El centro comercial La Ballena cuenta desde ayer con un centro deportivo que se convertirá en uno de los más grandes de la capital después de que se habilite la azotea del inmueble, utilizada en ocasiones como zona infantil. El gimnasio, que se encuentra ubicado en el local que ocupaban los antiguos multicines de la gran superficie, es el cuarto establecimiento que abre el grupo Macrofit en la Isla.

El gimnasio ocupa aproximadamente unos 12.700 metros cuadrados de superficie entre los 2.700 metros cuadrados que hay en la segunda planta y los 10.000 de la azotea, un espacio que se abrirá a los usuarios dentro de unos meses después de que el Ayuntamiento y los dueños del centro comercial hayan dado su visto bueno, y donde irán las pistas de obstáculos en las que entrenarse para el running. Así lo afirmaba ayer Francisco Guerra Álvarez, administrador de la empresa, de capital completamente canario y que gestiona también otras instalaciones deportivas públicas.

Entre las novedades del cen-tro, en las que hay una plantilla de doce personas, figura el que un DJ animará a los deportistas por las tardes a no desfallecer en el ejercicio.

El centro está compuesta por dos grandes salas, además de vestuarios y oficinas. En una de ellas se ha instalado todos los aparatos gimnásticos con los que practicar disciplinas como el spinning, aeroboxing, fit&cross y total trainning, mientras que en la otra sala; que puede convertirse en dos según las necesidades, es diáfana para que los usuarios se ejerciten en zumba, tonificación, pilates, bailofit, combofit y en baile.

La instalación deportiva, en la que ya se han inscrito los primeros 300 usuarios, tiene capacidad para que 4.000 personas estén rotando entre las 06.00 y las 23.00 horas, de lunes a viernes. Además de los fines de semana -los sábados (08.00 a 20.00 horas) y los domingos (09.00 a 15.00 horas).

Entre los aparatos de gimnasia ya conocidos como las bicicletas estáticas, las cintas de correr, las máquinas elípticas, entre otros, figura una estructura que, en realidad, es un circuito con diversos elementos para practicar crossfit, el entrenamiento militar tan de moda entre los amantes del deporte.

Guerra explicó que el grupo llevaba tres años buscando un local grande para instalarse en el distrito de Ciudad Alta, una zona de la ciudad que carece de instalaciones deportivas exceptuando el centro municipal de Las Rehoyas, pero en el que habitan miles de personas. La oportunidad se presentó con los multicines del centro comercial, cerrados desde 2010 y que estaban en concurso de acreedores. "El estudio de viabilidad nos decía que las condiciones eran las idóneas. Más de 80.000 personas pueden venir caminando al centro en dos minutos y el centro comercial dispone de 2.000 plazas de parquin gratuito", indicó Guerra.

La compra de los multicines y la renovación del mismo ha supuesto para el grupo un desembolso de más de 2,5 millones de euros.

El centro comercial La Ballena confía, por su parte, en que el gimnasio suponga "una oportunidad de desarrollo" para la gran superficie, copada principalmente por firmas locales. Así lo reconocía ayer el gerente, Miguel Milán, durante la visita a las instalaciones junto a su colega de Las Terrazas, Lorenzo Esma.

Durante la mañana de ayer, de puertas abiertas, numerosos vecinos conocieron las instalaciones, mientras algunos operarios daban aún los últimos retoques al gimnasio. Fue el caso de Jonathan Pérez Domínguez, reponedor, y de Yaiza Alonso Romero, dependienta en un centro comercial, que vestidos con ropa de deporte, se alegraban de lo cerca que les quedaba el gimnasio de casa. La pareja, que vive en La Paterna, mostraba su satisfacción por un horario tan extenso y los numerosos aparatos con los que cuenta el establecimiento.

Sonia Peña Herrera, profesora de peluquería, es usuaria del grupo, que permite a los inscritos acudir a cualquiera de sus cuatro centros con la misma tarjeta. La joven practica desde hace un año crossfit en el centro de Juan XXIII y ayer había subido a continuar sus ejercicios con su entrenador personal, que había cambiado de ubicación por la inauguración. "El trato es muy personal y espectacular", comentaba sobre la atención de Macrofit a los inscritos. Alberto Castellano Reyes, estudiante y compañero de clase de Sonia en el gimnasio, agradecía, sin embargo, las ventajas que ofrecía llegar a La Ballena y aparcar gratis.