Fernando, Nanino, Díaz Cutillas. Su repentina y prematura muerte a los 52 años constituyó un mazazo para la sociedad Canaria que le consideraba un ser especial. Lo idolatraba. Murió el 27 de diciembre de 1988 y hoy tendría 80 años. Su compromiso eran los valores culturales del pueblo canario lo que le convirtió, sin proponérselo, en el comunicador más querido del Archipiélago. El programa Tenderete que tanto bien hizo a Canarias nació de su mano y su coraje, en cuyo reto le acompañó un grupo de amigos que se embarcaron a su lado en el programa de televisión de mayor repercusión de la historia de Canarias. El primer programa Tenderete se emitió en directo y en blanco y negro el 7 de septiembre, la víspera del Pino, del año 1971.

Hay una frase que describe lo que supuso para los canarios T enderete con el indudable tirón de Nanino: "Los viernes, día de su emisión, las calles se quedaban desiertas. Su emisión en TVEC focalizaba la atención de miles de hogares canarios". Dos de sus nueve hermanos, Jorge y Chari, de distintas edades, hablan de lo que supuso para ellos aquel programa, aquellos años. Chari, la mayor, tiene muy fresco el trabajo de Nanino: "La familia lo veíamos en casa; a veces nos reunimos para verlo y nos admiraba sus conocimientos de música, de todo lo que tenía que ver con la cultura canaria. Nuestros padres estaban igualmente orgullosos de su Nanino. Lo adoraban y él era pasión por mi madre". Jorge, el más pequeño de los hermanos, dice que por entonces "yo no era muy consciente de lo que hacía Nanino de hecho escuchaba Tenderete y no entendía nada pero siempre pensaba que algo grande estaba haciendo mi hermano".

Estos días, cuando Nanino cumpliría 80 años, su familia habla de su timidez, de las más de 500 camisas que llegó a tener, casi todo obsequio de seguidores, de su mal manejo de la popularidad que generó Tenderete y de su atronadora voz sonando bajo la ducha. "Le encantaba cantar y lo hacía con tanta potencia que temíamos las quejas de los vecinos", dice orgullosa Chari. La fama. "Eso lo llevaba mal precisamente por la timidez que trataba de ocultar pero siempre tuvo a su lado amigos que le protegían de los seguidores. La gente lo agasajaba allá donde iba. El programa iba de isla en isla y cada llegada del equipo era una fiesta para los vecinos. Las plazas se llenaban para verlos".

Las imágenes que ilustran este reportaje pertenecen al álbum familiar y han sido cedidas por los hermanos de Nanino. Lo cierto es que hace 45 años que un grupo de amigos que se reunían de manera informal a cantar y tocar plantaron la semilla de lo que sería el programa de TVEC más laureado de Canarias. Nadie duda de que sin Nanino Díaz Cutillas el proyecto Tenderete no habría podido llevarse a cabo. Su sabiduría y su pasión fueron determinantes.

Tenderete y Nanino como programa y personaje pasará a la historia de Televisión Española por su permanencia en antena y su repercusión social. Hablamos de la televisión en blanco y negro, de una España en la que Franco estaba vivo cuando el programa comenzó a emitirse y los censores controlando. Fernando Díaz Cutillas, irremplazable y recordado Nanino, fue su presentador más carismático y lo fue hasta su muerte, temprana e inesperada. La esencia del programa no era otra que el rescate de voces y tocadores que se sentaban en torno a una mesa presidida por Nanino e interpretaban folklore, canciones canarias y sudamericanas para muchos desconocidas. El primer programa Tenderete se emitió en directo el 7 de septiembre, la víspera del Pino, del año 1971.

Pero, ¿cómo y por qué nace Tenderete? Desde finales de los años sesenta un grupo de amigos que luego se llamarían Los Viejos Tendereteros se reunían a cantar en un restaurante de la calle Gravina -El pollo dorado- de Las Palmas de Gran Canaria. Aquellas reuniones eran un tenderete, una reunión de cantadores, amigos y tocadores.

Fue entonces cuando el director de TVEC, César Alonso, nombrado en el cargo en un momento muy importante porque se establecía en Canarias un centro emisor en el que se podía producir algo más que el Telecanarias y retransmisiones deportivas, estaba conociendo al personal y fue invitado a esas reuniones. Desde el primer momento empezó a darle vueltas a la cabeza. Aquel ambiente de música popular le gustó, le impactó, y acudió varias veces porque disfrutaba del espectáculo, de las voces, de los tocadores y los amigos.

Hasta que finalmente verbalizó su idea. Quería llevar esas reuniones musicales a televisión. César se había dado cuenta de que si alguien podía trasladar el tenderete doméstico al plató, ése era Fernando Díaz Cultillas, Nanino. Un día lo citó: "¿Ustedes serían capaces de hacer en televisión lo mismo que hacen cuando se reúnen?". Esa fue la pregunta clave, faltaba la respuesta. Nanino era un profesional de los medios que conocía en profundidad la música que iba a ser interpretada, no en balde tenía una de las mejores colecciones de música que había en Canarias.

César Alonso ya tenía pensado hasta un nombre para el programa y se lo propuso a Nanino: "De Jarana". Nanino se limitó a sonreír y dijo: "en Canarias lo que hacemos lo llamamos un tenderete". Y Tenderete se quedó. Nanino corrió a contárselo a los amigos parranderos y ese fue el punto de partida. Justo es citar el libro del escritor Emilio González Déniz sobre Fernando, que ha servido de apoyo para documentar este reportaje con motivo de los 80 años que tendría hoy Fernando Díaz Cutillas.

Pero claro, hacer un programa de televisión no era lo mismo que sacar la guitarra y meterse en juerga. El siempre recordado Nanino sabía que el programa debía estar pensado, medido y con fuerte contenido para que tuviese calado social. En televisión improvisar es el paso anterior al fracaso, de manera que lo que parece natural y espontáneo siempre es el resultado de un trabajo previo minucioso. Por eso, desde el primer momento se ataron cabos desarrollando un guion, aunque fuese mínimamente. Los que trabajaron con Nanino saben que era enemigo de la improvisación y que se documentaba de una forma obsesiva. Durante el programa ejercía de presentador y vigía para corregir cualquier error en directo. Único Nanino.