La oficina del Programa Mundial de Alimentos (PMA) que Naciones Unidas tiene en el Puerto de La Luz ha enviado el pasado año a África y a América Latina más de 76.800 toneladas de alimentos no perecederos para paliar las crisis humanitarias provocadas en algunos países de estos continentes por la sequía, los conflictos bélicos o las catástrofes naturales. En concreto, se enviaron 76.837 toneladas, un volumen muy similar al de 2015, en el que se transportaron más de 70.000 toneladas.

Un gran porcentaje de estas toneladas fueron enviadas a Nigeria, que por primera vez se sumó a la lista de países del África del oeste a los que desde La Luz el PMA presta ayuda. La República de Nigeria padece desde hace unos años una grave crisis humanitaria debido a la inestabilidad política provocada por el grupo terrorista Boko Haram, que ha obligado a millones de personas a desplazarse, y una fuerte sequía.

Así lo afirmaba esta semana el director del PMA en Las Palmas de Gran Canaria, Pablo Yuste, en las oficinas que la entidad tiene en el muelle Sanapú, frente al Acuario Poema del Mar. Yuste explicó que los aproximadamente 4.100 contenedores que han salido a lo largo del año han ido a parar, aparte de a Nigeria, a Costa de Marfil, Senegal, Camerún, Chad, Gambia, República centroafricana, Guinea Bisáu, Guinea Conakry, Sierra Leona, Malí, Burkina Faso, Liberia, Mauritania, Congo y también a Haiti y Nicaragua "aprovechando la tricontinentalidad que tiene Las Palmas de Gran Canaria" entre África, América y Europa.

Complemento alimenticio

Las ayudas a Nigeria comenzaron en marzo y se incrementaron a partir de septiembre. Entre los alimentos que se transportaron desde La Luz figuraban gran cantidad de pumply nut, un compuesto a base de mantequilla de cacahuete, aceite vegetal, leche en polvo, vitaminas y minerales esenciales, que se ha convertido en la panacea de las organizaciones humanitarias mundiales para evitar la malnutrición infantil al aportar 500 kilocalorías y ser fácil de consumir ya que no necesita agua para su preparación puesto que solo basta con abrir un sobre y comerlo.

Pablo Yuste, que estuvo destinado tres meses en el país para poder abrir un corredor de ayuda a través de Lagos, la capital, y por Camerún, país vecino, subrayó la importancia del Puerto para cubrir esa "demanda repentina" de alimentos en el área africana.

El propio Programa Mundial de Alimentos ha asegurado que 11 millones de personas necesitan ayuda urgente en Nigeria. La alerta la realizó esta semana el coordinador humanitario de la ONU para el Sahel, Toby Lanzer, en una rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Lanzer afirmó que más de siete millones de nigerianos sufren una situación de inseguridad alimentaria grave y 550.000 niños padecen desnutrición grave. Todo ello, sin olvidar, los 2,5 millones de personas que han sido desplazadas por la violencia que ha impuesto desde hace unos años el grupo terrorista Boko Haram.

Precisamente, el 24 de febrero se celebrará en Oslo (Noruega) una conferencia para buscar soluciones a esta dramática situación, así como para buscar financiación y poder continuar con la asistencia humanitaria.

Las guerras internas y la sequía provocada por los fenómenos atmosféricos y oceánicos del Niño y la Niña son dos de los principales factores que se encuentran detrás de estas crisis alimentarias en el continente africano. El territorio ha sufrido además en los últimos dos años otra dramática situación con el virus del ébola, que también necesitó de la ayuda de los organismos internacionales para evitar su expansión fuera del continente.

El director del PMA en Las Palmas señaló que en 2016 se recibieron 26 grandes envíos que fueron redistribuidos a los países en pequeñas cantidades en función de las necesidades. En total, se hicieron 207 envíos, lo que supuso uno cada día y medio.