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Vecinos de Arenales piden el precinto de un prostíbulo en Matías Padrón

Los residentes advierten de que el local del puticlub fue reformado y abierto sin licencia del Ayuntamiento

Vecinos de Arenales piden el precinto de un prostíbulo en Matías Padrón

Más de un centenar de vecinos del barrio de Arenales han solicitado al Ayuntamiento de la capital grancanaria el precinto de un prostíbulo que funciona desde hace más de dos meses en un local de la planta baja de la calle Matías Padrón. El local está ubicado cerca de Molino de Viento, una zona donde se ejerce tradicionalmente la prostitución en casas terreras, pero en este caso el burdel ha sido abierto en la planta baja de un edificio de viviendas de tres plantas, cuyos vecinos se han encontrado de la noche a la mañana con un puticlub en la puerta de su casa, que además está a escasos metros de un colegio público de Infantil y Primaria. Desde el Ayuntamiento explicaron que se ha abierto un expediente y se ha encargado un informe a la Policía Local. "En función de dicho informe actuaremos como proceda", señalaron las fuentes del Ayuntamiento.

"Nos dijeron que iban a reformar el local para instalar un restaurante, pero en realidad era un puticlub", dice uno de los vecinos, que presentaron el pasado 12 de enero una denuncia en la Unidad Técnica de Edificación y Actividades, en la que advierten de que el citado local comercial se encontraba en fase de estructura y carece de licencia tanto para las obras de reforma que han realizado como para la apertura.

Encima del local denunciado viven nueve familias, todas ellas en régimen de alquiler, desde hace varios años y los locales de la planta baja no tenían actividad.

El anterior propietario del edificio quebró poco después de construirlo, por lo que el inmueble acabó en manos de un banco, tras un embargo.

Los actuales propietarios compraron en 2014 todas las plantas del edificio, a excepción de los dos locales situados en el piso bajo, que ya habían sido vendidos.

"Reformamos las nueve viviendas del edificio y las alquilamos y así siguen", explican desde la promotora del edificio, que añaden que hace unos cinco meses se percataron del inicio de obras de reforma en uno de los locales de la planta baja, el de Matías Padrón, esquina con Carvajal. La promotora se queja además de que el burdel está perjudicando su negocio porque algunos inquilinos se están yendo. "A nadie le gusta vivir encima de un puticlub", dice.

"Nos dijeron que a lo mejor ponían un restaurante, pero nos dimos cuenta de que las obras no se correspondían con un restaurante. Desde hace cinco meses llevamos denunciando por la realización de obras durante los fines de semana y ruidos, pero desde finales de noviembre nos hemos percatado de que se practica la prostitución, "con total impunidad", en un local que no tiene ningún tipo de actividad declarada. Los vecinos han recogido hasta la fecha más de 128 firmas y se están planteando realizar una concentración de protesta si el Ayuntamiento no precinta el local.

En el escrito presentado el pasado 12 de enero en la Unidad Técnica de Edificación y Actividades del Ayuntamiento, los denunciantes explican que se han abierto "dos huecos de puerta en la fachada" del local y además se han instalado "puertas tipo trastero y ventanillo en su parte superior, así como acondicionamiento del suelo", que es de cemento y "algunas puertas son de chapa", según explica un portavoz de los vecinos. La misma fuente asegura que el local ha sido dividido en cinco partes, correspondientes a otras tantas cabinas, en las que las prostitutas atienden a los clientes. El local, prosiguen, "está situado a escasos metros de un colegio público" y las mujeres que ofertan los servicios sexuales "se exhiben en la puerta".

El burdel, añaden, "está abierto durante la tarde y la madrugada" y "al parecer es utilizado como residencia por alguna de las trabajadoras", pese a que el Plan General impide el uso como vivienda de la planta baja. El portavoz vecinal asegura que en el Servicio de Edificación y Actividades "no consta expediente abierto que autorice el desarrollo de actividad alguna" en el citado local. Pese a carecer de licencia de obras y de apertura, indican en la denuncia, el recinto "cuenta con luz y agua" y sus correspondientes contadores.

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