El Ayuntamiento de la capital grancanaria pretende ahorrar 215.000 euros anuales con el programa de ahorro energético que acaba de poner en marcha la Concejalía de Sostenibilidad, con el objetivo de disminuir los gastos de los servicios pero, sobre todo, para reducir la emisión de gases de efecto invernadero que están contaminando el planeta y provocando el cambio climático.

Según explica la concejala de Sostenibilidad y Limpieza, Pilar Álvarez, el Ayuntamiento acaba de emprender la transición hacia un modelo energético más sostenible y económico.

La ciudad abona cada año cerca de nueve millones de euros en facturas de electricidad y agua por las instalaciones municipales, entre las que se encuentran los edificios administrativos, colegios públicos de infantil y primaria, instalaciones deportivas y los parques y zonas verdes y la iluminación de las calles.

Álvarez informó de que su departamento acaba de crear, a través de la Agencia Local Gestora de la Energía y las áreas de Aguas y Servicios Públicos, un equipo de expertos para implementar medidas que permitan ahorrar el consumo de energía y agua en la ciudad.

Las principales actuaciones se centrarán en la revisión de las potencias contratadas para el suministro eléctrico en los puntos de mayor consumo y también se estudiará la posibilidad de eliminar, en el caso de que se pueda, los contadores de consumo cero que se encuentren en dependencias que han sido cerradas y no tienen uso en la actualidad. Aunque no consume, el Ayuntamiento abona dinero por dichos contadores. Por la reducción de potencia, el Ayuntamiento pretende ahorrar cerca de 160.000 euros anuales.

También se intentará ahorrar con la modulación de la iluminación de parques y zonas públicas, en aquellos horarios en los que no sea necesaria tanta luminiscencia.

El Ayuntamiento pretende también conseguir que la mayoría de los más de 60 colegios públicos que hay en el municipio se sumen al programa de ahorro energético, que ya funciona desde hace años en una docena de centros que han conseguido un ahorro anual de 300.000 euros.

En los colegios se busca fundamentalmente concienciar a los chiquillos de la necesidad de ahorrar energía para reducir la contaminación y salvar el planeta y que los menores contagien a su vez esa mentalidad ecológica a sus padres y abuelos, resaltó la concejala Pilar Álvarez, durante la presentación, esta mañana, de la primera diagnosis energética del Ayuntamiento, un estudio que marcará la hoja de ruta de la gestión municipal, con el objetivo de adherirse en un un futuro cercano al Pacto de los Alcaldes que promueve la Unión Europea (UE).