Un amigo de Alberto Montesdeoca guardó sin saberlo las tijeras que éste utilizó para matar a Saray González. Montesdeoca le entregó el arma homicida en el interior de un maletín de ordenador cerrado con un candado. Lo hizo el día 1 de noviembre de 2015, cinco días después de cometer el crimen, pero el amigo nunca vio las tijeras ni supo que el joven era el autor del crimen. No fue hasta el 12 de noviembre cuando el Cuerpo Nacional de Policía resolvió el caso y el Juzgado de Instrucción número 7 ordenó el ingreso en prisión de Montesdeoca. Eso permitió a los agentes recuperar el arma. Al principio, debido a las heridas causadas a la víctima, se pensó que era una herramienta de jardinería tipo azada, pero se trata de unas tijeras tipo cizalla, metálicas y de 40 centímetros de longitud, de las que se usan para cortar metales, según explica el fiscal en su escrito de acusación. El representante del ministerio público reclama una indemnización de 250.000 euros por la responsabilidad civil: 100.000 para cada uno de los progenitores de Saray González y 50.000 euros para una hermana.