La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista a Rafael Massieu Curbelo

"Me parece un error indultar la corrupción de los políticos"

"Hay que poner límites temporales para evitar el fenómeno de las puertas giratorias en el mundo de la Justicia", asegura el decano del Colegio de Abogados de Las Palmas

Rafael Massieu. JUAN CASTRO

¿Qué hace el decano fuera del despacho?

Paseo con el caballo por la Cumbre, es una afición que comparto con algunos compañeros. Nos encanta recorrer los caminos reales. También pasear los domingos con mi mujer por la playa e ir al cine los viernes. El sábado, alguna cena con los amigos.

¿Lo del caballo de dónde le viene?

Es curioso. Empecé porque tengo un hijo con una discapacidad. Me comentaron, cuando él era niño, que le venía muy bien montar a caballo. Otro familiar tenía una hija con problemas y nos apuntamos. Al mes, mi otra hija se animó, nos hicimos amigos del profesor y, a los tres años, me animó a probar. Me quería poner en el grupo de los adultos, pero le dije que no, que prefería estar con mis hijos. Por ahí me enganché, con cuarenta años. Luego mis hijos lo dejaron y pasé de montar en el club a ir por los caminos reales con el compañero Agustín Santana .

¿Ha recorrido la Isla al trote?

Hacemos auténticas excursiones los fines de semana. Salimos de la casa de Agustín, que vive en La Atalaya, y acabamos en Tamadaba. Son paseos largos y bonitos. Una vez al año hacemos recorridos de dos o tres días. Salimos de Montaña Cardones y vamos hasta Guguii. Hacemos la primera noche en Artenara, la segunda en La Aldea y el tercer día en Guguii.

¿De Carnavales cómo vamos?

Tuve mi época cuando era joven, pero hace 10 o 12 años que mis hijos tomaron el relevo. A mi mujer y a mí se nos ha pasado un poco la edad.

¿Hay fiesta de disfraces en el Colegio de Abogados?

Sí, el día 24 en el Kopas. Suelen ser un éxito, la demanda de entradas es brutal. Muchas veces he dado las que me corresponden a mí porque me las piden. Todo el mundo está encantado con la fiesta.

¿Cuántas máscaras se necesitan para ser un buen letrado?

Es una pregunta complicada. Muchas veces no puedes traslucir lo que piensas a tu cara. Pasa cuando negocias un acuerdo o celebras un juicio, por ejemplo. No te digo que no. A veces hay que tener una careta hierática que no refleje tus sentimientos porque así evitas que te traicione tu trabajo.

¿Por qué se especializó en Derecho Laboral?

De pura casualidad. De casualidad incluso llegué a la profesión. Jamás pensé en ser abogado.

¿En serio?

Quería ser como mi padre, que era piloto. Y no sólo eso. Tenía una vocación tremenda, era instructor de vuelo, el alma mater del Aeroclub. Desde muy chico empecé a volar con él todos los domingos. Durante la semana me decía que me iba a enseñar cómo hacer una caída de ala, luego practicábamos las acrobacias. Nunca pensé que pudiera hacer otra cosa, pero cuando llegué a COU, por un primo que era mayor y también quería ser piloto, me enteré de que no podíamos serlo porque éramos daltónicos. Eso me viene por los genes de la rama familiar de Navarro Nieto, que precisamente es el fundador de LA PROVINCIA. Al final me fui a Icade a hacer derecho y empresariales con un amigo. Terminé la carrera y empecé a preparar oposiciones, pero se hacía muy duro, la verdad, y me llamaron del despacho César Llorens.

De los mejores, ¿no?

Sí, el más grande y potente en esa época. Me vine para acá sin pensármelo dos veces. Luego vino el rodaje. El primer año llevé los asuntos del banco Bilbao Vizcaya, después pasé a Civil, y el tercer año llegué al departamento estrella, que era el asesoramiento de empresas. Me gustada el derecho mercantil-societario, que también llevo. Entonces se abrieron dos posibilidades: combinar esa materia con fiscal o con laboral, pero se quedó vacante la plaza de laboral y, cuando me di cuenta, estaba resolviendo consultas sin haber leído el Estatuto de los Trabajadores.

¿Y eso?

El cambio me cogió en el interregno del anterior régimen con el nuevo. Desde que llegaba al despacho me ponía a leer el Estatuto como un loco porque a las nueve y media me empezaban a preguntar. Por eso digo que llegué al derecho laboral de pura casualidad. Como soy una persona práctica, he logrado hacer que realmente me guste mi profesión.

¿Por qué le gusta Laboral?

Es una jurisdicción muy específica, donde el número de profesionales no es demasiado grande. Esto implica que siempre seamos los mismos. Nos conocemos perfectamente, cada uno sabe por donde respira el otro. Todo esto hace que haya un compañerismo mucho mayor que en otras jurisdicciones.

¿Por ejemplo?

Sí un compañero te pide la suspensión de un juicio, ni siquiera preguntas cuál es el motivo o la causa. Igual piensas que no se ha preparado la vista, pero accedes a suspender el juicio no sólo por él, sino por el trabajador. No se puede permitir que un trabajador se vea desamparado, es un elemento que necesita especial protección. Nunca he celebrado un juicio al que no haya asistido el abogado de la otra parte. En lo Social decimos que marineros somos y en la mar estamos. Nos ayudamos y comprendemos mucho más que en cualquier otra jurisdicción.

¿Los trabajadores han perdido derechos con tanta reforma?

Hombre, sí. Algo se ha perdido con la reforma laboral de 2012, pero posiblemente era necesaria desde el punto de vista de la realidad económica del país.

¿Tiene cláusula suelo?

Afortunadamente no, pero porque el miércoles pagué la última cuota. El banco me devolvió 6.000 euros incluidos los intereses.

¿Por la cláusula suelo?

Sí. El banco te lo devuelve motu proprio, nada más solicitarlo. Para los abogados no es una buena política. Bankia está muy escaldada por la cantidad de honorarios que ha tenido que pagar al ser condenada en costas. Han sido muy reticentes a reconocer la realidad de las cosas y por eso los han condenado en costas. Han aprendido y han decidido pagar sobre la marcha si le reclaman.

Parece que están devolviendo menos de lo que corresponde porque no recalculan lo queda de préstamo y al principio se pagan más intereses que capital. ¿Recomienda aceptar el acuerdo o recurrir a un abogado?

Lo desconozco porque pagué la última cuota y no me queda capital pendiente. Si la cantidad a discutir es proporcionalmente pequeña, mejor el acuerdo, pero desde que la cantidad justifique los honorarios de un compañero, recomiendo un abogado porque es un pleito que se sabe que se va a ganar.

¿El Gobierno de Canarias le debe dinero a los abogados del turno de oficio por la anulación de los baremos tras la demanda del Colegio de Tenerife?

Moralmente lo debe sin duda, y creo que jurídicamente también. Es posible que el juicio adverso de Tenerife no estuviese planteado de la forma adecuada, dicho con todos los respetos, porque en derecho todo es opinable. Eso me dicen los especialistas en Derecho Administrativo. Por eso perdieron el pleito, con unas costas importantísimas, de 70.000 euros. Creo que la administración debe pagar eso y vamos a pelear para que lo pague. Aunque si te soy sincero, creo más importante que se mejoren los baremos de ahora en adelante. Eso es irrenunciable.

¿Se han creado comisiones mixtas para negociar?

Sí, en el seno del Consejo Canario, para superar las discrepancias con Tenerife y el resto de colegios, se ha creado una comisión con la finalidad de negociar los baremos.

Ahora hay un nuevo director gereral de Justicia...

Sí. Todo el mundo me habla maravillas de su talante. El otro día, que tuve la oportunidad de conocerlo, le dije que no me dejara en mal lugar. Joaquín Espinosa se reunió con él y parece que sí tiene predisposición. Hay que corregir los porcentajes, aunque no se haga de golpe, sino de forma gradual.

¿A qué se aspira?

Todavía no hay un criterio fijado entre todos los colegios, pero en Las Palmas hay algunas cosas imprescindibles que queremos conseguir. Nos bajaron el 7 % y lo entendimos por la crisis, pero eso hay que recuperarlo sí o sí. También se quedaron fuera algunos conceptos que no están siendo retribuidos. A estas alturas es impensable que se tengan que hacer trabajos que no estén mínimamente retribuidos.

¿Cómo cuáles?

Las guardias en Violencia de Género y las ejecuciones. Luego hay algunos conceptos que están peor retribuidos que otros, como ocurre en Familia. En conjunto hay que mejorarlo todo, pero queremos darle prioridad a estos temas.

¿Hace falta mayor especialización en Violencia sobre la Mujer, Menores y Extranjería?

La hay, pero hay que seguir profundizando, sobre todo con la gente joven que acaba de llegar. La formación es fundamental para nosotros. La escuela de prácticas jurídicas, desde hace tres años, ha sufrido un cambio importante con el establecimiento del máster de acceso a la abogacía. A la escuela no le queda otra opción que reinventarse. Los alumnos están muy satisfechos con la parte práctica del máster que le damos los abogados porque en la Universidad la formación es muy teórica.

¿Se ha incrementado el número de alumnos?

Sí. Hemos tenido que desdoblar alumnos porque las clases prácticas empezaban a ser un problema. España era el único país de la Unión Europea que no tenía una prueba de acceso, a pesar de que se llevaba pidiendo desde hace 100 años. Seguimos siendo el país con la prueba de acceso más fácil, pero imagino que con el tiempo se incrementará la duración del máster y se volverá más difícil.

Nuestro Código Penal es de los más duros, pero existe la percepción de que la corrupción sale gratis. Y encima el Gobierno acaba de indultar a un buen puñado de concejales condenados por prevaricación...

Hay indultos que crean alarma social y no están justificados. Es lógico que tengan esa potestad, pero hay que ver en qué circunstancias se tienen que dar. La potestad discrecional del Gobierno debe estar dentro de un orden y unos límites. Me parece un error indultar la corrupción de los políticos.

¿Qué cambiaría del Consejo General del Poder Judicial?

No digo que lo ideal sea el control exclusivo por los propios jueces, pero es indudable que la representación política no ha funcionado. A nadie se le escapa que la politización de la justicia parte de ahí. El CGPJ está absolutamente politizado y hay que ponerle remedio porque se ha demostrado que la fórmula no funciona.

¿Es necesario ponerle límites al fenómeno de las puertas giratorias en Justicia?

Sí, eso hay que limitarlo. Lo que le ocurrió al Gobierno de Felipe González con Garzón no es lógico. Es decir: Te nombro alto cargo de mi gobierno, hay una discrepancia política, te ceso y, en un momento determinado, empiezas a analizar como juez la actuación política de mi gobierno. Eso es el paradigma de lo que no debe ser. Es sólo un ejemplo entre centenares de casos. Es indudable que hay que poner un límite temporal una vez que se pasa por la política.

¿Una especie de cuarentena?

Exactamente. Una limitación de dos años o lo que sea. Es de cajón.

¿Han salido los jueces demasiado rápido del armario informativo? Antes se decía que sólo hablaban en sus sentencias...

Creo que sí. Que la justicia está politizada no lo puede negar nadie. En Canarias tenemos un ejemplo clarísimo. Es más, cuando se ha producido un problema social de primera magnitud, como el de la hipotecas, quien tenía que haberlo resuelto era el Gobierno, pero en su lugar lo hicieron los jueces. Ellos han creado derecho para buscarle una solución al problema. En este caso, por ejemplo, el Gobierno debería haber tenido más protagonismo y los jueces menos.

¿Debe tener el Colegio de Abogados mayor iniciativa social?

Es un eterno debate. No somos partidarios de pronunciarnos sobre materias que no estén relacionadas con el justiciable, con la administración de justicia y con el derecho. En una ocasión se presentó una plancha de abogados que estaban todos vinculados a un partido político. Queremos evitar situaciones de ese tipo y hemos conseguido que el Colegio no esté politizado. En un colectivo como el nuestro, con casi 5.000 abogados, hay gente de todas las sensibilidades. Si nos pronunciamos en uno u otro sentido dejaremos de representar al colectivo, porque habrá gente que no se sienta identificada. Por eso huimos de pronunciamientos que no estén estrictamente relacionados con la profesión.

En su momento reprobaron a Gallardón...

Fuimos el primer Colegio de Abogados que declaró persona no grata a un ministro. Pero no lo hicimos por su pertenencia a un partido político, sino por su actitud hacia la profesión. Eso tuvo una repercusión fenomenal a la que se sumaron otros colegios, pero lo hicimos en clave profesional, no política, porque nos sentíamos maltratados por el ministro.

Luego dimitió...

Tenía tics impositivos, no quería negociar. Su sucesor, del mismo partido, tiene un perfil totalmente diferente. Llegaban las elecciones y el Gobierno se dio cuenta.

¿Qué pasa con sus reformas?

Se pararon algunas que eran muy graves para nosotros, como la le Ley de Colegios Profesionales y la de Justicia Gratuita. También logramos que se revirtieran las tasas. Eran reformas en las que tenía más peso el Ministerio de Economía que el de Justicia, estaban impregnadas de cierto economicismo, con ellas pretendían controlarnos.

¿La instrucción debe pasar a manos de los fiscales?

Es una tendencia, pero debe ir acompañado de la independencia del Ministerio Fiscal. No me cabe en la cabeza que la instrucción la lleve alguien que de alguna manera tenga una dependencia del Gobierno. Habría que reformar el Estatuto del ministerio fiscal. Como jurista me alarmaría que el Ejecutivo tuviera la posibilidad de dar instrucciones en un sentido u otro a los fiscales.

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