Los grupos de Whatsapp de los padres del Colegio Canterbury comenzaron desde las 8.30 horas de ayer a avisar de que quizá habría que recoger a los alumnos por un incendio declarado en Almatriche, en las inmediaciones de la antigua fábrica de leche Sandra. Y así fue, los bomberos, que trabajaban desde las 03.00 horas en la zona, recomendaron evacuar a los niños, ya que el humo, hasta que cambió la dirección del viento, daba de lleno en las instalaciones escolares. La columna llegó, incluso, hasta la Circunvalación y a las 9.30 horas se dirigió hacia el Zardo.

A las tres de la madrugada de ayer comenzaban a arder unos escombros en el exterior de las instalaciones de lo que fuera el Servicio Insular de Abastecimiento de Leche SA (Sialsa). Fuentes municipales señalaron ayer que el entorno del edificio se ha convertido en una "escombrera incontrolada". Al parecer, hay "capas y capas" de basura mezclada con estiércol y restos de poda, que se han ido acumulando durante años.

Los bomberos se desplazaron al lugar del suceso y estuvieron haciendo turnos de tres horas durante casi 24 horas, ya que la profundidad de la escombrera hacía difícil la extinción del incendio. El Servicio de Limpieza del Ayuntamiento desplazó hasta la zona dos retroexcavadoras para remover la basura y extenderla, con el fin de evitar focos en el interior, según explicó el jefe de Servicio, Alejandro Olarte. Por la tarde, las autoridades pidieron a los propietarios del complejo que aportaran otra retroexcavadora para continuar con las labores.

Los alumnos del Canterbury se dirigieron como cada mañana al centro y vieron cómo la zona estaba llena de humo. Se notaba el olor en el ambiente y los responsables del centro decidieron trasladar a los estudiantes al gimnasio. Al ver que no remitía, los bomberos aconsejaron al centro que desalojara a los pequeños. Así, los padres fueron a recoger a sus hijos, sin que se produjera ningún caso de intoxicación entre el alumnado o el profesorado. Mientras el viento se dirigía hacia el centro escolar y la Circunvalación, el trabajo de los bomberos y demás servicios era más complicado. Pero a partir de las 9.30 horas, la columna de humo se desplazó hacia el Zardo y mejoraron las condiciones para el trabajo. Aún así, hicieron falta muchas horas. "Aunque el incendio se controló, aún no se ha extinguido, aún sigue humeando, por la profundidad de la escombrera. Ahora estamos enfriando el terreno para evitar que el fuego se reavive", explicaron fuentes de los bomberos.