Aunque inserta en un libro que da cuenta de los atractivos de Canarias para el viajero ocioso, la imagen del fotógrafo alemán va más allá de la mera ilustración y roza la abstracción. Con su poética asentada en la rígida trama estructural, sus reenvíos de tensión entre los volúmenes y su juego entre el campanario permeable al aire y la nube captada bajo la pasarela, la fotografía acredita un código estético compartido con el edificio.
No sería ésta la única construcción moderna de Schamann retratado en una fotografía con carga autorial para incluirla en una publicación turística. Siete años después, Nicolás Muller haría lo propio con el vecino Edificio España, de Fermín Suárez Valido, que aparecería en la guía Canarias de la editorial Clave. Si algún día alguien escribe un libro sobre Las Palmas que crucen las líneas entre paradigmas arquitectónicos y paradigmas fotográficos, ambas imágenes deberán ocupar un lugar destacado.
