El Acuario Poema del Mar ya ha comenzado a seleccionar el personal que trabajará en la instalación, cuya apertura está prevista antes de que finalice el año pese a que aún no hay fecha definida ya que el edificio está todavía en construcción y aún queda que las diversas especies se acomoden a su nueva casa. La próxima semana comenzarán las entrevistas personales para escoger a un educador biólogo marino después de haber hecho una preselección de los currículos que han llegado al Grupo Loro parque, promotor del proyecto en el puerto de La Luz. En abril se iniciará el procedimiento para seleccionar a 15 acuaristas ya que en marzo está previsto que se monten los hábitats de las peceras. Y así sucesivamente con el resto de profesionales que trabajarán en el complejo marino de ocio. Está previsto que trabajen directamente unas 55 personas, aparte de las que pueden emplearse indirectamente.

Las cifras las dio ayer el propio vicepresidente del Grupo Loro Parque, Christoph Kiessling, durante una visita al interior del edificio junto a los concejales de Turismo, Pedro Quevedo, y de Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez.

El propio Christoph Kiessling fue el encargado de contar las primeras sensaciones que experimentará el visitante al entrar en Poema del Mar, para el que se ha diseñado un recorrido medio de dos horas. En su interior se podrá disfrutar de 350 especies diferentes de peces y anfibios principalmente; algunos de ellos en peligro de extinción como el pez Zoogoneticus tequila, cuyos hábitats son las charcas cercanas al volcán mejicano Tequila; el Proteo anguinus, conocido como salamandra de cueva y que se halla en la zona de Croacia, Eslovenia y Bosnia; y el Neurergus kaiseri, un tritón punteado. Y también de algunos mamíferos, como primates, y reptiles ya que el visitante conocerá cómo es el mundo marino adentrándose desde la selva al interior de un cenote hasta llegar al océano profundo. Así lo explicó el conservador responsable de la colección biológica del Poema del Mar, Alberto Castellanos.

Kiessling comentó que la sensación que se quiere transmitir es la de la vida en naturaleza. Algo muy similar a lo que experimentan los visitantes al entrar en Loro Parque. "Queremos contar la vida que se produce en el agua como si fuera una película para que la gente respete la naturaleza y se conciencie de que hay que cuidar el medio ambiente porque los mares representan hoy en día nuestra vida", dijo, mientras puntualizó que el acuario no tendrá un carácter científico, sino buscar el asombro en el visitante. De ahí que las especies que se introduzcan en el acuario -algunas de las cuales ya están creciendo en Loro Parque- lo hacen por su belleza y por su unicidad y no por representar a una zona del planeta. Y de que se haya diseñado un recorrido sorprendente en el que el visitante tendrá el agua bajo sus pies; también por sus cabezas, hasta llegar a la atracción de la mayor pecera curva construida hasta ahora en una instalación de este tipo. El deep-sea mide 36 metros de ancho por siete de alto. Respecto al retraso de su apertura -en un principio se había anunciado que el acuario estaría abierto para el verano-, Kiessling explicó que en una obra de esta envergadura en la que participan diversos equipos de trabajo en la construcción y donde hay proveedores de especies de "todo el mundo", la coordinación se hace complicada porque hay que "adaptarse a la cultura de cada país".

El vicepresidente del Grupo Loro Parque añadió que tras la finalización de la obra, para la que se pidió hace unos meses permiso para techar el inmueble que no estaba previsto en el proyecto inicial, habrá además que esperar a que el agua de las peceras "adquiera su equilibrio biológico". Un proceso que depende de la propia naturaleza y que puede tardar entre uno y seis meses. A partir de ahí se irán introduciendo las especies más pequeñas y débiles para que se vayan adaptando y buscando su refugio para después ir metiendo el resto de los ejemplares.