La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista a Héctor Machín Gil

"La capital está a la cola de las ciudades españolas en espacios para el peatón"

"Las Palmas está hecha por y para el coche privado. Es básico reducir el dominio del vehículo particular", sostiene el arquitecto y urbanista

Héctor Machín Gil. JOSÉ CARLOS GUERRA

¿Es Las Palmas de Gran Canaria una ciudad paseable?

Tiene todas las bondades para ser una ciudad paseable, pero desgraciadamente no lo es. Tiene una media de 20 grados y entre 200 y 300 horas de sol al mes; vivimos en un lugar privilegiado, pero tenemos una carencia muy importante de áreas peatonales. En el análisis comparativo que hago entre 22 ciudades medias españolas, Las Palmas casi siempre se sitúa entre la tercera y la quinta por la cola. Tiene los peores resultados, según el plano de elaboración propia, al que denomino huella peatonal, un indicador del grado de áreas peatonales. De las 22 ciudades que analizo todas tienen un casco histórico peatonal, Las Palmas también, pero en muchas de ellas el desarrollo peatonal va mucho más allá.

¿Dónde están esas carencias?

Las Palmas tiene sólo un 4,40% de superficie peatonal. Según el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de 2011, el 70% de los desplazamientos se hace en vehículo privado y el 15% a pie. La media de las ciudades analizadas es de un 46% de desplazamientos a pie y un 37% en coche privado; en transporte colectivo un 13%. Estamos muy por debajo de la media en desplazamientos a pie y también hay una cifra muy baja de movimientos en bicicleta, con un 0,4%, que ha aumentado ligeramente. Y tampoco tenemos tantos coches por habitante. Pese a ello, el indicador de Tom Tom nos habla de que somos la tercera ciudad con más congestión de tráfico. Barcelona es la primera, pero nos llevamos tres puntos. La segunda es Palma de Mallorca, pero esta tiene un índice de motorización muy alto.

¿A qué se debe ese predominio tan exagerado del coche?

Las Palmas tiene unos 380.000 habitantes, 200.000 coches y sólo un 52% son conductores. Esto quiere decir que hemos hecho todo un sistema preparado única y exclusivamente para la mitad de la población. Si tenemos en cuenta que el perfil del conductor de Las Palmas es un varón que tiene un turismo (un 30%), vemos que todo el tinglado que se ha hecho por y para el coche está destinado a un tercio de la población. Tenemos unos cinco metros cuadrados peatonales por habitante, cuando en Vitoria, por ejemplo, se está hablando de 38 metros cuadrados por habitante y la media nacional es de 12 metros cuadrados.

¿Le parece correcto cómo se ha hecho la peatonalización del casco histórico?

Sí, es lo que hay que hacer y continuar en esa línea. El 31% de las calles de nuestro casco histórico son peatonales y ha sabido adaptarse. San Sebastián, por ejemplo, tiene el 100% de su casco histórico peatonal. Para mí un problema fundamental es que no se camina en Las Palmas y no se camina porque la gente no quiera, sino porque no se puede. Las Palmas no está adaptada al peatón y eso impide a éste hacer del caminar un hábito de desplazamiento cotidiano. El principal problema es que el coche tiene mucha superficie donde aparcar. Eso produce lo que yo llamo efecto expectativa de aparcamiento. Si salgo de casa pensando que puedo aparcar en la calle y gratis, eso provoca el efecto gusano, que consiste en filas de coches dando vueltas a una manzana, esperando el milagro del hueco. Tenemos 115.000 plazas en superficie. Sólo el 5% de ellas son de pago. Muchos coches que vienen de otros municipios aparcan en plazas gratuitas y estamos creando un movimiento de coches que vienen de fuera con la expectativa de que pueden aparcar gratis.

¿Confía en que la MetroGuagua haga que la gente se suba al transporte público?

Me encantaría que con la implantación del BRT aumente el porcentaje que usa el transporte público, que ahora es de un 13%. Creo que va a aumentar, pero lo fundamental y lo básico que tiene que pasar es que se ponga coto al tráfico privado. No tanto crear un sistema eficiente de transporte como la guagua, que es un sistema buenísimo y ha mejorado muchísimo, sino mejorar desde el punto de vista peatonal la ciudad. Que todas aquellas personas que se puedan permitir el lujo de poder caminar dos kilómetros al día lo hagan.

¿Y cómo se puede luchar contra el coche en una ciudad que ha sido diseñada para desplazarse en él?

Siendo muy estricto. Las Palmas vive por y para el coche privado. Todo está hecho para el coche privado. Y ahora es el peatón el que debe entrar en el juego y existe una mayor concienciación en una batalla en la que creo que no se va a ir para atrás. Yo siempre destaco lo que se ha hecho en Pontevedra, cuyo alcalde se basó en las ideas de Francesco Tonucci sobre un nuevo modelo de ciudad y se puso como objetivo crear una ciudad en la que los niños volvieran a jugar en la calle y que los ancianos pudieran salir a pasear con seguridad.

¿Y qué le parecen los proyectos de peatonalizar Mesa y López y crear ejes hacia Las Canteras y el Estadio Insular, Ciudad Jardín y el casco histórico?

Estoy totalmente a favor, pero hace falta tener especial cuidado, porque peatonalizar no significa sólo quitar coches y meter personas; hay que analizar y ver el movimiento de vehículos. Las Palmas está llena de vados y eso genera un movimiento constante de coches. Aquí se han puesto las zonas 30, pero no se cumplen. No creo ni que el conductor sepa qué es una zona 30. A la hora de peatonalizar hay que garantizar también la percepción de seguridad. Por eso no se puede peatonalizar todo. En mi tesis analizo la peatonalización de San Sebastián y Pamplona y fueron los comerciantes los que pidieron que se hiciera. Peatonalizar un casco histórico es sencillo, pero las decisiones empiezan cuando sales del casco. Para eso es necesaria una alianza entre un alcalde con muchas ganas de cambiar la ciudad, el jefe de movilidad y los técnicos municipales. En San Sebastián se hizo así.

Aquí se habla de que existe ese convencimiento, pero parece que hay miedo a implantar medidas que inicialmente son impopulares, ¿no le parece?

Es impopular, sobre todo para los comerciantes, pero si aumentas el número de gente que pasea por una calle es evidente que hay más posibilidades de que entren y compren; simplemente, por porcentaje de flujo peatonal. Ese concepto de que todo el que viene a comprar lo hace en coche es erróneo.

La Avenida Marítima es un gran eje peatonal que conecta toda la ciudad baja, ¿qué le falta ?

Es un eje espectacular de carácter deportivo, pero tiene un especial handicap, que es la escasa unión que tiene con la ciudad. No deja de ser el principal eje peatonal, pero debería tener mucho más recorrido del que tiene y unirlo directamente con el Parque Romano, por ejemplo. A un peatón no le podemos dar lo peor, tiene que tener los mismos derechos que un vehículo privado. Acceder a la Avenida no es fácil para el peatón.

¿Y el mal diseño de los carriles bici no le está quitando también terreno al peatón?

Sí. La bicicleta tendría que tener un carril exclusivo y en el caso de que se comparta con el peatón, la bicicleta tendría que ir a la velocidad de este. Tenemos varios carriles bici, que si se usan poco es porque están mal diseñados. Hay que destacar los elementos singulares peatonales que tiene Las Palmas de Gran Canaria y esas redes locales que existen, como Triana y Vegueta, y esos grandes ejes peatonales, utilizándolos y haciendo una conexión de unos puntos con otros. Peatonalizar significa que vas a quitar plazas de aparcamiento y eso se tiene que paliar con un sistema de transporte público eficiente. Los aparcamientos disuasorios en las entradas son también muy efectivos, porque más del 80% de los desplazamientos que se producen son intramunicipales.

¿Qué intervenciones plantea?

Para mí la primera intervención sería dar una continuidad al casco histórico e intentar en la medida de lo posible ensamblar San Telmo con el resto de Triana y sacar un eje longitudinal por León y Castillo. Y luego intentar que cada barrio tenga su pequeña área peatonal con dos o tres manzanas, para que los niños vuelvan a salir a la calle.

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