Cumplió cinco años cárcel en 2014 por intentar matar a un policía local y al año siguiente, en noviembre de 2015, volvió a ingresar en prisión por otra tentativa de homicidio, esta vez por acuchillar a un conocido en la femoral mientras compartían velada en un fumadero de droga de la capital grancanaria. José Antonio Padrón Santana, conocido como Poti y el Gordo, se enfrente a nueve años de prisión por este último delito.

El acusado, con antecedentes penales por delitos violentos, se sentará en el banquillo de la Audiencia de Las Palmas el próximo martes. La Sección Primera prevé juzgar a José Antonio Padrón a partir de las 09.30 horas. El fiscal Pedro Gimeno, además de esos nueve años de cárcel con la agravante de reincidencia, reclama que indemnice con 39.400 euros a la víctima por las secuelas de la cuchillada.

Los hechos que serán objeto de juicio ocurrieron el 21 de noviembre de 2015, sobre las 22.00 euros, en un piso situado en el número 2 de la calle Domingo Padrón. El acusado acudió a esa vivienda porque era utilizada de forma habitual como lugar de consumo de estupefacientes, explica el ministerio público en su escrito de conclusiones provisionales. En un momento dado, un tercer usuario del fumadero discutió con el propietario de la casa. Fue en ese momento cuando irrumpió José Padrón, que estaba en el salón y se acercó a la entrada con un cuchillo de grandes dimensiones. Apuñaló a la víctima en la pierna izquierda, a la altura de la arteria femoral. Una intervención de urgencia, que contuvo la hemorragia, evitó que el herido muriera desangrado en el piso.

Los hechos que motivaron la anterior condena de José Antonio Padrón son igual de graves. El 23 de octubre de 2005 robó un coche en la urbanización Coperfam, la Policía Local le dio el alto cinco días después en la bajada de San Bernardo y emprendió la huida hacia Perojo. En esa calle, al verse atrapado por los agentes, Padrón dio marcha atrás y arrolló con el vehículo a uno de los policías, que había quedado atrapado en su motocicleta, pasándole varias veces por encima. La Fiscalía solicitaba inicialmente una condena de 13 años de prisión: 10 por atentado y homicidio y otros 3 por el robo del coche. Finalmente reconoció los hechos y se dictó una sentencia de conformidad de cinco años de prisión, pena que quedó extinguida el dos de julio de 2014. Anteriormente, en 1997, fue condenado a un año de cárcel por atentado a otro agente de la autoridad.