Los estibadores de Las Palmas, a través de la Fundación María, han donado la plancha para transportar la cocina móvil que la ONG Acción Directa Sierra Norte ha construido en un contenedor para ofrecer comida caliente a los refugiados de Grecia, donde actualmente se estima que puede haber unas 60.000 personas procedentes, principalmente, de Siria, Irak y Afganistán. En el proyecto, conocido como Móvil Kitchen y puesto en marcha por el cocinero y voluntario Julio García Ruiz, también ha colaborado el bombero del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria en Telde, Claudio Romero Ojeda, que transportará el contenedor-cocina desde Albendiego (Guadalajara), donde ha sido construida por voluntarios, a Grecia. El contenedor-cocina ya marcha hacia Grecia.

La plancha de 12 metros de larga fue comprada por los propios estibadores y transportada gratuitamente por la naviera Armas hace unos días hasta Huelva. La mercancía se trasladó posteriormente al municipio de Guadalajara por vía terrestre en un camión articulado guiado por el bombero canario. La ONG pretende repartir comida caliente a los refugiados que viven en los campamentos griegos y mejorar la alimentación que se dan en los campamentos organizados e improvisados para frenar la entrada de inmigrantes a Europa que desde hace dos años huyen de sus países por mar y tierra. La entidad estima que en la cocina-móvil se podrían elaborar unas 2.000 raciones, incluidos menús para personas con problemas alérgicos.

La Móvil Kitchen, además de ser una cocina funcional, está equipada con envasadora de tarrinas termo-selladas, que permite el abastecimiento de alimentación en varios sitios de los campamentos con garantías de salubridad e higiene. El proyecto pretende además que algunos inmigrantes de los campos puedan participar en la cocina como pinches o cocineros y también servirá como punto de aprendizaje para otros.

La cocina-móvil será transportada ahora por el bombero Claudio Romero por carretera hacia los campos de refugiados. La solidaridad canaria con los refugiados también se ha visto reflejado en los casi mil euros que se han recogido para la ONG, así como ropa de abrigo, según ha señalado el propio Claudio Romero hace unos días a este periódico en una entrevista.

Para los estibadores, colectivo tradicionalmente solidario en causas de muy diversa índole, “poder participar en un proyecto tan interesante como este, que a la vez que palía una necesidad básica como es la alimentación sana, ofrece formación profesional, es una verdadero privilegio”, ha dicho Miguel Rodríguez, coordinador de estos trabajadores de Las Palmas. “Somos conscientes de que los refugiados viven una situación que bien podría ocurrirnos a cualquiera. Eran personas, muchas profesionales, con vidas como las nuestras, sus familias, sus hogares, su ocio; ser generosos con nuestra abundancia es un deber. Entre todos tenemos la obligación de crear un mundo mejor, en este caso, ADSN nos ha facilitado mucho la labor”.